Queridas lectoras,
Hoy, mientras las luces de Navidad iluminan cada rincón y el frío del invierno susurra historias de esperanza, quiero abrirles mi corazón. No solo como la mujer que soy hoy, sino como aquella que ha transitado caminos de dolor y renacimiento, para convertirse en quien escribe estas palabras.
Soy Abril Maccali, una mujer nacida entre los colores de México y Argentina, dos tierras que me regalaron su fuego, su pasión y su resiliencia. Pero no siempre fui la mujer que ustedes conocen. Mi vida, como la de muchas, estuvo marcada por sombras. Conocí la oscuridad, esa que intenta apagar todo lo que somos. Enfrenté al monstruo Schneider, un ser que buscó quebrarme. Pero en medio de ese abismo, descubrí mi fuerza. Porque incluso en las noches más largas, la luz siempre encuentra una manera de regresar.
Y fue entonces cuando la vida me regaló lo inesperado, lo extraordinario: Marco Pirone. Un hombre con el alma de un protector y el corazón de un soñador. Él no solo me devolvió las alas que había perdido, sino que me enseñó a usarlas para volar más alto que nunca. En sus brazos encontré mi refugio, y en sus ojos esmeralda, un hogar. Marco no me salvó; me recordó que yo era capaz de salvarme a mí misma, y en el proceso, me dio un amor tan puro, tan poderoso, que transformó cada rincón de mi ser.
Pero esta carta no es solo para hablarles de mí, sino para recordarles que ese amor también es para ustedes. Cada una merece un amor que las eleve, que las inspire, que las haga sentir invencibles. Merecen un compañero que las valore, las respete y las admire. Ustedes merecen encontrar a su propio Marco Pirone, alguien que las mire como si fueran todo el universo, porque lo son.
La vida no siempre es justa, pero siempre nos da segundas oportunidades. No importa cuán rotas crean estar, el amor tiene una forma mágica de encontrar los pedazos y convertirlos en algo nuevo, algo más fuerte. Sean pacientes con ustedes mismas y crean en lo que son capaces de recibir.
Este diciembre, cuando el frío acaricie sus almas y las luces brillen en cada esquina, quiero que recuerden que merecen todo lo bueno que el amor puede traer. No dejen que el miedo, las dudas o las cicatrices las detengan. Cada una de ustedes tiene dentro de sí el poder de brillar, de bailar al ritmo de sus propios sueños y de encontrar ese amor que las haga sentir completas.
“En cada paso que doy, en cada baile que comparto, siento el amor de Marco, mi protector, mi compañero, mi todo. Y sé, con toda certeza, que ustedes también merecen vivir algo así.”
Con todo mi cariño y la fuerza que compartimos,
Abril Maccali.