Susurros en la oscuridad

PROLÓGO

Blanco... es todo lo que veo al rededor, a todas horas, todos los meses, los 365 días de año y seguíra siendo asi, tal vez... para siempre.

Es un color tan feo, prefiero el vinotinto, es el color que mejor queda, una pared, un vestido, una sabana y por supuesto la sangre. Eh tratado de convenserlos de utilizarlo, pero nadie aqui me hace el mayor caso; como si fuera un alma perdida de la cual ya no hubiera nada por hacer y eso me enfada en sobre manera pero, ¿Qué puedo hacer yo aqui encerrada? al parecer ya no mucho.

Todo el tiempo, entran uniformados con blanco, me desagradan tanto, lo unico que hacen es mirarme con pena y checar que siga viva, eh escuchado que aqui adentro uno termina por volverse loco, no tanto por la soledad ni la falta de compañia si no mas bien por la mente, tan traicionera como siempre, es como un veneno que te inyectan poco a poco hasta matarte y al mismo tiempo es tu unico consuelo, una soga que dia a dia te asfixia y se enreda al rededor de tu cuello, pero es lo unico que te sostiene para no caer al vacío.

Pero a mi me acompaña algo mas, un secreto horripilante, algo tan moustruoso por el cual estoy aqui y ellos quieren que lo revele, que salga de mis labios como una cuchilla que corta hielo y venas por igual, que se lo susurre al rio donde todos vivimos, sumergidos unos mas que otros, en la superficie, a mitad de cuerpo y en el que ya muchos se ahogaron pero yo no entro en ninguna categoria, porque elllos estan anclados, en cambio a mi la corriente me lleva arrastrando hacia un rumbo del cual no conosco su ubicación.

Y es que aunque yo quisiera contarles tan solo para que terminen igual que yo y compartan mi cordura, me temo que no puede ser posible, porque hace mucho que no lo se, mis ojos recuerdan pero mi lengua lo a olvidado, pase tanto tiempo de mis días, de mi vida, intentando que olvidara y al parecer al fin lo a logrado hacer.

¡Oh! pequeña serpiente reptiliana que asecha en la oscuridad, esperando el momento oportuno para aniquilar, tu que tanta ira guardas, que de ti no sale mas que odio y barbarie para los que te rodean, ¿Por qué osas enroscarte y esconderte en tu cueva a la hora en que llega el cazador? ¿Tendras alguna vez el valor de salir y morderle el talón mientras el te apuñala con el cuchillo? ¿A que le temes? pues al final los dos moriran y ninguno lograra ganar la batalla, pero eres cobarde por no atacar a la luz del día, mas bien prefieres la noche para actuar, asi nadie te ve ni te siente, en cambio mi serpiente no se ah dado cuenta de que no es venenosa y ya ah atacado el talón, sin percatarse de que han sido más rapidos que ella y el gatillo ya no aprieta y la bala va directo a su cabeza.

Tal vez ella si tenga veneno, pero al igual que yo reprimio su naturaleza y ahora que lo nesesita su cuerpo ya no produce alguna defensa, tal vez en el pasado cuando era chica era la mas venenosa de todas pero su mamá al percatarse, la reprendió y esta tuvo que dejar de atacar y ser dócil, como un ratón asustado de el maullido del gato y asi con el pasar del tiempo dejó de ser el cazador y se convirtió en la presa y la madre ajena a esto mantuvo su resolución sin ver que le cortó la vida misma.

Vaya madre ¿Cierto? bueno a lo mejor yo deba hacer como la serpiente y comenzar desde el inicio.



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En el texto hay: locura, romance, terror

Editado: 31.12.2023

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