T O R R E [ #2 - Los Aliados ]

Capítulo VIII

Ray comenzó a hablar mientras hacía que ambas perlas proyectaran imágenes en el vacío, ilustrando su narración.

—Hace cientos de años, como sabrás, existieron los Siete, cuyos nombres ya sabes. Su historia es conocida por todo aquel que le guste investigar sobre su pasado. Pero algo que los libros no registran es lo que sucedió cuando ellos murieron.

—Se crearon los linajes, ¿cierto?

—Correcto. —Ray felicitó a Julie como si se tratara de una estudiante—. Cientos de personas afirmaban ser sus descendientes, pero solo una chica fue confirmada como tal. Era la hija de Ryan King y Vanessa Moon, la primera King de la línea.

—¿No sería Ryan el primer King?

—No, ya que su hija fue la primera y única descendiente de los Moon.

Una imagen de una chica de cabello dorado y ojos azules apareció en la pantalla. Vestía con una larga bata blanca, como una enfermera.

—Ella fue la primera persona compatible con las perlas, en especial con la tercera y cuarta, ya que su madre, Vanessa, y Von, eran gemelos.

—Eso no viene en los libros.

—Lo sé, fue omitido por completo. Bueno, como decía.

La imagen cambió a una donde estaban seis de los Siete hermanos reunidos junto a un chico que yacía en el suelo.

—Esto tampoco sale. La persona que salvó a la humanidad en ese momento no fue un Moon, como dice la creencia popular, sino un King. Ryan King fue el salvador de todos. Y la hermana faltante, Lenna, murió años antes de que todo esto sucediera.

Julie podía ver cómo todo lo que conocía no era ni una décima parte de la realidad. Si bien los datos que ella sabía no eran completamente erróneos, tampoco eran muy confiables.

Ella sentía que había vivido en una mentira toda su vida.

—Ese chico salvó a todos, y entró en un coma por veinticinco años, pero los que pagaron el precio fueron los otros seis. Dorian, Anton, Vanessa, Von, Astrid y Kelem fueron maldecidos en el momento.

—¿Qué?

—Su castigo por interrumpir el fin del mundo y salvar a la humanidad fue nunca poder morir. No eran inmortales, no me malentiendas, pero, en cierta forma, ellos nunca descansarían.

—¿Cómo es eso posible? No son inmortales, pero tampoco pueden morir. ¿Qué sucedió?

Ray sonrió ante las preguntas de Julie. Él sabía que a ella le apasionaba aprender, así que continuó con su clase de historia.

—Cuando ellos muriesen, reencarnarían poco tiempo después. Dorian lo hizo dentro de una familia con apellido Guillet, por lo que todos sus descendientes pueden usar el poder de la primera perla. Anton, reencarnó en su propia familia, por lo que él es el que conserva el apellido Moon. Vanessa es la única que tuvo un descendiente, por lo que la familia King puede usar la tercera perla. Von reencarnó en la familia Dossen, y esa es la razón por la que has podido usar la cuarta perla, “La copia”, gemela de “La llave”.

—¿Me estás diciendo que soy descendiente de uno de los Siete? ¿Que incluso puedo ser su nieta o bisnieta?

—Posiblemente tataranieta a la quinta potencia, pero eso no es importante. Astrid reencarnó en una familia problemática, con el apellido Lauz. Es por eso que ella defiende a Amelie, ya que esa chica es su descendiente.

—¿Qué demonios? ¿Esa chica también?

Julie estaba casi gritando. Simplemente no podía creer que ambas pertenecieran a un linaje extremadamente valioso. Ellas deberían ser las que dominen el mundo, y no estar ocultándose de los Altos Mandos para evitar ser atrapados.

Así de injusta es la vida.

—Los últimos dos casi no tienen relevancia. Tan solo uno de los Siete puede tomar la sexta perla, ya que Lenna no tiene descendientes. Y Kelem, el más problemático de todos, reencarnó en una familia conocida por ti.

—¿Conocida? ¿A qué te refieres?

—Esa sexta familia capaz de usar el poder de la perla, y que lo usa actualmente, es la familia Blond.

—¿Blond? Blond. ¡Blond!

Julie repitió tres veces el apellido antes de darse cuenta de lo que representaba. Ella sabía a quién pertenecía ese nombre, y no era una persona con la que ella se relacionase muy bien. Era, posiblemente, el sujeto más cercano, después de Kay, a ella.

—Karl Blond, ese idiota.

Tal y como Julie había dicho, el descendiente del Séptimo no era nadie más que Karl Blond, mientras que su padre pertenecía a la familia del Cuarto.

—Ella te lo dijo, ¿no? Todo se queda entre familia.

—¿Esto es cierto?

—Claro que lo es.

—Entonces, realmente tenemos problemas. Muchos problemas.

—¿Qué dices? —preguntó Ray sobresaltado.

—La persona que nos persigue se apellida Moon, tipo que dejó a Amelie también tenía ese apellido, y alguien de un escuadrón cercano a Kay, posee el apellido Guillet.

Esto se estaba convirtiendo en una pesadilla.



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En el texto hay: pasados oscuros, manipulacion, trianguloamoroso

Editado: 26.05.2021

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