Es extraño sentir cosas que ni puedes explicar. Esa sensación que se te queda en el cuerpo es rara y no sabes exactamente porque. Unas veces es como si estuviera bien y sin que nada me importara, y otras veces me entra de repente el bajón.
Y la verdad es que no quiero esa sensación de vacío, esa sensación que te queda cuando te paras a pensar y reflexionar, que viene bien porque te ayuda a pensar que es lo que haces bien o mal, te ayuda a tomar decisiones y buscar soluciones, pero a veces cuando el tema es complicado es como si te dejara un mal sabor de boca.
Pero siento que es bueno pensar las cosas, porque no puedes pasar de ello y hacer como que no ha pasado nada, porque sí ha pasado, o hacer que no nos importa, porque sí importa. Por eso creo que lo mejor es pensar y reflexionar sobre nuestra vida, sobre lo que hacemos y como lo hacemos, porque todo el mundo comete errores, todo el mundo se equivoca y todo el mundo puede aprender y mejorar. Por eso es bueno hacerlo, todos deberíamos hacerlo.
Y sí después de esas reflexiones necesitas consejos o contárselo a alguien, hazlo, es lo mejor que puedes hacer. Contárselo a alguien te puede ayudar, es como quitarse un peso de encima, porque alguien más lo sabe y no cargas con ello tú solo. Además es bueno tener más opiniones. Eso no quiere decir que tengas que hacer o decidir lo que los demás te digan, sino que es bueno tener varios puntos de vista, varias opciones… Pero al final, siempre, vas a tener que ser tú quien tome la decisión, tú y solamente tú.
Nadie más que tú tiene ese privilegio porque es tu vida, y tienes que ser tú quien decida que caminos escoger, que decisiones tomar. Tienes que ser tú capaz de embarcarte en un barco y coger el rumbo que más se ajuste a ti, a tú personalidad, a cómo eres. Esa es una decisión que solo puedes tomar tú, puedes estar aconsejado, pero al final quien decide que hacer eres tú.
Y sinceramente, preocúpate por ti mismo y por tu felicidad, no quiere decir que no te preocupes por los demás también, pero primero de ti, porque nadie más que tú se va a preocupar mejor que tú mismo.
Así que cualquier decisión que se ponga en el camino, cualquier obstáculo, tendremos que ser nosotros quienes elijamos como saltarlo, porque hay que saltarlo, enfrentarse a él, y no vale abandonar.
No dejéis que entre el vació en vuestras vidas, dejad entrar eso que os llena por dentro, esas pequeñas cosas que os hacen sentir bien, que aunque sean pequeñas ocupan más que ninguna cosa. Aprecia eso que tenéis, y lo malo… dejadlo en el olvido.