¿Qué sucedería si, en el momento en que decides confesar tus sentimientos, descubres que la persona a la que amas se acercó a ti por lastima y para aliviar una culpa del pasado?
En un país que no es precisamente pequeño, en un estado que sí lo es, y en una ciudad que, aunque diminuta comparada con otras, cuenta con alrededor de 35,000 habitantes, parece que el destino ha querido que Ben Walker y Cristopher Álvarez se encuentren. Su encuentro comienza como el típico cliché del nuevo chico en su primer día de clases, y a raíz de eso, sus vidas darán un giro y mejorarán. Sin embargo, la vida no es un libro; a veces es cruel, a veces bondadosa y, en la mayor parte del tiempo, impredecible. Pero, al igual que en un libro, la vida de ambos cambia al conocerse, aunque no necesariamente sea para mejor, o al menos no al principio.
Cristopher es una persona solitaria, cerrada al mundo exterior, al que evita y rechaza sin una razón aparente. Por otro lado, Ben parece estar bien, pero en el fondo carga con un dolor del pasado, lo que le impide avanzar en su vida. Al conocerse, sus personalidades chocan y no logran llevarse bien, pero a raíz de esta tensión y de una pelea, ambos se ven forzados a participar en un proyecto de trabajo social de dos semanas. Esta experiencia les permitirá a Cristopher y Ben ver la vida de una manera diferente y cambiará la percepción que tiene Ben sobre Cristopher.
Al inicio, Ben pensaba que su nuevo compañero era un idiota egocéntrico que se creía superior a los demás, pero al pasar dos semanas juntos limpiando hojas otoñales de los patios de su escuela, se da cuenta de que solo es un chico herido por quienes se hacen llamar humanidad, pero que de humanos no tienen nada y Ben es una persona que asume la responsabilidad por todo, incluso por aquello que no le compete, y al notar la situación de Cristopher, decide acercarse a él por lástima, pero no con malas intenciones.
Por otro lado, se encuentran Mónica Clark, la mejor amiga de Ben, y la profesora Anna Rodríguez. Esta última actúa como un vínculo entre ambos jóvenes, facilitando su conocimiento mutuo. Asimismo, Anna se refleja, de alguna manera, en Cristopher y en su tendencia a distanciarse del mundo, esforzándose por asegurarse de que no se sienta excluido y pueda disfrutar de su juventud al máximo. Mónica, por su parte, también desempeña un papel de conexión que contribuye al crecimiento personal de estos jóvenes a través de su relación, aunque carga con pesadas responsabilidades que prefiere mantener ocultas.
Aunque al comienzo Cristopher se mostraba escéptico acerca de ser amigo de Ben, tras muchas súplicas y un proyecto en grupo —una oportunidad que le brindó su profesora— comienzan como simples conocidos. Sin embargo, la amabilidad de Ben logra pronto conquistar el corazón de Cristopher, y lo que al principio parecía ser una extraña lástima se transforma en algo más profundo. No obstante, el camino hacia una relación más allá de la amistad no será fácil; en lugar de ser un viaje entre nubes, se convertirá en un sendero de rosas, lleno de espinas, donde les espera sufrimiento y dolor. Pero al final, todo será recompensado, y aquella tortura que fue su pasado, junto con los suaves susurros, no habrá sido en vano.
Porque Ben Walker y Cristopher Álvarez estaban destinados a amarse, a compartir sus vidas, sus miedos, su confianza, sus sueños y los susurros de su amor.
Hola, mis estrellitas. Me presento: soy Heggiee, autora de Susurros en la noche, y estoy muy feliz de haber llegado, por fin, al gran día de su publicación. Espero que amen y disfruten de mi historia. Agradezco de antemano a todos ustedes. Las actualizaciones serán cada trece días, así que no se paniqueen. Sin más que decir, me despido.
¡Muchas gracias por leer el prólogo de mi libro, mis estrellitas! ⭐
Editado: 30.09.2025