Sweet Pain

Capítulo 18 "Credo"

Mi primer sospechoso fue Sven, luego creí que Altair no estaba muerto y estaba detrás de todo esto, luego creí que era uno de mis amigos, ahora no estoy segura de nada.

Llámenme enloquecida, no loca.

La máscara que tanto quise quitar se quitó sola y estaba sobre la mesa ¿Quién la ocupaba? Un hombre común y corriente.

Miro sus rasgos, definitivamente no es de aquí, parece ser europeo por sus características faciales, es la primera vez que veo a una persona con el cabello rubio natural, creí que era la única que lo tenía de ese color naturalmente. Creo que es el hombre más bello que he visto, maldita sea sus ojos, no son azules ni verdes pero son oscuros, hipnotizan con solo verlos.

No, concéntrate Lux. Es tu oportunidad de saber todo.

-¿Porqué? -Pregunto mientras me quito la máscara- ¿Tú plan fue este? ¿Retirarte, luego organizar una fiesta de máscaras para dejar tus crímenes y fingir que nada ha pasado?

No responde, solo me mira y sonríe irónicamente a la par de arrugar el entrecejo.

-Ya estoy harta de ti, todo este maldito tiempo te creíste un ser divino y perfecto, pero bien qué huiste cuando Sven te dejó arrastrándote en el suelo luego de perdonarte la vida. No eres tan magnifico después de todo.

Sigue sin responder, es más, su expresión facial se mantiene estática.

-Si te escucharas dos segundos entenderías lo fastidiosa que eres -Dice.

-Idiota.

-Perdón princesa -Dice irónicamente- ¿Te rompí una uña con mis palabras?

-¿Sabes qué? -Me levanto- Jódete.

-No tan rápido -Levanta un poco su camisa y enseña una pistola- Llegó el momento. No hubiese querido que sea así, pero así son las cosas.

Una pistola común y corriente, pasa su mano por ella para hacerme saber que está dispuesto a usarla. Maldita sea, me va a matar. Me hubiera puesto algo mejor.

Pienso en muchas cosas, en si en realidad mi vida es tan patética para que mi muerte también lo sea, al parecer sí.

¿Morir? No tengo nada mejor que hacer hoy, aunque me aturde la idea de que tenga planeado este loco para mí ejecución.

Recordando me doy cuenta de que cuando dijo que me iba a matar afirmó que yo sería la cuarta víctima, eso quiere decir que la víctima sorpresa, mi padre y Sven... No puede ser posible. Quizás por eso Sven jamás volvió, no, imposible ¿Cómo, cuándo?

Sin decir nada se levanta, toma mi brazo y contra mi voluntad me toca acceder, tiene un arma y yo no, además de que mide casi 20 centímetros más que yo, está fuerte y por la confianza que tiene supongo no es buena idea enfrentarlo, debo esperar el momento adecuado. Nos ponemos nuestras máscaras y salimos del lugar.

Avanzamos sin levantar sospechas, con las caras tapadas nadie nos mira, nadie nos escucha ni nos presta atención, nadie está de chismoso esta vez, por primera vez no, justo cuando lo necesito.

Caminamos media ciudad, llegamos al campo de flores, subimos la loma, caminamos los últimos metros antes de llegar al destino y cuando avistamos la casa de Ezio da un disparo al aire, me asusto y doy media vuelta.

-Estás loco -Digo nerviosa- Bueno, si me vas a matar solo te pido una cosa, en la cara no.

Me mira serio, se quita la máscara y centra su mirada hacia la casa. Esperamos unos momentos en silencio, se abre la puerta despacio, de ella sale Ezio con su atuendo habitual junto con su máscara.

¿Qué rayos pasa?

-Nathan -Dice Ezio- Hermano ¿Qué haces en esta tierra saqueada, tierra de nadie?

-Primero que nada -Responde el sujeto sin máscara- Esta mujer es insoportable, estuve a punto de hacer que me digas dónde estabas usando un martillo. Segundo, partí de Italia hace un tiempo, pero antes de llegar al puerto del Callao en Perú un idiota hundió mi barco por robar lo poco de vino que teníamos y cuando caí al mar vi el nombre del barco que nos atacó "Nevs iLux", cuando termine mi misión iré a vengarme. Pero a lo importante. He venido a recoger unos papeles que debiste enviar hace 2 años.

¿El hermano de Ezio? ¿Qué? ¿Italiano? ¿Martillo?

-El señor Beethoven me envió personalmente a recoger y enviarle las composiciones que te encargó -Continúa su diálogo- Dijo que es lo único que le falta para estrenar su 9na sinfonía ¿Los tienes?

-Por supuesto -Responde Ezio- El señor Beethoven debe comprender que ayudarle con una obra tan extensa demora, terminé hace poco.

-Puedes irte -Exclama Nathan- Si necesitas cualquier trabajo sea lo que sea por un precio lo puedo realizar.

-Lux -Dice Ezio sin voltear a ver- Gracias por cuidar de mi gato perdido.

Miro como el gato de la mancha café pasa por mi lado y corre hasta entrar a la casa de Ezio junto con los dos hermanos, se cierra la puerta y sin pensarlo dos veces corro lo más rápido que puedo, atravieso calles y empujó a una que otra persona.

Toco la puerta de casa casi que golpeándola, demoran un poco, pero al fin Amparo abre, me mira agitada y cansada. Atravieso el patio, la sala y cuando trato de abrir la puerta del cuarto donde supongo está Aniki.

-Lux no -Dice Aniki- Estoy vistiéndome.

-Escucha -Digo emocionada mientras me quito la máscara- Acabo de conocer a un italiano, es el el hermano de Ezio, Nathan.

-Antes había un loquito por ahí suelto, ahora son dos -Dice Aniki a través de la puerta- Genial.

-Escúchame -Digo interrumpiendo- Me dijo que si necesito un trabajo, sea lo que sea si le pago puede realizarlo.

-¿Y ahora qué locura tienes en mente?

-Tenemos una máquina y material para hacer dinero para vivir 3 vidas, si le ofrecemos una buena suma podremos librarnos de los españoles, podremos hacer de Quito una ciudad libre, podrás cumplir la promesa que le hiciste a Domingo.

La puerta se abre, despeinada y seria me mira.

-¿Y cómo sabes que no te va a estafar y se va a ir con el dinero?

-Viajó de Europa a este continente, se hundió su barco en Perú y por cumplir su trabajo caminó hasta Quito, todo por enviar a Viena unos papeles.



#5467 en Thriller
#3086 en Misterio
#13426 en Otros
#1052 en Novela histórica

En el texto hay: historia, romance odio, misterio asesinato drama

Editado: 04.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.