–¿Dónde estoy?
No recuerdo nada de lo que ha sucedido. La habitación en la que estoy se encuentra completamente oscura.
Puedo sentir que estoy atada a algo, ¿qué es lo que me sucede?
La última memoria que tuve es estar corriendo por el bosque mientras escapaba de algo, ¿qué demonios sucede conmigo?
—Ya sé, usaré mi perla, así que libraré más fácilmente.
No responde. No hay ni siquiera el característico brillo dorado que esta emite cuando se usa. ¿O es acaso que estoy ciega?
No, incluso un ciego podría ver destellos de ese resplandor. No puedo explicarme nada de lo que sucede. Todo lo que me rodea es completamente desconocido.
A ver, al menos debo recordar mi nombre.
Sí, soy Vanessa Moon, mejor conocida como Van. Tengo poco más de veinte años y tengo una pareja.
Pareja, pareja.
Cierto, ¿dónde está Ryan?
Recuerdo que la última vez que lo vi, estábamos combatiendo contra el preludio. En ese instante, el mundo se volvió un caos y nos separamos. Yo no iba a descansar hasta que lo encontrara.
Unos meses más tarde, nació nuestra hija. No recuerdo bien su nombre, ni siquiera me acuerdo de su rostro.
¿Qué es lo que me sucede?
Soy una madre terrible que simplemente elimina de su memoria a su hija y pierde a su pareja en un fenómeno inexplicable.
¿Qué más puedo pedir?
Mis movimientos están limitados, por lo que no puedo limpiar las lágrimas que comienzan a brotar de mis ojos.
Sé que lo he perdido todo, y que es mi culpa. Hice que Ryan hiciera el trabajo que me correspondía, incluso Astrid pudo haberlo hecho, ya que también es de mi familia. Aunque, me dolería más perderla como pasó con Lenna.
No sé qué más hacer.
Además, no tengo ni la menor idea de cuánto tiempo he vivido. Sé que dije que apenas tengo poco más de veinte años, pero eso es lo que recuerdo.
Si todo es real, mi cuerpo renacerá una y otra vez, al igual que mis hermanos y hermana.
Entonces, ¿eso significa que Ryan también podría renacer?
Tal vez lo encuentre en esta época y podamos volver a ser felices por toda la eternidad. Sí, es una idea que me gusta.
¿A qué me refiero con el “si todo es real”?
Bueno, nosotros siete; mis hermanos, Ryan y yo, obtuvimos una maldición al enfrentar al PRELUDIO. El castigo era renacer hasta el fin de los tiempos. Nunca descansaríamos en paz, ya que, al momento de morir, nuestra alma sería transportada a otro recipiente, y así sucesivamente.
Es una verdadera pesadilla.
Tener que repetir lo mismo una y otra vez, solo por el hecho de haber enfrentado una calamidad. No es justo que solo siete seamos marcados y miles de millones queden simplemente limpios.
Pero, también me alegra no haberlos involucrado, así no hay más personas sufriendo como nosotros.
Ya perdí la cuenta de las veces que he llorado por Ryan. Sé que él me está buscando, y lo hará hasta que me encuentre, no importan los años que pasen. Yo estoy completamente segura de que mantendrá su promesa.
—Aún te sigo esperando.
De repente, oigo voces que me sacan de mis pensamientos.
Un par entra a la oscura habitación en la que me encuentro. Las luces se encienden, mostrando los rostros de los dos visitantes. Si tuviese mi perla, acabaría rápidamente con ellos.
–Veo que te has despertado. De verdad me preocupaba que no lo hicieras antes del Juego, después de todo, serás la atracción principal.
Lentamente, el hombre camina hacia donde estoy y comienza a desatar mis pies. Mi primer instinto es patearlo, pero él lo esquiva con facilidad, como si esperara esa reacción.
–Eres completamente previsible, además, ni siquiera podrás tocarme con ataque tan débiles.
Sin detenerse, libera ambas piernas y luego desata mis manos. No tengo idea de lo que sucede, pero no puede ser bueno.
–Helan, tráeme la perla. No quiero que esta chica se escape.
—¿Eh? ¿Perla? ¿Este hombre tiene algo así?
Eso explicaría que la mía no esté en mi cuello, no, ni siquiera está el collar que todos usamos para mantenerla junto a nosotros. ¿Qué demonios está pasando?
–Veo que reaccionaste al escucharla, eso significa que he capturado a la correcta. Si no mal recuerdo, tu nombre es Vanessa, ¿verdad?
–¿Cómo sabes mi nombre?
–Oh, ¡excelente! Ya es un alivio que puedas hablar, no servirías si tienes algún daño.
Parece que me trata como un objeto de cambio. En eso, la chica llega con una pequeña caja cristalina, dentro de la cual puedo notar un brillo familiar.
El hombre abre la tapa de la caja y toma una pequeña esfera de color dorado que está resplandeciendo. La chica se aleja y guarda las restantes. ¿Restantes? Eso significa que este hombre tiene más de una, eso no puede significar nada bueno. ¿Se han hecho tan populares que la gente está dispuesta a todo por conseguirlas?