T-mp Walker: una nueva amenaza

La Orden de los Unísonos

En las profundidades del océano, llacía una ciudad, la Atlantida, donde habitaba una raza casi perfecta: los Chtulhus. Criaturas ancestrales dotadas de una sabiduría inigualable, observaban con preocupación cómo la guerra desatada por los Cepers se expandía sin control. Su consejo supremo debatía una solución antes de que la amenaza alcanzara su territorio. Sin embargo, enfrentarse directamente al enemigo sería un suicidio. Los Cepers los superaban en número, y la derrota sería inevitable.

El rey de los Chtulhus, desesperado, escuchó una propuesta audaz. Un miembro del consejo sugirió formar un grupo de guerreros excepcionales, individuos con habilidades únicas provenientes de distintas regiones del planeta. En lugar de una guerra frontal, su misión sería acabar directamente con el rey de los Cepers. La mayoría del consejo rechazó la idea de inmediato, considerándola una locura. Pero el rey, con una mirada resuelta, decretó que la discusión había terminado. La misión debía llevarse a cabo.

Se hablaba de una antigua leyenda: el dios Chtulhu. Sin embargo, llevaba siglos desaparecido. En su lugar, su hijo, el semidiós Chtu, tomó la responsabilidad. Guerrero de nacimiento, aceptó sin dudar y partió en busca de los más valientes para librar la batalla decisiva.

Su primer destino fue Stig, la región de los humanos. Allí buscó a Plath, un hombre bendecido por los dioses desde su nacimiento. Su cuerpo era un arma viviente: superfuerza, resistencia inquebrantable, inteligencia superior, velocidad sobrehumana y una destreza incomparable. Pero Plath no estaba solo. Junto a él se encontraba un Ceper, uno diferente a su raza. No compartía la sed de conquista de su pueblo. Él solo quería terminar con la guerra, pues sentía que su verdadera misión era restaurar la paz, su nombre era Syncra

El siguiente destino fue el continente de los Bolkings, donde Chtu encontró a Clo, el guardián de sus fronteras. Su propósito era impedir la entrada de intrusos, pero con la guerra en marcha, su único objetivo ahora era proteger a los que aún luchaban por su libertad. Su única condición para unirse: que la guerra terminara lo antes posible.

En Valhar, tierra de los Forjantes, la situación era distinta. Era el territorio más protegido, y los Cepers apenas habían logrado posicionarse en la costa. Allí, Chtu buscó al guardián del rey, el legendario Sir Luminor. Como condición para unirse a la causa, Luminor pidió llevar consigo a su fiel androide, 7.77, un ser programado para la lealtad absoluta y el combate sin igual.

Cuando el rey vio al equipo reunido, supo que la esperanza aún no estaba perdida. No eran solo guerreros. Eran la clave para terminar con la guerra. Y así, con una voz firme y solemne, los nombró: Los Unísonos.



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En el texto hay: ciencia ficcion, guerra, aliengenas

Editado: 15.03.2025

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