Al día siguiente, Valentina estaba en el colegio intentando concentrarse en clase, pero no podía dejar de pensar en el mensaje que había enviado a Lucas. Cada vez que él la miraba, sentía que su corazón latía más rápido.
—Vale, tenés que arreglar esto antes de que sea un desastre total —dijo Camila, sentándose a su lado y enseñándole su teléfono—. Mirá, vamos a hacer un TikTok viral para Adrián. Así te responde y listo.
—No sé, Cam… ¿y si me sale mal? —dijo Valentina, ya sudando un poco.
—Va a salir bien, confía en mí —insistió Camila, con su típica seguridad exagerada—. Solo seguí los pasos: música trendy, filtros divertidos y un mensaje coqueto.
Valentina suspiró y empezó a grabar. Hizo un bailecito ridículo, puso un filtro de corazones flotando y terminó diciendo frente a la cámara:
"Si estás viendo esto, Adrián… sí, me refería a vos 😳"
Lo peor fue que, justo en ese momento, Lucas pasó por el pasillo y vio el TikTok en la pantalla de Valentina. Sus cejas se fruncieron y luego soltó una risa contenida.
—¿Otra vez vos y tus ideas locas? —dijo Lucas, cruzando los brazos y sonriendo de manera rara.
Valentina se puso roja como un tomate y murmuró:
—No… no es lo que parece…
Pero claro, para Lucas no parecía tan “no lo que parece”. Empezó a sentir algo que no había sentido antes… un poquito de celos.
Esa tarde, mientras Valentina esperaba una respuesta de Adrián, Lucas le escribió un mensaje:
"Vi tu TikTok… interesante 🙃"
Valentina leyó el mensaje y casi se desmaya. ¿Interesante? ¿Eso era bueno o malo?
—Camila, creo que lo estoy complicando todo —dijo Valentina, tirando el celular sobre la cama.
—No digas eso… ¡esto recién empieza! —respondió Camila, mientras ya planeaba su próximo “plan viral” para ayudar a Valentina a conquistar a Adrián—.
Y así, entre TikToks, mensajes y miradas sospechosas, Valentina empezaba a darse cuenta de que lo que parecía un enredo con Adrián podía volverse mucho más complicado de lo que imaginaba… y Lucas no estaba tan fuera de la historia como ella pensaba.