Susurros de la Oscuridad

Prólogo

Al principio, los cambios fueron lentos. Apenas perceptibles. Un leve incremento en las capacidades físicas, una adaptación al entorno más hostil. Pero luego, las transformaciones comenzaron a intensificarse, a volverse incontrolables. Los ecosistemas también cambiaron. Los bosques crecieron más rápido, pero más agresivos. Las tormentas eran más violentas, los océanos más profundos y las montañas más erráticas. La Tierra misma parecía estar transformándose, como si no pudiera contener los estragos de la humanidad.

La sociedad se desmoronó rápidamente. Los gobiernos que alguna vez nos protegieron ya no existían. Surgieron facciones que competían por los pocos recursos que quedaban, y las ciudades, una vez vibrantes y llenas de vida, ahora son solo ruinas. ¿Y los humanos? Nos convertimos en algo más que lo que éramos antes, pero mucho menos de lo que podíamos haber sido. Algunos de nosotros, como los de mi tipo, desarrollamos poderes—no todos iguales, no todos controlables. Pero no fue un regalo. Fue una maldición.

Hoy, el mundo se ha convertido en un lugar distópico, una selva de concreto y naturaleza distorsionada donde la supervivencia es una lucha constante. La humanidad se ha fragmentado, y aquellos de nosotros que todavía permanecemos no somos ni sombra de lo que fuimos. Somos más fuertes, más peligrosos, pero también más rotos, más perdidos. Las cicatrices de los experimentos fallidos siguen grabadas en nuestra piel, en nuestras mentes.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.