Órdenes Incorrectas
—Pensándolo mejor, tal vez deberíamos relajarnos un poco, ¿no lo crees? —pregunta Jack a mi izquierda.
Quiero prestarle atención, pero la realidad es que no logro hacerlo, aunque quisiera. Mi cabeza está en otra parte. No sé qué me pasa hoy, pero algo no se siente bien. No sé si es por lo que sucedió con Eryx hace unas horas o la vuelta de mi padre. Tampoco sé si es porque no vi a Athan desde el viernes o por la culpa que estoy comenzando a sentir por este estúpido plan.
A mi derecha alguien pregunta por mí, —¿María? ¡Mariaaaa! —, y ese último llamado me sacó de mis pensamientos.
Doy un pequeño salto en mi lugar por el susto, —¡¿Pero que mierda te pasa?! —le pregunto a Michael.
—Ay, disculpa, ¿te asusté? —dice con humor poniendo ojos de perro mojado y triste. Idiota. —Hace media hora que estamos entrenando, y tu no logras ganarme en combate. No sé si debería lamentarme o pegarte. Tal vez pegándote más fuerte te saque de ese mundo en el que estas, porque claramente no es este.
Me froto la cien, suspirando digo, —No me pasa nada. Solo estoy cansada. —los dos me miran con una cara que desprende un: “no te creemos”. —A la noche quedé en verme con Athan. Estoy preocupada de que las cosas … y el plan, no vayan bien.
Michael inmediatamente se me acerca y apoya una mano en mi hombro, —¿Acaso estas en tus días que estas tan sentimental? —pregunta con seriedad.
Lo miro con mala cara y Jack interfiere, —No deberías preocuparte sin sentido. Athan y vos ya se hicieron más cercanos, eso debería facilitar las cosas.
Asiento, —Pero...
—Pero nada. —me corta, aparta de un empujón a Michael y se posiciona frente a mí, —Sabes que si pasa algo me llamas y te contesto. Vuelo a China si tengo que hacerlo. Nunca dejaría que te pasara algo y lo sabes. Así como sé que tú nunca dejarías que me pasara algo. Tal vez no confíes en Athan pero si puedes confiar en mí.
Me concentro en el color de sus ojos y logro perderme completamente en ellos. Es un color claro, tan cálido. Lo único que logro hacer es verlo y sonreírle. El me devuelve la sonrisa y acercándose un poco... Michael decide interrumpirnos.
—¡Pero que escena más linda! ¡Tal vez deberías hacer una adaptación a Romeo y Julieta! Ya que hay tantas no les vendría mal una más...
Jack y yo le clavamos la mirada. El levanta las manos en forma de defensa y se aleja. Jack se vuelve hacia mí, —No sabes las ganas que tengo de besarte. —, sin tener autocontrol, me le acerco y junto sus labios con los míos en un apasionado beso.
Athan
Estaciono el auto frente a las oficinas de mi padre. Tuve que venir a su edificio, porque aparentemente necesitaba mi ayuda. Lo único bueno y productivo que haré hoy será ver a Lys. Finalmente, la llame y la invite a salir. Bueno, no una cita CITA, pero si vamos a vernos.
Estuve un rato largo hablando con mi madre sobre Lys y … la misión que tengo. Logro entender que no tenía otra opción, que si o si debía terminar con esto y dar cierre a la verdadera razón por la que vinimos a Los Ángeles.
Subiendo al ascensor, marco el piso número 5. Mi padre tiene oficinas en pisos más bajos, pero la mayoría de sus reuniones más importantes o papeles confidenciales, se encuentran el piso número 5.
Toco la puerta de vidrio y la abro ante la seña de mi padre de que entre.
—Acá estoy. ¿Qué era tan urgente? —pregunto sentándome en la silla frente a él.
Sonríe y entrelaza sus dedos apoyando las manos sobre la mesa, —Debemos hablar.
—Y si, supuse que sí. —respondo con sarcasmo.
—Eso no es un juego Athan. Las cosas están yendo demasiado lentas. Necesito que aceleres el proceso.
Rio falsamente, —Claro, porque eso es algo fácil de hacer. ¿Cómo mierda quieres que “acelere el proceso”? Si voy demasiado rápido se dará cuenta de que no puede confiar en mí. Ir lento es la mejor opción.
Me estudia con la mirada por unos segundos y dice, —¿Acaso sientes algo por esa chica, Athan?
—No. —contesto rápidamente. —Solo te lo digo por el bien de la misión.
Suspira, —Descuida, no tienes por qué preocuparte por el “bien de la misión”. Ese es mi trabajo y como tu padre ,y jefe, te estoy diciendo que aceleres las cosas. —toma una pausa, se levanta y se encamina a la ventana. Con las manos en los bolsillos y la vista concentrada en el vidrio, dice, —Tienes que pasar a la otra fase. Y antes de que protestes déjame decirte que es una orden, no tienes poder de decisión en esto, asi que ni lo intentes. Para mañana en la noche Rose ya debería haber sido secuestrada.
Asiento y me despido.
Manejo hasta mi casa, con la cabeza completamente confundida. ¿Por qué quería acelerar las cosas? ¿Con que prisa? El más que nadie debería saber cuándo algo te puede llevar más tiempo del esperado. Haciendo esto, corremos un enorme riesgo.
—Nunca entendimos la toma de decisiones de papa, Athan. Acuérdate que trabajamos para él, aunque seamos familia.
Carraspeo, —Ya se eso Eryx. Pero que tenga un puesto más alto que el nuestro no significa que pueda arruinar todo en lo que estuvimos trabajando estas últimas semanas, meses en realidad, ya que todo empezó antes por la investigación y todo.
Asiente y se pasa ambas manos por el pelo, —¿Cuándo tiene que ser?
—Mañana a la noche es nuestro límite.
—¿Quién tiene que hacerlo?
Cruzo mis brazos sobre mi pecho, apoyándome contra la pared de la cocina, —No me lo dijo, pero estoy seguro de que quiere que nosotros lo hagamos.
—¿Cuándo se verán?
—Esta noche.
—Está bien, ten esta noche y ve si puedes descubrir algo, y mañana durante el día lo haremos.
Asiento y me encamino a mi cuarto para prepararme.
Realmente espero que no sea la persona que todos me dicen que es. Realmente espero, esta vez, equivocarme.
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un romance complicado, adolecente vengativo, romance juvenial
Editado: 01.10.2022