Ahora mismo me encuentro en un punto en el que no se si estaré haciendo bien las cosas, en si la decisión que he tomado es la correcta.
Pero siento que sino tomo este camino me volveré loca. Porque por más que pienso en ello más difícil lo veo. Siento que si no lo digo ahora no seré capaz de decirlo nunca. Y esta vez no lo hago por esa persona sino que lo hago por mí misma. Porque necesito decirlo, necesito que esa persona lo sepa. De alguna forma después de decirlo me sentiré aliviada, aunque la decisión que tome no sea favorable para mí. Aceptaré las consecuencias de mi decisión.
Tengo que ser valiente, arriesgarme y si caigo, me levanto, y si conmigo cae alguien más, nos levantaremos. Pero unidos sin dejar de ayudarnos el uno con el otro. Porque estoy segura casi al 100% de que pase lo que pase seguiremos permaneciendo unidos, porque a estas alturas de nuestras vidas, con todas las vivencias vividas juntos, por todas esas muestras de apoyo, por todas esas confidencias, todas nuestras risas, incluso nuestras discusiones nos han hecho como somos, y ya no podemos salir de la vida del otro. Nos hemos dejado huella de una manera u otra, los dos, así que pase lo que pase, vamos a formar parte cada uno de la vida del otro. Siempre. A partir de ahora ninguno de los dos podrá romper ese lazo que nos ha unido, ninguno, por mucho que alguno de los dos se distancie, acabaremos volviendo a estar únicos como siempre nos ha pasado hasta ahora.