Swipeando el corazón

Swipeando el corazón

Valentina estaba en su habitación, enviando un mensaje rápido a Camila:
"No puedo creer todo lo que pasó hoy… Lucas me vuelve loca 😳"

Camila, como siempre, respondió de inmediato:
"¡Te lo dije! Solo tenés que admitirlo 😏"

Valentina suspiró y miró su teléfono. Pensó en Adrián, en los TikToks, en las caídas, en los perros… pero sobre todo pensó en Lucas. Cada sonrisa suya, cada gesto torpe que lo hacía tan adorable, se le quedaba grabado en la cabeza.

Esa tarde, Lucas le mandó un mensaje:
"Vale… hoy fue un desastre total… pero me divertí un montón contigo 😅"

Valentina no podía evitar sonreír mientras escribía:
"Yo también… aunque algunas cosas fueron muy vergonzosas 😳"

Después de unos minutos de silencios y emojis, Lucas escribió otra vez:
"Vale… yo… creo que siempre te estuve mirando diferente. Siempre 😏"

Valentina sintió que se le aceleraba el corazón. Finalmente se decidió a escribir:
"Yo… yo también, Lucas 😳"

Y así, entre mensajes, risas y recuerdos de un sábado desastroso, Valentina se dio cuenta de que lo que había estado buscando no estaba en Adrián, sino justo frente a ella todo el tiempo: Lucas.

Al día siguiente en el colegio, Lucas la encontró en la entrada y, sin decir nada más, le tomó la mano y le dio un abrazo. Valentina se rió nerviosa, sonrojada y feliz al mismo tiempo.

—Esto… esto es un buen desastre, ¿no? —dijo Valentina.

—El mejor de todos —respondió Lucas, sonriendo ampliamente.

Y así, entre risas, mensajes equivocados y planes que salieron mal, Valentina y Lucas descubrieron que a veces el amor está en los lugares más inesperados… y que los errores pueden ser mucho más divertidos de lo que uno piensa.




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