1 Un rugido de fuerza y amor (Elaine Amorim)

Queridas kuningattareni (reinas),

Mientras escribo estas palabras, me encuentro viajando hacia el Valle de los Reyes, rumbo a mi encuentro con Hasani, el guardián de los deseos. Lo que estoy a punto de pedirle no es nada fácil, pero mi alma confía, al igual que todo un pueblo bajo mi mandato. Los pensamientos me llevan de vuelta a lo que he vivido, a las personas que me han formado, y a las batallas que he librado, no solo con espadas, sino con el amor inquebrantable que me une a quienes son mi razón de existir.

Soy zoóloga, mi vida ha sido siempre una danza con la naturaleza, una conexión profunda con los latidos de la Tierra. Sin embargo, lo que realmente transformó mi destino fue encontrar a aquellos que, al igual que yo, no temen luchar por lo que más valoran. Entre ellos está él, Aatu Seppanen Kinnunen, mi compañero, mi guerrero. Juntos hemos enfrentado tempestades, desafiado normas, y vencido sombras que amenazaban con consumirnos.

Aatu no solo es mi esposo, es mi protector, mi alma gemela. Con él, he aprendido que el amor verdadero no se limita a las palabras dulces, sino a los sacrificios, a las promesas que se mantienen firmes, incluso cuando todo parece desmoronarse. Cada día, su lealtad y pasión me dan alas, como el viento que me sostiene mientras avanzo. A su lado, comprendí que la verdadera belleza de la vida no está en los logros, sino en la lucha constante por lo que más amamos.

Pero no hemos estado solos. El amor y la lealtad que compartimos no solo se forjan entre Aatu y yo, sino también en cada una de las almas que han sido parte de este viaje. Mi querido Carlos Antonio Quintero, mi amigo y confidente, ha sido un pilar fundamental desde el principio. Juntos hemos compartido no solo risas y lágrimas, sino la certeza de que la verdadera fuerza de un hombre radica en su capacidad para proteger a quienes ama. Charlie me ha enseñado que el amor no es solo un sentimiento efímero, sino una acción constante de valentía y sacrificio. Y su amistad ha sido uno de los regalos más valiosos que la vida me ha dado.

A través de él, y de tantos otros como Roy y Kristen, he aprendido que la lucha no es solitaria. La verdadera fuerza reside en la unidad, en caminar juntas, apoyándonos mutuamente. Porque lo que construimos, lo que defendemos, no es solo nuestro, sino de todos los que nos rodean.

Este viaje que comparto con Aatu, con Carlos, y con aquellos que han sido como familia, me ha enseñado que el amor verdadero no es un destino fijo, sino un viaje de crecimiento y descubrimiento constante. Como la naturaleza misma, la vida está llena de ciclos, de desafíos, de momentos de calma. Rakkaus Ilman Sanoja es nuestra luz en la oscuridad, un recordatorio de que merecen ser vistas como yo soy vista por Aatu: una compañera en la batalla, una igual en la lucha, un alma digna de amor en su totalidad.

Pero también quiero que sepan algo que considero fundamental: todas ustedes son dignas de encontrar su propio Guccito Quintero. Alguien que las respete, las valore, las apoye en cada paso, en cada lucha. Un verdadero amor se construye sobre la base de la amistad y el respeto mutuo.

Este mensaje va dirigido a todas las reinas y soñadoras del mundo. Nunca dejen de creer en el poder que llevan dentro. Esa fuerza inquebrantable que las hace capaces de resistir la adversidad y de luchar en medio del caos. Si alguna vez sienten que no pueden continuar, recuerden a quienes las rodean: sus amigos, su familia, esas almas que, como Aatu, Carlos y yo, siempre estarán a su lado.

Hoy, 21 de diciembre, mientras el frío cubre la tierra y la esperanza florece en cada rincón, les deseo que encuentren ese amor que las haga sentirse plenas, que las impulse a ser mejores, y que, como la naturaleza misma, siempre renazca después de cada tormenta.

Soy la kuningatar destinada para este tiempo. Nadie ni nada puede detenerme, ni hacerme frente. Sé quién soy, lo que estoy dispuesta a dar por este pueblo, por los míos, por los más débiles. Llegué hasta aquí, luché al lado de mi esposo, y seguiré luchando hasta el final. «Somos familia; un mismo pueblo, un mismo espíritu».

¿Rugirán conmigo?

Con todo mi amor,

Elaine Amorim Almendarez

Kuningatar de Los Caballeros del Norte