Un canto dulce resuena por entre los árboles de la selva oscura, un canto tan dulce que casi logra llenar de luz la densa maleza.
las ramas de los arboles bailan al son de la voz que viene del río mientras el viento silva los coros de la más dulce canción.
"OH tierna niña, ven a mi
Dulce criatura regresa al seno que te vio nacer y hazme compañía por la eternidad.
Oh dulce niña, regresa con tu madre que tu risa añora al igual que tus ojos de zafiro mirar desea
OH mi dulce niña ya calma el sufrimiento de tu amorosa madre que arrullarte entre sus brazos anhela con lo que de su alma queda.
"Oh dulce niña" canta el viento al compás que marca la dolorida madre.
El cantico envuelve a los niños en una nebulosa hipnótica como el canto de una sirena envuelve al marinero
Editado: 25.07.2019