Tal vez es ahora

Capítulo 25

Nora

Ahogo un bostezo e intento mantenerme atenta a lo que ocurre frente a mí. No he dejado de bostezar desde que llegué a las prácticas; incluso creo que Marcus se ha dado cuenta. Ayer fui por fin a mi casa tras pasar unas horas en el hospital, pero apenas he dormido 3 horas. Ahora estoy demasiado cansada.

Sacudo la cabeza imperceptiblemente, manteniéndome con los ojos abiertos y atenta, pero al instante vuelvo a tener ganas de bostezar. Suspiro y me acerco a coger una botella de agua fría, de la cual doy un gran sorbo para ver si eso consigue despejarme un poco más.

Me llevo la botella de vuelta conmigo hacia la posición donde estaba antes y escucho las indicaciones que está dando ahora Marcus.

–Y Nora, tú ponte en esa cámara de ahí –me señala una que se encuentra cerca de nosotros–. Encárgate de que la imagen esté enfocada en Bonnie.

–Vale –murmuro y voy hacia la cámara indicada.

Me aseguro de que enfoca la parte que me ha indicado y, cuando veo que sí, espero a que dé la indicación para que se empiece a grabar. Un par de minutos más tarde lo hace y yo pongo todo mi empeño en trabajar como es debido.

Al principio lo consigo, pero justo antes de que acabe esa escena estoy a punto de bostezar otra vez, y muevo la cámara inconscientemente.

–¡Corten! –exclama Marcus, quitándose los cascos. Al instante, me mira–. Nora, la imagen la has desenfocado por completo. Te he dicho que enfoques a Bonnie, no a la maceta de atrás.

–Sí, sí. Lo siento –murmuro rápidamente–. No volverá a pasar.

–Eso espero –suspira–. ¡Retomamos!

Me apresuro a colocarme como antes y veo a través de la lente como Bonnie mira mal en mi dirección. Intento no prestar atención a ello y centrarme en el trabajo, aunque siento otra mirada sobre mí. La de Tyler. Me mira desde su posición fijamente y le dedico una leve sonrisa; apenas he podido hablar con él desde que he llegado.

La grabación comienza de nuevo y esta vez me obligo a no equivocarme de nuevo. Por suerte, lo consigo. De hecho, suelto un suspiro de alivio cuando finaliza. Lo último que quiero es que Marcus vuelva a tener razones para dejarme sin hacer nada en el rodaje.

Me quedo un momento ahí parada, sin saber qué hacer, hasta que Marcus me hace un gesto para que me acerque. No tardo en hacerlo.

–¿Qué te ocurre, Nora? –pregunta directamente.

–¿Eh?

–Estás despistada. ¿Ocurre algo?

–No, sólo… he tenido una noche un poco complicada. Apenas he dormido. Pero te prometo que estaré concentrada en el trabajo.

–Está bien –él suspira–. Puedes descansar un rato si quieres. No queda mucho para que acabemos, pero tienes que quedarte.

–Gracias –sonrío un poco.

Admito que la actitud de Marcus hacia mí ha cambiado notablemente. La actitud de capullo y seria ha cambiado a una mucho más amable; aunque eso no quita que siga siendo un hombre demasiado perfeccionista y que se enfada bastante cuando no salen las cosas como él quiere.

Pero, al menos, me trata como a una igual.

Al instante en el que Marcus se aleja de mí para ir a hablar con otra persona, Tyler se sitúa frente a mí.

–No has dormido nada, ¿verdad? –me dice directamente.

–3 horas –esta vez, no intento disimular el bostezo. Me tapo la boca mientras lo hago–. Perdón.

–¿Y cómo está la madre de tu amiga?

–Mal. Ella… el cáncer se le ha extendido a los pulmones. Está bastante enferma. Me hubiese gustado estar ahora allí con ella, pero no podía faltar –suspiro–. Pero bueno, en cuanto salga de aquí, iré al hospital.

–¿No deberías descansar un poco?

–Debería, pero Tara es como mi segunda madre, quiero estar con ella.

Él asiente y se queda mirándome unos segundos. Después, mira a su alrededor.

–¿Por qué no hablas con Marcus y vas a verla ya?

–Porque tengo unas horas que cumplir aquí, no puedo irme así, sin más –vuelvo a bostezar–. Joder, qué sueño.

Él sonríe de lado, divertido, y da un paso más hacia mí, agarrando mi mano con suavidad.

–Todo irá bien –baja un poco la voz.

–Ojalá tengas razón –suspiro.

–¡Tyler! –Bonnie llega a nosotros. Mira su mano agarrando la mía y frunce el ceño al instante–. ¿Qué haces?

–Hablar con Nora –responde él como si nada.

–Ya, pero… ¿por qué? Tenemos que grabar.

–Que yo sepa, Marcus aún no nos ha avisado –se encoge de hombros–. ¿Me disculpas? Estoy hablando con ella. Es importante.

La mirada amenazadora que me lanza Bonnie conseguiría ponerme los pelos de punta sino fuera porque ahora estoy más ocupada en mantenerme despierta que en lo que dice o piensa esa chica de mí. Ya me quedó claro hace semanas que no soy gusto de su devoción, y tampoco me importa.

Nos da la espalda y se aleja de nosotros, indignada. Tyler vuelve a mirarme.

–Eso es, Tyler. Tú dile eso para que me odie un poquito más –bromeo.

–Bah, da igual.

–¿Bah, da igual? Aún me sigue sorprendiendo que llegues a ser tan tranquilo y te muestres tan indiferente.

–Ya sabes como soy, ¿no? –enarca una ceja y sonrío un poco, de lado. En ese momento, Marcus le avisa de que vaya a su posición–. Vale, ahora sí tengo que irme.

Asiento con la cabeza y, tras un último cruce de miradas, él se aleja y va a su posición.

Me quedo mirando su espalda, en los músculos que se le marcan bajo la camiseta pegada que lleva, y me centro sólo en él en todo el momento cuando el rodaje sigue su curso.

* * *

–…y, entonces, surgió –termino de explicarle a Tara, quien me escucha totalmente atenta.

–¿A qué es una historia de película, mamá? –añade Selena, sentada a mi lado.

–Mucho –ella sonríe débilmente–. Y me gusta mucho más ese chico que Austin. No lo conozco personalmente, pero parece más bueno. Y es más guapo, las cosas como son.



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En el texto hay: romance, amor, cine

Editado: 04.01.2021

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