Tal vez jamás...

1.

Probablemente no recordaras la primera vez que nos conocimos y aunque fue por un momento tan rápido, en mi mente pareció que el mundo se detuvo en el instantes que te vi. Quiero decirte sinceramente que tu forma de ligar es la peor.

Olivia

24/01/18 

La brisa de la mañana golpeaba mi cara, mis piernas no podian mas y estaba tan cansada de correr, pero era inevitable no podía llegar tarde.

Las vacaciones de verano acabaron y me sentía tan feliz al saber que solo me quedaba un año para salir de este pueblo. Lonely Hills era un pueblo pequeño donde sus habitantes son huecos, nublados por la desesperada idea de aparentar alguien que no son. 

Desperdiciando su vida y olvidándose de su esencia solo para agradarles a los demás, solo para que  los demás fingen que les importa.

Empezaba a visualizar los grandes muros de ladrillo del instituto, en la entrada se encuentra el gran revuelto de chicos que esperan a sus demás amigos o se saludan animadamente después de tanto tiempo sin verse.

-Liv. -El grito de una chica hace que pare en seco en el portón del instituto.- Aquí. 

Levantó la cabeza, recostada en uno de los casilleros esta Madisson White la típica chica rubia, amada por todos, la chica popular, porrista de la escuela y mi mejor amiga.

-¿Por que nunca puedes llegar temprano? -Pregunta.

-¿Sabes lo que es caminar casi dos kilómetros? -Respondo, cogiéndola del casillero en el que estaba recostada, para ser más francas mi casillero.

-¿Aún no te dan el chofer?.

-No sabes como es Amelie no me lo dará hasta que le pida perdón, cosa que no haré. -El año pasado me castigaron por haber respondido mal a lo que había dicho Amelie, mi madrastra y es que como no hacerlo ella me hacía la vida imposible. Madison forma una mueca apenada por lo que me pasa, ella es la única que sabe los castigos de mi madrastra y los problemas de mi familia.- Hey no te preocupes, estoy bien solo dejemos de hablar de eso. ¿Por qué no abres tu casillero? ya casi suena el timbre.

-Por que ese ya no es el mio. -Señala el casillero a mi lado y me sorprendo, contábamos con la suerte de compartir casillero desde nuestro primer año.

-¡¿Que?!, ¿Donde te pusieron? 

-Al final del pasillo. -Responde tranquila.

-Genial has arruinado mi dia Mads, ¿Que tal si me toca junto a alguien raro o peor con Robbie? -Robbie era un chico de nuestra clase, un poco raro ya que a veces se comía los mocos enfrente de todos con total tranquilidad era sumamente desagradable.

-Oye tranquila no creo que... -Mads se calla de golpe y la bulla del pasillo también. 

-¿Que pasa? -Demandó, curiosa sigo el camino de miradas de todos los que se encuentran en el pasillo llegando hasta la entrada de las puertas de insituto.

Entrando como si fueran los reyes del mundo llegan tres chicos, cada uno extrañamente diferente, pero al fin y al cabo eran atractivos a simple vista.

En la esquina derecha venía un chico un poco más bajo que los otros de pelo rubio y ojos color ámbar era de contextura normal ni tan flaca, ni tan gruesa, seguido de el un moreno de rizos castaños y de contextura gruesa en la otra esquina venía un chico de pelo castaño claro y ojos verdes y un piercing en su nariz.

Cuando pensé que los había visto a todos los tres se separaron y en ese espacio surgió otro chico mas, su pelo negro oscuro como el carbón le daba un contraste con sus ojos de igual color y quede perdida en ella como un huracán que azotaba todo a su paso, su mirada me habia hechizado hipnótica de ella. Sus ojos reflejaban una frialdad donde él era preso de sus emociones.

Los cuatro habían entrado con el mismo aire de seriedad. No había ninguna emoción plasmada en sus caras.

Parecía no importarles que las miradas de todos los alumnos estuvieran en ellos, mucho menos  incomodarse como si... Como si fuera algo normal en ellos.

Salí del trance del que las orbes oscuras de ese chico me consumían al ver como los cuatro se dirigían hacia mi.

El chico de ojos negros se acercó hasta quedar en medio de Mads y yo, el silencio reinaba en el pasillo mientras el abría su casillero y se disponía a sacar sus libros ya listo lo cerró y se fue con los demás chicos a su lado. 

Parecía ser que la tensión que sentíamos todos se había disipado con la ida de estos chicos, Mads a mi lado no dejaba de dar saltitos emocionada.

-Mira el lado bueno ya sabemos quién será tu compañero de casillero -Susurro Mads.

-¿Quien chuchas eran los cuatro fantásticos? -Demande.

-¡Dios santo Liv!, ¿En serio no sabes quienes son los chicos de la elite?

-Uhm... No lo sé los reyes magos versión hot ¿Tal vez? -Comente dirigiéndome al aula de Lectura.

-¡Esto es serio Liv!, aquellos que viste en el pasillo son los hijos de la élite de Inglaterra. -Exclama reteniéndome en el centro del pasillo.- Hijos de la clase alta de Inglaterra y el mundo. Déjame explicarte quienes son: El rubio se llama Adam Wembley hijo de James Wembley creador de las aspiradoras más vendidas en el mundo, el moreno de rizos Ethan Winchester es hijo del duque de Westminster, ojos verdes es Paul Grey hijo de la diseñadora de la marca más vendida en toda Europa Charlotte Grey y por último Aiden Jones hijo de la persona más rica en el mundo Ben Jones con un fortuna de casi veinticuatro mil millones de euros.

-Ósea que...¿Si son ricos que hacen aquí?.

-La madre de Aiden se separo de su padre por que le fue infiel y  el decidió irse del país y estudiar en un lugar recóndito y menos nombrado en otras palabras Lonely Hills.

-Oh. -Empezaba entender el por que del brillo opaco de sus ojos, la campana sonó y Mads se despidió yendo a su clase.

Ahora solo habia pasado año y medio desde que lo conocí, nunca habíamos hablado pero solo bastaba mirarlo a los ojos para seguir en el efecto de sus ojos provocaba en mi.




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