Fernando
—¡Fernando!
Perfecto mi hermano me arruinaría mi momento. Luka llega hasta nosotros.
—¿Luka cómo me encontraste? —lo miraba sorprendido
—Te estuve buscando, pero veo que tenías compañía —viendo a Paulina.
—Emmm —se le tensaron los hombros, parecía incómoda—. Hola, soy Paulina —le tiende la mano.
—Hola hermosa, soy Luka hermano de Fernando —Luka le sonrió coqueto.
—Mucho gusto.
Se notaba su incomodidad a kilómetros
—Si nos disculpas tenemos que irnos, tenemos cosas que hacer —me empujó hacia la camioneta.
—Pero… —Paulina habló
—Espera, Fernando.
—¿Qué pasa?
Saca un papel de su mochila y empieza a notar algo, después me da el papel.
—Por si quieres salir a conocer la cuidad o a tomar un café —decía Paulina.
—Oh claro, te llamaré.
«Primer día fuera y ya habíamos ligado a alguien, excelente»
—Si quieres yo también te dejo mi número —cortando la conversación.
Luka le agarra la mano a Paulina y anota su número
—Por si quieres a alguien con quién hablar aquí estoy —le guiña el ojo.
—Emmm si —de nuevo se puso incómoda
—Bueno vámonos Fernando —me vuelve a empujar.
—Adiós Paulina —agito mi mano.
—Bye Fer.
Ambos nos subimos a la camioneta mientras que Paulina siguió con su camino.
°• Con Fernando y Luka •°
—La que se te va a armar cuando lleguemos a la mansión —decía Luka.
—¿Tú crees que se enoje demasiado?
—¿Porque crees que lo llaman el ‘Diablo rojo’?
—Debe ser por algo.
Tenía miedo, tengo que confesarlo.
—¡Me desobedeciste! —golpeó el escritorio furioso—. No sabes lo preocupado que estaba cuando me dijeron que no estabas.
Mi papá siempre me ha sobreprotegido, pero yo ya no soy un niño.
—Perdón, yo solo quería salir y conocer el mundo.
—Y lo hiciste, ahora ya no volverás a salir.
—¡Si! —alcance oír que festejo Luka.
—¡Papá no! Hoy conocí a alguien.
—¿Y estás seguro de que no es de nuestros enemigos?
—Si, se ve que es buena —se me vino el recuerdo de Paulina e hizo que el calor aumentará en mis mejillas.
—¿Es una chica?
—Si —el calor de nuevo subió a mis mejillas—. La quiero conocer, por favor, papá.
Suspira
—Está bien, pero con una condición, no vas a salir sin guardaespaldas y sin decirle algo a ella o a alguien de nuestro trabajo.
—Está bien papá.
—Bien ahora puedes irte a tu cuarto.
—Gracias papá —lo abracé a pesar de que no le gustan las muestras de cariño
Salgo de la oficina y dejo a mi hermano y a mi padre solos.
Luka
Fernando salió y nos dejó solos
—¿Es en serio papá?, no lo vas a castigar o algo.
—Ya es bastante mayor para tomar sus decisiones, aparte quiere conocer a la chica.
Me molestaba que el siempre preferiría a Fernando sobre mí, como si no fuera su hijo.
—Pues sí, pero te imaginas que la chica es nuestra enemiga. ¿Que fuéramos hacer?
—Solo espero y no sea una amenaza para nosotros.
Me sorprendía la despreocupación de él, siempre cuidando que nadie lo traicionara y ahora acaba de dejar a su hijo que saliera con alguien que ni siquiera conoce.
Y me molesta más que sea Paulina la persona que se interesó mi hermano.
Fernando
Sonreía de la felicidad, eso había sido genial, mi padre no me regaño y dejo que siguiera saliendo con Paulina. A mi mente paso la imagen de ella, sus ojos azules, cabello negro como la noche, su sonrisa que hizo olvidarme de lo asustado que estaba.
#3396 en Novela romántica
#1067 en Chick lit
comediaromantica, mundos opuestos, romance vainilla con mafia
Editado: 24.08.2025