-Rita: ¡Abuela! ¡Hola! ¿Cómo ha ido el paseo?
-Encina: Muy bien tesoro, ¿dónde está tu hermana?
-Paula: ¡Estoy aquí abuela!
-Encina: Oh aquí estas, os presento a mis nietas, Paula y Rita. Paula es la de azul, y Rita es la de verde.
-Ángela: Encantada de conoceros, mi nombre es Ángela, y estas son mis amigas Charlie y Keira
-Encina: Oh yo me llamo Encina, pero todos me llaman Madre Naturaleza, se curar la mayoría de las enfermedades, se puede decir que soy una experta. Pasad dentro, aquí ya hace frio, y vosotras a la ducha.
-Rita: Jo... Abuela...
-Encina: Ni Jo ni Ja, a la ducha, luego ya jugareis
-Paula: Vamos, ¡es una tonta la que llega ultima! (dijo corriendo)
-Rita: ¡Eh! ¡No es justo! ¡Ya has empezado!
-Charlie: Mira, ¿a quién te suena eso?
-Ángela: Jeje, fue una vez, olvídalo jejeje
-Charlie: Ya... Señora Encina, ¿puedo hacerle una pregunta?
-Encina: Por supuesto, pero me puedes llamar solamente Encina si quieres
-Charlie: Esta bien, Encina, ¿a qué se refería cuando dijo que nadie puede salir de aquí?
-Encina: Llevo aquí treinta-i-dos años, Paula y Rita me las encontré cuando todavía eran unos bebes, y las crie como si fueran mis nietas. Al entrar en este sitio, me encontré a unos hombres, que ahora ya son muertos, y me dijeron que había una leyenda donde cuatro chicas legendarias guardianas, algún día, nos salvarían de este lugar, han pasado treinta-i-dos años, y aun las sigo esperando, pero mi esperanza se va debilitando a medida que pasa el tiempo. Ahora mismo tengo 69 años, ya estoy vieja.
-Keira: Y las chicas, ¿saben como se llaman, o como son?
-Encina: Solo se sabe que son cuatro guardianas, nadie sabe nada de ellas, ni las ha visto nunca. Pero bueno, basta ya de contar tristezas, ¿queréis algo? Un vaso de leche, agua, zumo, comida, ¿tenéis hambre?
-Charlie: Sinceramente yo no tengo nada de hambre ni de sed.
-Ángela: yo solo un vaso de leche
-Keira: yo también
-Charlie: Yo no (se levanto y miro por la ventana)
-Ángela: Ponle, seguro que lo necesita
-Encina: De acuerdo, entonces tres vasos de leche
(Keira y Ángela se miraron preocupadas, y se acercaron a Charlie, que estaba mirando el cielo estrellado por la ventana)
-Ángela: Charlie... ¿qué te pasa? Estas muy rara desde que tuvimos el accidente en la atracción
-Charlie: Es que no se qué me pasa, siento que yo ya he estado aquí, y no sé porque, supongo que lo habré soñado, pero no estoy segura.
-Keira: ¿Te suena familiar?
-Charlie: Si, y mucho, cada vez más
(En ese mismo instante, llamaron a la puerta, Encina trajo los tres vasos y abrió la puerta para ver quién era)
-Encina: ¿Quién eres?
-Tomás: Señora Madre naturaleza, me llamo Tomás, he venido porque quiero hablar con las tres chicas que tiene en su casa
-Ángela: ¿Nosotras? (pensó mientras se acercaban)
-Charlie: ¿De qué quieres hablar?
-Keira: y lo más importante, ¿Quién eres tú?
-Ángela: Keira, ya lo ha dicho, se llama Tomás
-Keira: ¡Ah! Jaja no lo he escuchado
(Tomás entro y mientras las chicas se sentaban, Tomás dejo una cámara invisible voladora, para que su jefe pudiese escucharlas y verlas, sin ninguna sospecha) (Tomás se sentó y empezaron a hablar)
-Tomás: Estáis en un lugar llamado Hatsu Shi, que significa, muerte de corazones en japonés
-Keira: Vaya significado
-Tomás: ya...bueno, soy un gran amigo de Lord Will
-Keira: ¿Lord Will?! ¿Ese ingrato de hombre? ¿Dónde está? ¡Le voy a dar una buena paliza!
-Ángela: Keira, relájate
-Tomás: Bueno, como iba diciendo, la clave de esta visita, es que nos dejáis en paz
(En ese mismo instante, llamaron a la puerta muy fuerte PUUM PUUM PUUM)
-Keira: ¡Que susto! Dios santo, ¡Jesús de mi vida!
-Ángela: ¿Tu desde cuando has sido tan católica?
-Keira: Nunca lo he sido, pero, es lo que se dice, cuando te han dado, un susto de los gordos.
-Ángela: Si pero también puedes decir alguna palabrota para desahogarte
-Keira: También, pero no quiero parecer una mal educada frente a Encina y sus nietecitas
-Charlie: Pero si hace rato que se han ido a dormir
-Keira: ¿¿Qué?? A mí no me han dado un beso de buenas noches...
-Encina: Estaban tan cansadas que se quedaron dormidas, y las tuve que poner a dormir
(PUUM PUUM)
-Ángela: ¡¡Aaigh!! ¿Quién es? No toques la puerta así, ¡hombre! (Dijo yendo hacia la puerta) ¿¡Quien eres y que quieres?! (De un portazo abrió la puerta y alzo la voz muy fuerte que despertó a las gemelas)
-Nathael: Vaya modales, así no es como debe hablar una señorita
-Ángela: ¡¿Nathael?!
-Nathael: En carne y hueso, deberían enseñarte a ser un poco más educada
-Ángela: ¿Tú me vas hablar a mí de modales? Eres tu quien ha golpeado la puerta muy fuerte