Susurros de Magia y Corazón.

Capítulo 9: La Revelación del Guardián.

La esfera brillaba intensamente, llenando el templo con una luz resplandeciente que parecía pulsar al ritmo de sus corazones. Yisus y Lira intercambiaron miradas llenas de asombro y un toque de ansiedad. Sabían que esta luz era un signo de que algo importante estaba por suceder.

—¿Qué crees que significará esto? —preguntó Lira, su voz apenas un susurro.

—No lo sé, pero debemos estar preparados —respondió Yisus, sintiendo la energía vibrante a su alrededor.

De repente, la esfera comenzó a levitar, girando lentamente en el aire antes de dividirse en una serie de fragmentos brillantes que flotaron en la sala. Cada fragmento se transformó en una imagen, proyectando visiones del pasado, presente y futuro.

Yisus y Lira se acercaron, hipnotizados por las imágenes que danzaban ante ellos. Vieron a héroes de antaño luchando contra sombras similares, sus rostros determinados mientras se unían para proteger su mundo. También vieron momentos de desesperación, donde la oscuridad parecía ganar, y la esperanza se desvanecía.

—¿Esto es… nuestro futuro? —preguntó Lira, incapaz de apartar la vista de las visiones.

—No solo el nuestro —respondió Yisus, reconociendo la conexión entre las historias. —Es la historia de todos los que han luchado contra la oscuridad.

Justo entonces, la voz del Guardián resonó en la sala, profunda y serena.

—Buscadores de la luz, habéis demostrado valentía y unión al enfrentar vuestras sombras. Pero vuestra tarea no ha terminado.

Las imágenes continuaron fluyendo, mostrando comunidades en peligro y seres de luz luchando por mantener la esperanza. El Guardián continuó.

—La oscuridad se fortalece con cada acto de división y desesperanza. Debéis llevar esta luz al mundo exterior, alentar a otros a unirse y luchar.

Yisus sintió un escalofrío de responsabilidad. —¿Cómo podemos hacerlo? Somos solo dos.

—No subestiméis el poder de la unión —dijo el Guardián. —Cada persona que inspireis será una chispa de luz. Juntos, pueden encender una llama capaz de enfrentar cualquier oscuridad.

Lira, con una mirada decidida, tomó la mano de Yisus. —No estamos solos. Podemos hacerlo.

La esfera brilló aún más intensamente, y en un destello de luz, los fragmentos se unieron nuevamente, formando una imagen del Guardián en su forma completa: un ser de luz radiante, con ojos que reflejaban la sabiduría de los siglos.

—Debéis viajar a las tierras donde la oscuridad acecha con más fuerza. Allí, encontraréis a quienes necesitan vuestra luz, y a aquellos que puedan unirse a vuestra causa.

—¿Y cómo llegaremos allí? —preguntó Yisus.

—La magia de este templo os guiará. Sostened la luz en vuestros corazones, y siempre encontraréis el camino —respondió el Guardián.

Con un movimiento de su mano, la luz de la esfera se transformó en un portal brillante, que giraba con energía. Yisus y Lira se miraron, sintiendo la emoción y el temor de lo que estaba por venir.

—¿Estás lista? —preguntó Yisus, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.

—Siempre —respondió Lira, su voz firme.

Ambos se tomaron de las manos y, con un último vistazo al templo que había sido su refugio, se adentraron en el portal. La luz los envolvió, y un torbellino de colores brillantes los llevó a través del espacio y el tiempo.

### **Un Nuevo Comienzo**

Cuando el resplandor se desvaneció, Yisus y Lira se encontraron en un paisaje completamente diferente. Estaban en un bosque denso, rodeados de árboles altos que parecían susurrar entre sí. El aire estaba cargado de magia, y a lo lejos, podían escuchar el murmullo de un río.

—Esto es hermoso —dijo Lira, mirando a su alrededor.

—Sí, pero no olvidemos por qué estamos aquí —respondió Yisus, sintiendo la urgencia en su corazón. —Debemos encontrar a aquellos que pueden ayudarnos.

Mientras avanzaban, notaron que el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y morados. Era un recordatorio de que el día estaba llegando a su fin, pero también de que la noche traería nuevos desafíos.

—¡Mira! —exclamó Lira, señalando un grupo de personas reunidas cerca de un claro.

Se acercaron cuidadosamente y, al llegar, vieron a un grupo de aldeanos que parecían estar en medio de una discusión acalorada. Sus rostros reflejaban preocupación y desesperación.

—¿Qué sucede? —preguntó Yisus, acercándose con Lira a su lado.

Uno de los aldeanos, un hombre mayor con una mirada sabia, se volvió hacia ellos. —La oscuridad se acerca. Nuestros cultivos están marchitando, y las sombras han comenzado a atacar a nuestros hijos durante la noche.

Yisus y Lira intercambiaron miradas. Sabían que este era el momento para ofrecer su ayuda.

—Nosotros podemos ayudar —dijo Lira, con una voz llena de determinación. —Juntos, podemos encender la luz que necesitamos.

Los aldeanos se miraron entre sí, un atisbo de esperanza comenzando a brillar en sus ojos. Yisus sintió que la magia de su conexión con Lira se intensificaba, y una nueva chispa de luz comenzó a crecer en su interior.

—Contadnos más sobre lo que os acecha —dijo Yisus, listo para enfrentar el desafío que se avecinaba.

Mientras los aldeanos comenzaban a hablar, Yisus y Lira supieron que su viaje apenas comenzaba. Las sombras que amenazaban a este lugar eran solo el primer paso en una lucha más grande, y juntos, estaban dispuestos a enfrentarlas.




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