Susurros en la oscuridad

El informe/PARTE 2

INFORME DEL TESTIGO: POLICIA RURAL DEL AREA #23

Por supuesto que no le creí, ¿Cómo podría hacerlo? Cuando la encontre en aquel bosque, se veía tan frágil, estaba asustada, no tenía mas de seis años y lloraba.

Me la traje a la oficina, después de todo no la podía dejar ahí, quería contactar a la caseta, estaba casi a un kilometro de distancia pero existia la posibilidad de que supieran algo, no me contestaron y supuse que el vigilante había abandonado su puesto, típico pensé, se sentó muy quietecita al otro lado de el escritorio y entonces me dijo algo... algo... escalofriante si eso es, escalofriante en verdad:

-Sabía muy bien.

Le pregunte a que se referia, porque todavía no tuve la oportunidad de ofrecerle nada, pero no me contestó y siguió hablandome como si nunca la hubiera interrumpido.

- Al principio escuchaba tantos gritos, pero después todo quedo en silencio y había sangre, la podía ver en mis manos y sabía que también la tenía en la cara.

Pensé que la niña estaba en un estado de shock y que podría haber pasado por algo traumatico, su ropa estaba manchada de ese líquido rojo y titiritaba de frío, asi que le dije que me platicara más, deben creerme si les digo que me arrepiento bastante, fue hace mucho tiempo pero recuerdo todo como si lo estuviera viviendo cada segundo.

-Nunca me gusto el cabello largo es tan asqueroso, ella lo tenía así, prefiero el corto es bonito y facil de... arrancar, pero ahora tengo muchas ganas de seguir jugando ¿Tu jugarías conmigo?

Le dije que si, pero primero tenía que hablarle a algún familiar, me dio la sensación de que se estaba burlando de mi, lo podía ver en sus ojos y los comentarios que hacía me ponian la piel de gallina.

Me di la vuelta para marcar al número que me había proporcionado, escuché una risa macabra detrás de mi, el corazón se me encogió y mi sangre empezó a bombear mas rápido, era como si todo mi cuerpo supiera que lo que se encontraba junto conmigo era algo inhumano.

Ahora estaba sonriendo, pero inclusive esa acción, daba terror, su pelo negro se le pegaba a la nuca y a la cara y aunque lo tenía corto parecía como si le creciera, la sangre antes seca le chorreaba de la ropa, del pelo, de la cara, de todos lados y agradezco a dios que no me hubíera estado mirando, porque su sola precencía hacía que temblara, pero no, no me miraba a mi sino a una fotografía colgada, era uno de los diversos casos de desaparición en la zona pero parecía que le importaba mucho, probé a moverme pero las piernas no me respondían, esa cosa se acercaba cada vez más y yo no podía hacer nada, estaba a un palmo de mi, posó su mano en mi cara y lo único a lo que atiné a pensar era que estaba helada y apretó sus dedos lentamente, me dolía mucho, su tacto era casi delicado pero me trituraba los huesos.

En eso me apartó de un empujón, como si yo fuera arena entre sus manos, era una fuerza increíble e imparable, me arrastré al otro lado de la habitación sollozando, las lágrimas surcaban mi rostro y por más que intentaba enfocar un punto estas no me lo permitían, choque contra la pared y para cuando me di la vuelta ya estaba saliendo de la estación, se volteo y me dijo con una voz grave:

-¿Está bien señor? lo lamento pero ya no quiero jugar esta noche.

La veía salir lentamente y con gracia, vi que sostenía la fotografía en la muñeca izquierda y vino a mi cabeza un pensamiento hilarante, sino hubíera tenido tanto miedo me habría reido de ello; "Es zurda, la niña es zurda" y todo se volvió negro.



#2709 en Thriller
#1377 en Misterio
#12711 en Novela romántica

En el texto hay: locura, romance, terror

Editado: 31.12.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.