No habían trascurrido muchos días desde que Amelie había llegado a la residencia King.
Desde ese suceso, las cosas se habían puesto un poco tensas, ya que Amelie había llegado con la intensión de reencontrarse con Kay y volver a ser la pareja que ella recordaba. Julie era considerada una piedra en su camino.
Después que Julie se enteró del pasado de ambos, decidió hacer un pequeño concurso con Amelie para ver quién era la que se quedaba con él. Era una propuesta justa que ambas aceptaron, sin saber en lo que se metían.
Kyle, por su parte, se había quedado por un corto tiempo, para después retirarse de la residencia. Ray, el padre de Kay, sospechó de ese extraño movimiento, pero no le dio mucha importancia. Aunque él revelara dónde se encontraba este lugar, sería imposible que entrase, no importa qué armamento se use en el proceso.
La casa King continuó su día a día, Ray y Alessandra jugaban con Kaly por las mañanas, mientras que arreglaban el jardín o recorrían la casa. Julie se levantaba a entrenar todos los días, pasando cada vez menos tiempo con Kay, el cual comenzaba a sospechar que algo raro estaba sucediendo.
Amelie y Melissa, por otra parte, permanecían la mayor parte del tiempo a solas. Melissa, debido a su ceguera, no podía seguirle el ritmo a su hermana, por lo que dejaba que sus abuelos la cuidaran. Ella se la pasaba la mayor parte del tiempo sentada en una pequeña silla de madera al frente de la casa, mientras que Amelie apenas si salía de su habitación.
Con el pasar del tiempo, cada vez estaba más cerca el Juego, por lo que Kay tenía que enfocarse en algo muy importante, la recolección de piezas. Actualmente, solo hay tres integrantes del equipo Negro; Kay, Julie y Melissa, por lo que es necesario juntar a otros trece para poder participar del Juego.
Amelie no estaba exenta, pero, debido a que había aceptado un trato de Central, ellos le proporcionarían un equipo antes de participar, por lo que no tenía que preocuparse.
“Cada quién su asunto” ¿no?
Ya lo veremos.
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Desperté.
El sol estaba ya en lo alto del cielo, me había quedado dormido.
Aunque no sea un gran fanático de levantarme temprano, últimamente he batallado con despertar de mañana. No sé si es porque apenas logro conciliar el sueño pensando en todo lo que me han dicho estos últimos días, es una sensación terrible.
Como sea, dejemos eso para otra ocasión.
Me levanto de mi cama y camino hacia el armario. No tengo ni la menor idea de qué haré hoy, por lo que simplemente escojo un pantalón y una sudadera de color gris. Dirijo mi atención al lado de Julie en la cama, vacío. La mesa de noche estaba vacía, tan solo un pequeño cilindro largo color negro permanecía en esta.
No se trataba de otra cosa más que un reloj. Debido al avance reciente de la tecnología, los aparatos comunes son cada vez más pequeños. Pulsé uno de los botones sobre el aparato y se proyectó una pantalla sobre este, mostrando la fecha y la hora actual.
10/Nov/3XIX00 – 12:31 P.M.
Suspiré. Cada vez faltaba menos tiempo para la llegada del Juego. A propósito, hace un par de días atrás se llevó la revelación de los participantes. Si bien no estaba interesado mucho en todo lo que Central hacía con respecto al Juego, esa presentación era algo que tenía que ver para informarme sobre mis posibles oponentes.
No contaba con el hecho de que alguien filtró mi existencia a Central, haciéndome aparecer al final del programa junto a Amelie y a un tercer Rey desconocido. Recuerdo que estábamos todos reunidos en la sala observando la transmisión. Julie estaba aportando datos importantes mientras pasaban los participantes, hasta que aparecimos en pantalla.
La imagen detrás de los presentadores cambió a Blanco, Gris y Negro, mostrando dos rostros y una silueta. Julie se sorprendió, pero Amelie se mantuvo tranquila, como si supiera que esto iba a suceder.
Ella, en el momento en que nos mencionaron como posibles participantes, se abalanzó sobre mí, casi derribándome del sillón donde me encontraba. Como ambas, Julie y Amelie, se estaban comportando un poco extraño, el sillón largo era mi lugar designado, ya que se sentaba una a cada lado. Es un poco incómodo explicar a Kaly lo que sucede, así que le dejaré ese trabajo a Melissa.
Solo espero que ella vea lo que sucede.
Desde ese día, Julie se ha vuelto un poco más distante. Es muy raro que nos encontremos en la habitación, ella llega a altas horas de la noche y se va apenas saliendo el sol. Siento que me hace falta.
Suspiro mientras me alejo de la mesa de noche de Julie, la proyección del reloj desaparece tras unos cuantos segundos.
Caminé hacia uno de los baños, en específico, el que tenía la bañera, y comencé a desvestirme. Quería darme una buena ducha antes de salir de mi habitación.
Unos momentos después, escuché cómo alguien entraba al cuarto. Estaba seguro que Amelie estaba ocupada en quién sabe qué cosa, por lo que se debía de tratar de Julie. Me envolví en una toalla cercana y abrí lentamente la puerta del baño.
Tal y como había pensado, Julie era la que había entrado en la habitación. Estaba vestida con un traje de entrenamiento de color negro, el cual usábamos para dar realismo en algunas ocasiones. Debido a que en el Juego se trata de explotar al máximo las habilidades de una persona, se usan equipamientos especiales que permiten al usuario usar su habilidad por sobre su límite por un corto período de tiempo.