No entiendo como lograron entrar al patio y estaban tocando la puerta, si fueran amigos de Ezio ya hubiesen entrado... Si fueran soldados ya hubieran dicho su "En nombre del rey, abra la puerta" y si fueran conocidos míos al menos dijeran quien es.
¿Será Sven? Quizás es una de sus bromas estúpidas.
Ezio sigue en calma, observa todo en silencio sin intentar nada, sentí muy mal rollo.
Camino hasta la puerta sospechando de todo. Intento escuchar cualquier sonido que me de indicio de quien estaba afuera, pero nada ocurre.
Quito el seguro de la puerta y la abro cuidadosamente, el silencio hacía la tensión mucho mayor de la que debía haber.
No vi nada sospechoso hasta que alguien salió del campo de donde no tenía visión y me clavó un puñal en el abdomen. Jamás olvidaré aquellos ojos verdes que miraban con orgullo su cometido, Molina frente a mí con su sonrisa nerviosa sostenía el arma con la cual me hirió.
—Te dije que ibas a ser mía de una u otra manera —Dijo mientras me empujaba al suelo— Y como no quisiste a las buenas no tuve otra opción.
Estoy en el suelo, toco mi herida y siento preocupación al notar que mi sangre sale fluidamente de mi abdomen, creo que voy a morir.
Aún conservo algunas fuerzas así que las uso para tratar de quitarlo de encima de mí, lastimosamente la perdida de sangre comienza a ponerme cada vez más débil. Pasa el tiempo y yo ya no tengo voluntad, mis brazos ceden y Molina besa mi cuello, no pongo resistencia alguna.
Mi cabeza gira para mirar hacia la puerta mientras siento unas manos tocar mi cuerpo, mi mente comienza a divagar entre mis recuerdos: Recuerdo a Sven en esa misma puerta diciendo que me ponga abrigo y que desayune algo mientras yo le digo que no tengo tiempo, que Amparo me está esperando en la plaza y si hace frío lo aguantaré, luego me voy rebeldemente.
Mis recuerdos se vuelven borrosos al igual que mi vista, voy a perder la conciencia mientras este imbécil se aprovecha de mí. Aún no lograba desvestir mis piernas, pero estaba cerca. Sentí como bajó mi pantalón y acariciaba con maldad mis muslos.
De repente lo quitan bruscamente de encima, con las pocas fuerzas que me quedan intento mirar que pasa ¿Será una alucinación? No logro ver nada, no pude mover la cabeza para mirar, solo escucho.
—Con que aquí te escondías, cobarde —Dijo Molina asustado— Sabía que aquí vivían traidores, pero no que también asesinos.
—¿Insultos a la primera? ¿Dónde dejas el drama? —Era la voz de Ezio.
Del lado donde tengo la vista lanzan bruscamente a Molina contra la pared, cae contra el suelo inmovilizado por el miedo.
—Voy a dejar que cumplas tu cometido con Lux —Dijo Ezio con una risa que reflejaba su estado de éxtasis— Pero hagámoslo interesante.
Suena un disparo y Molina grita a la par de retorcerse, Ezio le había disparado entre las piernas mutilando sus genitales, ya no hay nada en su entrepierna.
—Ahora intentalo —Tomó del cuello a su victima y lo lanzó cerca de mí— Quiero que otra vez intentes profanar a mi obra maestra.
—¡Estás loco! —Gritó Molina a la par de lamentarse— ¡Asesino!
—El guion de tu vida lo escribió un idiota —Dijo Ezio mientras desenvainaba su espada— Déjame arreglarlo con un final digno.
Acerca su filosa espada a la pierna de Molina.
—¡Uno! —Dice Ezio a la par de cortar la pierna derecha de su victima como si fuese res— ¡Dos! —De forma más brusca le amputa la pierna izquierda— ¡Tres! —Hizo un corte preciso en el codo y le amputó el antebrazo— ¡Cuatro! —Hizo otro corte certero para dejar sin extremidades a su victima.
Molina gritó demasiado, lastimosamente nadie a esta hora pasa por aquí, aún no es hora de salir a comprar pan. La sangre cubría gran parte del suelo, comencé a sentir sueño.
—A esta obra la llamaré "El artista sin instrumentos" —Afirmó Ezio mientras Molina perdía conciencia por el dolor— O... "El violador sin pene"... No, debe ser algo poético. Te verás muy bien en la plaza. Lástima que debo esperar a la noche para estrenar mi nueva obra.
Ezio se acerca a mí, se pone de cuclillas y acaricia delicadamente mi cabello, mejillas y mira mi herida detenidamente.
—Vas a ser mi mejor obra y te voy a cuidar como tal.
Me desmayé.