"Éramos un corazón que habitaba en dos almas."
-Oliva Cole.
El sol se colaba por las ventanas de mi habitación y a comparación con el día de ayer el cielo estaba despejado y el sol irradiaba por todas partes.
Ayer había sido un día un tanto peculiar, admito que la idea de Aiden sobre conquistarme me había tomado totalmente desprevenida, aunque no rechazaba la oferta tan tentadora, me asustaba el hecho de terminar enamorándome aún sentía que yo no estaba lista para ello.
Mostrarle mi yo interior, mis problemas, mis miedo era algo que me causaba pánico por el hecho de que no quería lastima de nadie, además en que me favorecía contándole ¿Nada cambiaria a fin de cuentas?.
Otra razón era encariñarme con alguien que tal vez se de media vuelta y me deje sola. No era algo fuera de lo normal sentirme sola y estaba bien mi problema es que me acostumbrara a él, a su cercanía llegar a volverme dependiente de alguien que un día no vuelva a ver.
Y tal vez solo estaba confundía, y todo lo dicho eran solo falsedades de mi mente jugando en mi contra y quería creerle a esa pequeña parte de mi que sabia que aun no conocía a Aiden del todo, que una vez ya sabiendo como es el no me abandonaría. No me dejaría sola.
Tal vez era bueno ser positiva, verle un lado bueno a una vida que ya a pasado por mucho sufrimiento y dolor. En algún momento llegaría algo bueno para volver tu vida más bonita y eso no lo contradecía.
Después de clases no había sucedido nada fuera de lo común, volví a mi casa que aún permanecía vacía mi hermana y mi padre llegarían hoy terminándose mis días de paz. El lado positivo es que Mads llegaba hoy y tenía muchas ganas de verla y contarle lo que había pasado.
Sin perder tiempo me bañe y vestí con unos vaqueros negros y una camisa de tiras blancas, estaba sencilla pero fresco para el día de hoy, desayune y emprendí mi viaje a la escuela.
Iba saliendo de casa cuando el claxon de un auto captó mi atención.
Frente a mi tenia un Corvette stingray del sesenta y nueve. Amaba ese auto estaba en mi top diez de los autos mas hermosos, estaba anonada quedaban muy pocos en tan buen estado como el que encontraba frente a mi, aunque no había nada más que me sorprendiera que el conductor.
-¿Nos vamos? -Preguntó Aiden arqueando la ceja.
-Primero que nada buenos días, segundo ¿Qué haces aquí? -Respondí aun sorprendida.
-Subes o te dejo tirada y caminas los dos kilómetros. -Empezaba a comprender la forma de ser de Aiden podía ser simpático, pero la caballerosidad no era una de sus virtudes.- Y ni pienses que te abriré la puerta tienes manos.
Accedí a subir al auto era eso o caminar y ya mis débiles piernas no daban para caminar tanto todos los días. Por dentro el auto era aun mas lindo sus sillones en cuero blanco lo hacían tan cómodo y que su techo fuera abierto hacia la intemperie me hacía recordar que siempre quise hacer esa escena como en las películas, donde el viento te da en la cara y a tu lado conduce el amor de tu vida.
Ya tenia el carro, me faltaba el amor de mi vida.
-¡Olivia! -Grito el muy raro a mi lado, voltee mirándolo curiosa.- ¿Te han dicho que a veces te quedas mirando a la nada, como si te fuera de este mundo?
-La verdad si. -Rei, y no mentía Mads lo mencionaba seguido y es que yo sin darme cuenta me quedaba vagando en mis pensamientos.
-Decía, ¿No vas a saludar bien? -Me acerque y le di un beso en la mejilla.- Yo hablaba de un beso.
-Ni loca Jones. -Alce mis puños en señal de defensa, en tanto Aiden arrancaba el auto.
-Es broma, pero si quieres no es broma.
-Ahora si veni hombre, ¿Por qué viniste por mi? o siquiera ¿Cómo sabes donde vivo?.
-No mentía cuando dije que quería conquistarte Sunshine.
-Alto hay mi rey, ¿Cómo que sunshine?, ¿Tratarás de conquistarme? -Pregunte curiosa, con la esperanza de que fuera solo una broma.
-Así es Sunshine -Se acercó a mi oído y susurro.- No te escaparas tan fácil de mi. Es una promesa -el detuvo el auto orillándose en una de las avenidas quedaban cerca de dos minutos para llegar y tenía que hablar rápido.
>>Acaso nunca haz visto el brillo de tus ojos, Sunshine significa brillo solar Olivia. -Se acercó a mi hasta poner uno de mis mechones detrás de mi oreja.- Cada uno es un sol iluminando a su paso y a mi me gusta el sol.<<
Se alejo y siguió conduciendo como si lo que acabara de decir no fuera lo mas lindo que me han dicho. ¡Que cursi!
-A veces eres todo un galán. -Afirme, ya habíamos llegado al instituto solo faltaba que Aiden se estacionara para bajarme del auto.- Y muchas gracias por traerme.
-Por nada Sunshine, vuelve pronto. -Sonriente baje del auto sin esperar a Aiden ya nos encontraríamos después, no pude evitar sonrojarme al ver tantos pares de ojos encima de mi y no se como lo había olvidado.
¿Acabas de olvidar que te bajaste del auto del líder de los chicos de la elite Olivia! -Pensé, y es que como no olvidarlo si hace un día ni sabia de mi existencia parte ni yo me creo que se ha fijado en mi.
Entre y vi a Mads esperando en el mismo lugar de siempre ojeando su teléfono seguí mi camino la vi tan concentrada que decidí asustarla.
-¡Ah por San Pedro! Liv casi me matas -Se detuvo a pensar y luego me miró-. ¿Y tú qué haces aquí tan temprano?
-¿Adivina quien me trajo?
-Pues este galán quien mas. -La voz de Aiden tras mi espalda me hizo sobresaltar al tiempo que Mads abría los ojos de par en par y daba saltitos como la loca que es, contaba el tiempo para que empezara con su acto.
1, 2, 3...
-Olivia Melania Cole ¿Por qué recién me entero de esto?, ¿Son novios?, ¿Cómo qué Sunshine? Explícame -Hablo tan rápido que se encontraba tomando aire.
#23593 en Novela romántica
#14923 en Otros
#2266 en Humor
humor familia amor, amor amor adolecente heridas y maltrato, amor romance humor
Editado: 29.08.2021