Capítulo 30

Tyra Lodbrok

—Hay otros dos objetivos que agregar a la lista, Grendel y su madre, Sigyn— todos colapsamos, Ragnar casi se ahoga con un trozo de manzana y Björn aprieta la mandíbula y pierde su color. —¿Qué ocurre?, es como si hubieran visto un fantasma?, ¿todo bien?—,  claramente Simone no iba a pasar desapercibido nuestra reacción.

—Sí, es solo que… Sigyn, así se llamaba la esposa de Loki, el Dios…

—…del engaño… lo sé…

—Vaya… alguien se ha puesto a estudiar— dice Ragnar volviendo a sonreír.

—Ella… ¿estudiar?, jajajaja lo dudo, pero supongo que su contacto dentro de las filas de Burak lo sabía— Ivar habla con sarcasmo e ironía como siempre que quiere arruinar algo.

—Ivar… por favor— Ubbe sale detrás de él, cansado de tener que lidiar con su hermano.

—No… no vengo a quejarme de que esta no es nuestra guerra y que solo nos puede poner en evidencia, no vine a decirles que su forma pasivo agresiva de tratar este tema no está resolviendo nada, con sus jueguitos de espías y detectives…

—Lo bueno es que no estás aquí para quejarte— responde Björn molesto.

—Se supone que esto también es beneficioso para nosotros, ¿no?, se supone que no solo se trata de ella y su pelea con ese tal Burak, se supone que sabíamos que había algo turbio en todo esto y al saber sobre los wendigos entre sus filas, nos convenía ayudar a esta niña— Ivar señala a Simone con el dedo, solo estoy esperando el momento en el que ella pierda la paciencia y se abalance contra él, —pero… la verdad es que no veo que ella esté muy preocupada por esos seres si cuando regresa de su “misión” huele a él— se planta frente a Simone y abre las fosas de su nariz como si pudiera detectar el olor de Aiden en ella —¿qué le tuviste que dar a tu informante para que accediera a decirte todo?

—¿Sabes que le pasó al último que insinuó que le abría las piernas por información?—, responde Simone viéndolo directamente a los ojos, sin intenciones de ceder, no piensa minimizarse, ni verse inferior a él.

—¿Haz perdonado su abandono?, ¿lograste que te vuelva a querer?, ¿te hará un hijo para reponer el que perdieron?—, en verdad está esmerándose en sacarla de sus casillas. Simone levanta la mano dispuesta a darle un puñetazo en la cara, pero Ivar lo atrapa —que rápido se olvida ¿no?

—Ya basta— dice Ragnar acercándose a los dos, toma la mano de Ivar obligándolo a soltar el puño de Simone que aunque quiere dar una imagen de fuerza, su labio inferior tiembla, las palabras de Ivar lograron sacarla de balance. Camino hasta ella y acomodo su cabello con ternura, tratando de distraer su atención.

—Anda… ve a tu cuarto, creo que necesitas un buen baño— le sonrío lo más maternal posible y sin decir nada más asiente con la cabeza, da media vuelta sin ganas de seguir peleando con Ivar y se interna en su habitación mientras todos guardamos silencio. —No era necesario que dijeras todo eso… Ivar.

—Lo siento, tía, pero creo que los adultos necesitábamos tiempo a solas— dice divertido, puedo imaginarme su sonrisa grotesca y retorcida.

—No era la forma— dice Björn dolido por su hija.

—Tal vez, pero esos nombres que pronunció les hizo cambiar la cara a todos y supongo que necesitan tiempo para asimilar las cosas y encontrar la forma adecuada de decirle a esa niña que su madre es Sigyn y su medio hermano es ese tal Grendel— acorto la distancia entre los dos y cubro su boca evitando que siga hablando de eso en voz alta, sus ojos se muestran divertidos.

—Ivar… eso es algo que no nos compete a nadie más que a Björn— dice Ubbe de brazos cruzados, desilusionado por la forma tan conflictiva en la que actúa su hermano.

—Ubbe tiene razón… si alguien tiene que aclararle eso a Simone es Björn…— Halfdan Ragnarsson, quien hasta el momento permanecía en una de las mesas bebiendo e ignorando todo, se levanta y ve hacia sus hermanos, tanto el cómo Ubbe e Ivar son muy unidos, por lo menos lo fueron hace siglos, cuando juntos dirigían el gran ejercito pagano, o el gran ejercito danés —…pero si lo vas a hacer, que sea pronto, no sabes lo complicado que puede volverse todo por un secreto…

—Lo sé Halfdan… lo sé…— Björn parece con la cabeza revuelta, confundido, ve hacia mí buscando algo de apoyo —…al parecer los viejos espíritus del pasado se rehúsan a dejarme ir, lo que un pequeño error puede causar…

—Él hubiera no existe, no sabías que aquella mujer que conociste y de la que te enamoraste se volvería tu maldición… no permitas que también sea la maldición de tu hija, es hora de que lo sepa— pongo mi mano en su fuerte brazo y él asiente con la cabeza.

Simone Cárter

Me apoyo contra la pared mientras que el agua cae sobre mí, pienso en la noche que pasé con Aiden y después en las palabras de Ivar; me siento incapaz de odiar al hombre que me ha hecho tan feliz, no hemos sido la pareja ideal, claramente, mucho menos ha sido fácil, también sé que Aiden podría matarme con facilidad, devorarme, pero… no le tengo miedo, nunca lo he hecho, he visto la clase de monstruo que vive en él y nunca he dudado en su promesa de que nunca me hará daño, ahora entiendo que todo lo que hizo fue en un intento de protegerme de él mismo, pero todo lo que dijo Ivar caló tan hondo en mi corazón, ¿en verdad debería de odiarlo?