Capítulo X

Tras esperar un buen número de horas, logré captar que alguien entró a la habitación trasera de la casa, ubicada en el primer piso.

Ya la noche había caído desde hace tiempo, por lo que la mayoría debería de estar en sus habitaciones, a excepción de una persona.

Salí lentamente de la habitación, tratando de hacer el menor ruido posible. Vestía un conjunto de color negro, el cual usaba de vez en cuando tenía que moverme por espacios oscuros o con escasa luz.

Bajé por las escaleras que estaban ubicadas frente a mi cuarto y llegué a una especie de pasillo que conectaba unas pequeñas habitaciones con la sala. En uno de estos pequeños, cuartos, hasta el fondo, había una pequeña puerta que daba paso a un corredor con salida a la parte trasera de la casa.

Como estoy justo debajo de mi habitación, es obvio que me daré cuenta de quién pasa por este lugar.

Camino lentamente, tratando de hacer el menor ruido posible.

No tardé mucho en recorrer el pequeño pasillo que se extendía hasta un cuarto ubicado en la parte trasera de la casa. Al llegar a este, noté que la luz en su interior estaba encendida, lo que indicaba que había alguien dentro de esta.

Abrí lentamente la puerta y miré, encontrando la figura de Julie frente al escritorio ubicado casi al fondo de la habitación. Ella sostenía en sus manos una especie de radio.

Tomé mi perla y la usé par pasar desapercibida. Después del primer encuentro que tuve con Kay, me enseñó a cómo usarla para hacerme invisible por un momento, lo cual resultaba útil cuando necesitaba escapar o esconderme.

Esta vez, usaría lo que aprendí de él para espiar a su actual pareja.

Ella escuchó el sonido chirriante de la puerta y volteó hacia donde estaba, pero no logró verme.

–Seguramente fue el viento –comentó.

Una vez dentro de la habitación, avancé lentamente para evitar el ruido de mis pisadas y llegué a unos escasos metros de donde Julie estaba. Podía escuchar perfectamente su conversación.

–¿Estás seguro de lo que dices?

Una voz masculina era emitida como respuesta desde la vieja radio.

–Es correcto, hay que comenzar a movernos antes de que se den cuenta. Tenemos que apresurarnos, ya que no hay mucho tiempo.

–Lo sé, pero no puedo apresurar el proceso.

Yo no tenía ni la menor idea de a qué se refería, pero serviría para usar eso en su contra. Lo único que tendría que hacer es hacer que Kay escuche pequeños trozos de su conversación para que desconfíe de ella.

Sí, ese plan no tiene falla.

–¿Y cómo está el Rey Negro? ¿Alguna novedad?

Es en ese momento donde puse toda mi atención a la conversación. Sin duda estaban hablando sobre Kay, así que era de suma importancia recopilar información.

Rápidamente comencé una pequeña grabación de audio en la perla, la cual no podía ser modificada de ninguna manera, por lo que debería tener cuidado con el uso que le dé. La plática entre Julie y el hombre desconocido continuó.

–Recientemente hemos sido visitados por un tipo que decía ser de Central.

Julie habló sobre la repentina visita de Kyle a la residencia Moon, además de hacer mención de mí en el pequeño informe que hacía. Podía escuchar como su voz sonaba diferente cuando me nombraba o hablaba sobre mí. Podía sentir desprecio en sus palabras.

Bueno, tampoco es algo que me moleste mucho, ya que es un sentimiento mutuo.

Ellos continuaron hablando.

–Pasando a otro, recibiste la información que te envié.

–Sí, ya he revisado la lista de los candidatos y he seleccionado a dos que me gustaría tenerlos.

–Sabía que te iban a convencer.

Me acerqué un poco más al escritorio para ver los documentos que Julie estaba leyendo. Parece que su práctica matutina era, hasta cierto punto, una farsa.

—No puedo creer que todo esto esté sucediendo a mis espaldas.

Si hubiese descubierto esto antes, Kay ya estaría de mi lado. Es mi culpa por no darme cuenta de lo que sucedía.

Pero no importa. Ahora que sé lo que está sucediendo, no hay manera que deje pasar la oportunidad de voltearle el juego a Julie. Estoy segura que ella está confiada en que ganará ya que es la actual pareja y Kay apenas se acuerda de mí. Lo que no sabe es que está jugando en mi territorio, y nadie me gana si estoy de local.

Volví a poner atención a la conversación de ambos para darme cuenta de algo importante, algunas de las personas que estaban en los documentos que Julie sostenía eran personas que pertenecían a Central, o llegaron a pertenecer a esta.

Eso hará más fuerte mi acusación en su contra. Además, Kay debe estar familiarizado también con algunos nombres, ya que, según escuché alguna vez, llegó a dirigir una base importante, por lo que tenía acceso a más información que el promedio de los miembros del ejército.

Esto no podía salir mejor para mí.

Soporté las ganas de reír y simplemente mostré una sonrisa en mi rostro.