Susurros en la oscuridad

Ocho años después

El café estaba amargo e insípido, no pudo menos que hacer una mueca de disgusto para mostrar su inconformidad, alguien detrás suyo se rió.

-Tienes que estar muy desvelado o ser un novato para comprar café del Hospital. Como estas muy lejos de la primera opción, dime, ¿El regalo de bienvenida te agotó tanto? -habló pícara.

-Ojala pudiera decir que no, pero sí fue exactamente eso. -le contestó mientras se daba la vuelta, hubiera reconocido esa voz en cualquier parte, María era sencillamente irrítante.

La chica abrió demasiado los ojos para después comentar -¿Estas de broma no?

-Sabes que no me gustan, las detesto.

-¡Dios! Debo de ser la primera en presenciar este evento, ¿Con quién? -quiso saber.

-Un compañero de la universidad, nos volvimos a ver apenas ayer.

-Espera, ¿No entraste a la Uni a los seis? -está asintió - ¿Cuántos años debe tener treinta y pico?

-Treinta y dos para ser exactos. -comentó.

-¡Guau! que chulo, te gustan los mayores.

Lucía hizo un gesto de indiferencia, la verdad nunca había pensado en ello, lo cual no le preocupaba en lo absoluto, no rebasaba los veinte años, sin embargo justamente el dia anterior la acababan de nombrar Jefa de Cirugía, era lo único que le importaba en ese momento, su carrera, las relaciones amorosas vendrían después. Cerró los ojos, dejandose llevar por todos los eventos que aún rondaban en su mente.

Serían las doce de la noche, ella quería irse a su casa, pero sus compañeros insistían en retenerla, estaban celebrando su nombramiento, toda esa situación era divertida, casi absurda, estos festejaban como si cada uno hubiera recibido la misma noticía. Salió a tomar aire, estaba un poco mareada de todo ese bullíicio, alguien se le acercó.

-¿Lucía? -preguntó.

Se encontraba exausta, hizo un esfuerzo, para reconocer a la persona que tenía enfrente, de repente su cerebro funcionó, era imposible... -¿Marc? -probó a decir su nombre.

-Si, así es, pensé que me habías olvidado, con toda la fama que tienes ahora. -bromeo.

¡Oh! Como odiaba que alguien bromeara enfrente suyo, sin embargo con Marc nunca fue así, a él le encantaba y respecto a ella... cualquier cosa que vinera de él, era agradable.

-¡Cielos! ¿Qué te trae a Estados Unidos? -preguntó sorprendida.

-Negocios ¿Qué más? ¿Tomamos un trago? -sugirió.

No debía, ella lo sabía, su turno empezaba a las cinco y media, nunca había llegado tarde, planeaba que siguiera así, además ya había bebido bastante, empero respondió:

-Por supuesto. -y así se encaminaron al bar más cerca.

Todos los sucesos que siguieron a partir de allí, eran nubes borrosas en su mente, recordaba una voz lejana que le decía:

-No soy un pedófilo Lucy, ni siquiera se me cruza en la cabeza hacer algo como eso, pero tu me gustabas, sabía que estaba mal, era una persona horrible, apenas tenías doce, por eso me aleje de ti, no quería que lo descubrieras y pensaras lo peor de mi, sin embargo aun me gustas, por eso volví -acto seguido Marc le estaba besando.

Y todos volvieron a ser recuerdos vagos, un letrero de un Motel, una cama y sabánas. Pero no le preocupaba en lo absoluto, no había que ser un genio para adivinar lo que sucedió y a ella francamente no le molesto, era un hecho : Había tenido sexo con Marc. Y tan solo había sido eso, sexo, definitivamente no le preocupaba, esperaba volver a verlo, después de todo era su mejor amigo en su época escolar.

Poco tiempo después de estas meditaciones, Edgar, su campañero, visitó su oficina.

-Te tocan los nuevos pasantes, Lucía. -le dijo en cuanto lo invitó a pasar.

-¿Qué? Claro que no, ese ya no es mi trabajo. -respondió.

-Error, el presidente quiere que te encarges de ellos un año más, ya sabes poner el ejemplo y todo eso.

-Mierda. -susurró enojada, odiaba ser titular de los pasantes, la mayoría venían demasiado verdes, de solo pensar en todos los problemas que tenía que arreglar por su clupa; definitivamente mataría al presidente por encargarle algo así.

-Claro que si no quieres... siempre podrías "convencer" al presidente. -sugirió con voz maliciosa.

-Has el favor de callarte e irte no estoy de humor para aguantarte. -le respondió furiosa.

Para cuando levantó la vista ya se había ido.



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En el texto hay: locura, romance, terror

Editado: 31.12.2023

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