Tal vez jamás...

6.

El jenga como la vida era lo mas similar que había, no podíamos negar nuestro pasado si queríamos tener un futuro. -Tal vez jamas...

Parte 2

Llega un momento donde todo eso se derrumba y cae como si de un juego de jenga se tratase, por una pieza todo cae. Todo se desploma. Y por ello llegamos al punto donde entendemos por que dicen que la vida es injusta, el por qué cuando estamos en nuestros mejores momentos por algún motivo, causa o razón algo llega a dañarlo.

Mi madre murió, mi padre se casó con una bruja, mi hermana me odia y prácticamente me siento sola, pero a pesar de todo logras tener bastos momentos de felices en una vida de colores grisáceos.

Era cierto que la vida no era feliz, la vida era neutra en algún momento te daba momentos buenos y en otros te daba los malos, pero nunca sabías cuánto durarían, así que sin importar las consecuencias me encontraba aquí con Aiden viendo aun el cielo nocturno riendo y charlando de cosas vagas y sin sentido.

La gente debería empezar a acostumbrarse a apreciar hasta los momentos más simples que te da vida, hasta que deseas volver a ellos y tenerlos como un bucle de tiempo, pues te das cuenta que esos momentos no van a volver a ocurrir; Que esa persona ya no está y nunca volverá.

-Deja de volverte nostálgica. -Reparo.- Pareces diplomática hablando así. 

Me quede dudosa ante su comentario, no podía tener un momento de inteligencia sin que el me lo arruinara.

-¿Disculpa?. 

-Que pareces rara hablando así, levántate vamos a bailar. -Exigió dándome su mano como ayuda para levantarme, este chico definitivamente estaba loco.

-¡No voy a bailar en un techo no quiero morir aun! -Negué, definitivamente no estaba cuerdo, nos encontrábamos a casi diez metros de altura.

-Eres una gallina. ¿Tanto te dan miedo las alturas Sunshine?, no, no, no Sunshine no, ahora te diré poc poc poc. -Imito a una gallina flexionando sus brazos mientras daba vueltas en circuló y me gritaba al oído como gallina.

¡Aiden Jones era un inmaduro!

-Okey, pero para. -Suplique,- Eres un inmaduro Didi.

-Y tu una aburrida Sunshine. -Contesto para después sacarme la lengua y yo igual.

-¿Con que se supone que bailaremos?. -Antes de siquiera terminar mi oración, saco de no se donde un parlante el cual conecto a su teléfono.

A todo volumen se empezó a escuchar Yellow de Coldplay, aquella era una de mis canciones favoritas y que solía escuchar mientras me encontraba en mi habitación escribiendo o lidiando con mi frustrante vida.

Aiden me miró expectante, le respondí con una sonrisa y me levanté para bailar con el.

Look at the stars (Mira las estrellas)

Look how they shine for you  (Mira como estan brillando por ti)

And everything you do (Por todo lo que has hecho)

Yeah, they were all yellow  ( Si todas eran amarillas)

Aiden me agarro de la cintura atrayéndome a el y me pego a su pecho, bailando tal canción como si  fuera una balada y era gracioso porque aquello no era una balada, sin embargo no impidió que dejara de ser tan romántico.

I came along  (Me hice presente)

I wrote a song for you (He escrito una canción para ti)

And all the things you do (Y todas las cosas que has hecho)

And it was called Yellow  (Y se ha llamado "amarillo")

So, then I took my turn (Entonces llegó mi turno)

What a thing to've done (Entonces que se puede hacer)

And it was all yellow (Y todo era amarillo)

 Your skin (Tu piel)

Oh yeah, your skin and bones (Tu piel y tus huesos)

Turn in to something beautiful (Se convierten en algo tan hermoso)

Do you know (Y ya tu sabes)

You know I love you so (Y tu sabes que te amo demasiado)

You know I love you so (Y tu sabes que te amo demasiado)

La radio dejó de sonar en  su mejor momento y pude escuchar como Aiden susurraba un "Diablos" alejándose de mí para después mirar su teléfono.

-Se a agotado la batería. -Explicó devolviendo la mirada a su teléfono.- Teléfono del demonio has dañado mi mejor momento.

-No es que seas tan buen bailarín ¿sabias?.

-Para tu información gané un premio cuando chiquito por bailar el viejo MacDonald tenia una granja disfrazado de león, no había nadie que moviera la cola mejor que yo.

-Lo imagino Leoncillo... Lo imagino. -La imagen mental de Aiden con un disfraz de león de pequeño me hacía gracia y diría que se a de ver muy tierno.- Fue lindo estar aquí, pero debo irme.

-¿Por que, pensé que tu padre no está?. 

-Pero mi madrastra sí y no le gusta que llegue de noche.

Aiden entendió y accedió a llevarme de vuelta, aun cuando le insistí que no era ninguna molestia irme sola, adentro en la sala se encontraba su madre en lo que parecía ser regañando a los chicos quienes estaban todos embarrados.

-¿Quien fue? -Dijo la madre de Aiden, a lo que Paul, Ethan y Adam se señalaron.

-Fue el. -Acusó Adam señalando a Ethan.

-No claro que no fue Paul. 

-Yo no fui, fue Adam. 

-¿Que está pasando aquí?. -Preguntó Aiden entrando a la sala.

-Estos peleles entraron todos embarrados y peleando. -Contesto su madre.

-¿Por qué peleaban? -Pregunte a su madre.

-Por que hoy es noche de películas y cuando veníamos caminando Paul escogió Frozen, yo le dije que no por que era mi turno de escoger y yo quería ver diario de una pasión, entonces Ethan dijo que éramos muy tontos y cursis y mejor viéramos Valiente ya que era más bonita.

-¿Y por que se supone que están embarrados?. -Dijo Judy apareciendo por el pasillo de la cocina.

-¡Por que el idiota de tu novio me empujo y caí en el barro. -Contó Paul.- así que yo lo empuje y el tiro a Adam y ahora Lily no nos quiere dejar ver nuestra película.




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