Tacones rojos

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Narrador

Actualidad

Después de que Luka saliera de la oficina de su padre, la nana de los chicos, entro a la oficina de su jefe

—Señor.

—Si que pasa María —dijo serio. Sin prestar atención.

—¿No cree que esté siendo un poco injusto con Luka?

—¿Porque dices eso?

—Pues recordemos que cuando el joven Luka se escapó de la mansión, a él si lo castigo y lo obligó a que trabajará con usted, en cambio con Fernando a él no lo castigo y hasta le dio más libertad.

—¿Estás cuestionando mi forma de educarlos?

—No solo pienso que no esté haciendo lo que la señora Emily le dijo.

—¿Y tú como sabes de eso?

—Porque a mí también me lo dijo.

—Mira María, tú y yo sabemos el porqué de mis acciones así que te pido que no te metas en la forma en la que cuido a mi hijo.

—Pero señor... —interrumpida.

—María por favor si no tienes más que decir por favor retírate.

—Con permiso señor.

María se fue dejando a Guillermo pensando

Flashback de Guillermo

Mi amor —decía Emily.

—¿Que pasó mi amor?

Si un día llegó a faltar, quiero que cuides y quieras a Luka como un hijo.

Pero Emily por favor no digas eso.

Solo te lo estoy pidiendo en caso de que yo no es este.

Está bien, pero tú sabes que, aunque Luka no sea mi hijo de sangre, yo siempre lo voy a querer como si lo fuera.

Gracias mi amor.

Fin del flashback

«Como quieres que te quiera igual que un hijo si tú fuiste el causante de la muerte de tu madre» pensaba Guillermo.

Fernando

Recogí la foto, tire el marco y los vidrios rotos y solo conserve la foto, mi pasaba por ahí, toco y después entro a mi habitación viendo lo que había pasado.

—¿Que pasa mi niño? —decía María.

—Nada nana, solo que mi hermano rompió la única foto que tenía con mi madre —me sentía decaído.

—Oh, es una lástima.

—¿Porque mi hermano es así?

Desde que tengo memoria siempre se ha comportado así.

—Él no era del todo así, solo que por la muerte de tu madre se volvió así.

—¿Pero no entiendo porque papá me trata mejor a mí que a él?

—Será que tú eres el hijo menor y el que más necesita protección, quizás sea por eso.

—Tal vez —no quise seguir hablando más del tema.

—Pero dime, ¿cómo te fue allá afuera, ya hiciste amigos?

—Solo conocí una chica y al parecer quiere ser mi amiga —me sonrojé.

—Ay, me alegro mucho por ti hijo.

—Gracias nana, de hecho, me dio su número para que después me enseñará a conocer el lugar.

—¿Y por qué no le llamas?

—No sé si me contesta.

—Pues que esperas llámale—animándome.

—Está bien.

Llame el número que ella me había dado, se tardó un poco en contestar

—¿SÍ? —se escuchó su voz.

—Hola me recuerdas, soy yo Fernando.

—Ah hola, Fernando, ¿cómo estás?

—Bien, estoy bien gracias.

—Qué bueno, y a qué se debe tu llamada.

—Bueno estuve pensando si podríamos salir algún día, para que me enseñes la cuidad.

—Claro, que te parece mañana como a las 2 de la tarde.

—Si me parece perfecto.

—Bueno ¿entonces mañana nos vemos en el parque donde nos encontramos?

—Si está bien, ahí voy a estar.

—Muy bien, entonces hasta mañana.

—Hasta mañana.

Terminé la llamada y me puse a festejar, era la primera cita que tenía en mi vida con una chica.

Ahora, ¿cómo le voy a ocultar la vida de mi familia?

Paulina

Estaba estudiando con un compañero de clases cuando mi celular timbro, no era un número registrado, pero de todas formas conteste, era Fernando, el chico que conocí en la tarde. Me pareció buena idea enseñarle a conocer la ciudad, se veía que no la conocía y me imagino que no ha de tener amigos aquí, sería buena idea ser su amiga.




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