Al día siguiente, Valentina estaba en la cafetería del colegio con Camila, tratando de comer algo mientras su mente estaba 100% ocupada por Lucas y Adrián.
—Vale, tenés que admitirlo… —dijo Camila, mordiendo un pedazo de galleta—. Lucas está actuando diferente.
—No… no puede ser —dijo Valentina, girando los ojos—. Solo es mi amigo, nada más.
Pero justo en ese momento, Lucas pasó por la mesa para saludarla… y Valentina notó cómo se le iluminaba la sonrisa cuando vio que ella estaba con otra persona. Un poquito de celos, sin dudas.
—¿Todo bien, Vale? —preguntó Lucas, tratando de sonar casual.
—Sí… todo bien —respondió Valentina, intentando no parecer nerviosa—. Solo… comiendo.
Camila le dio un pequeño codazo y susurró: “¡Lo ves! ¡Eso no es normal!”
Más tarde, Valentina decidió escribirle a Adrián para que respondiera al TikTok, pero cada mensaje que le llegaba de Lucas la hacía enrojecer y preguntarse qué estaba pasando.
"¿Así que te gusta Adrián?" —le escribió Lucas, con un tono extraño que Valentina no podía descifrar.
—No… no exactamente… —tecleó Valentina, dudando de cada palabra.
Al mismo tiempo, Adrián le respondía con emojis de corazones y risas, haciendo que todo se volviera un caos de sentimientos y confusiones.
Valentina suspiró y se tiró en la cama esa noche, pensando:
"¿Por qué cada vez que Lucas me mira siento algo raro? ¿Y por qué Adrián me hace reír tanto? Esto es un lío total 😅"
Camila, desde el chat, le escribió:
"Te dije que esto iba a pasar… ¡y yo lo estoy viendo todo desde el primer TikTok!"
Valentina solo pudo reír, aunque con un nudo en el estómago. Lo que había empezado como un simple mensaje equivocado ahora se estaba transformando en un verdadero enredo romántico, y ella no tenía idea de cómo terminaría.