T O R R E [ #2 - Los Aliados ]

Capítulo X

El grito de dolor de Vanessa no tardó en aparecer. Su rostro sangraba por todos lados, creando una tétrica escena salida de una película de terror. Una parte de la botella sobresalía de su rostro, más específicamente de su mejilla.

—Mira qué obra de arte he hecho. Soy genio.

Los gritos inundaban la habitación. El rostro de Renel no podía contener su éxtasis, el escuchar a Vanessa gritando de dolor era una experiencia placentera.

Detrás de él, y aún con la caja de las perlas, Helan se mantenía al margen del problema. Ella era una creación directa de Renel, por lo que no podía desobedecerle en ningún momento.

—Eso es lo que le sucederá a todo aquel que se atreva a desafiarme. Tranquila, no morirás, aún tengo que negociar con Black.

Renel se acercó a Vanessa y tomó su cabeza por su cabello, el cual comenzaba a pintarse de tonos rojizos.

—¿Ves? Eso es lo que sucede si me desafías.

Parte de las gotas que salpicaban de sus heridas mancharon sus zapatos, por lo que Renel la soltó y ordenó a Helan que los limpiara rápidamente.

—Ustedes, los humanos, no sirven para nada más que servirme.

Renel se volteó y caminó hacia la caja de perlas, revisando cada una de ellas, tratando de identificarla.

De pronto, el grito de dolor de Vanessa se convirtió en una risa. Su boca estaba expulsando una cantidad considerable de sangre, lo cual le impedía hablar correctamente.

Sus manos lentamente se fueron deslizando por las cadenas que la mantenían atada a la pared, al mismo tiempo que sus pies eran liberados por una maniobra similar.

—¿¡De verdad crees que solo somos escoria!?

Con un grito de batalla, Vanessa saltó en contra de Renel, al mismo tiempo que una pequeña daga con una hoja de brillo dorado aparecía en su mano.

Renel se encontraba desprevenido, por lo que no podría esquivarlo. Sin importar de qué raza seas, una daga creada por una perla es capaz de herir y matar a quien se le ponga enfrente.

Junto en el momento en que la hoja iba a hacer contacto con la espalda de Renel, una fuerza casi invisible golpeó a Vanessa de lleno, causando que fuera expulsada contra la pared con una gran fuerza.

—¿Creíste que me tomarías desprevenido?

La chica que acompañaba a Renel, Helan, servía también de guardaespaldas, por lo que, al momento de detectar la intensión de Vanessa, se aproximó a ella y la golpeó lo más fuerte que pudo en el estómago. Eso sin duda había causado varias hemorragias internas que no serían fáciles de curar.

—Esta chica estará para mí a toda hora. Ella es la más fuerte en realidad, seguida de Astrid. No hay nada que puedas hacer en este mundo sin poder, ya sea una de estas perlas o una marca de clase. Pero, si mezclas todo en un cuerpo, obtendrás el organismo viviente más fuerte de la historia, con la capacidad de derrotar a un dios. ¡Eso es simplemente fantástico!

El cuerpo de Vanessa perdía sangre a una velocidad alarmante, pero eso a Renel no parecía preocuparle en lo absoluto. En cambio, tomó una de las perlas al azar y la colocó frente a la chica, a la espera de que se tratara de la primera perla, “El Orden”, con la cual tomaría completa posesión de su conciencia.

Pero, las cosas no salieron como esperaba, ya que tomó la segunda, “La Vida”, causando que todas las heridas que tenía Vanessa desaparecieran en un instante.

—Parece que te han jugado chueco las perlas, ¿no es así?

Justo cuando Vanessa estaba a punto de levantarse para volver a atacar a Renel, Helan apareció y la golpeó en la cabeza, causando que esta se desmayase en el acto.

—¡Pudiste haberla matado! —chilló Renel al ver el comportamiento de Helan.

En lugar de castigarla, simplemente le pidió que regresara a la chica inconsciente a sus ataduras, colocándola de nuevo en la pared.

—Bueno, es hora de hacer una pequeña visita a mi enemiga, Black. Si ella no sabe lo que tengo entre mis manos, nunca interferirá en este mundo. Tiene una política estúpida de dejar a los humanos resolver sus propios problemas.

Renel tomó otra de las perlas. Ya que estas eran una fuente casi ilimitada de poder, él podía usar una gran cantidad de energía para contactar con su archienemigo y provocarlo un poco. Esta vez, tomó la primera, “El Orden”, y la elevó al techo, desatando un torrente de energía capaz de destruir en planeta sin mucho problema.

—Buenas tardes, su alteza.

Lentamente, el espacio que los rodeaba se fue deformando, hasta que, las tres personas fueron transportadas a un espacio al cual la humanidad no puede acceder, el territorio de los dioses.

El primero en avanzar fue Renel, el cual conocía el lugar. El blanco fue bañando el espacio que los rodeaba, iluminando la oscuridad que cubría al grupo.

—Es bueno estar de vuelta.

En ese mismo instante, un grupo de seis personas aparecieron frente a él, no, es incorrecto llamarlos “personas”. Son los seres responsables de la salvación de la humanidad años atrás, y de la creación del sistema del Juego. Los Seis grandes dioses, que, en un tiempo fueron siete.



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En el texto hay: pasados oscuros, manipulacion, trianguloamoroso

Editado: 26.05.2021

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