Narra Julián.
Después de navidad, el año nuevo llegó y con ello, un nuevo año.
Ha pasado casi un año desde que Ritsu vino a México, últimamente me he distanciando de él, ahora tengo una novia que, siendo sincero, no me atrae para nada, pero no puedo permitirme dejar que los demás piensen que tengo una relación con una persona de mi mismo sexo, si eso ocurre, seré la burla del todo el colegio y también me excluirán de todo. Ha pasado bastante tiempo desde que comencé a salir con ella, cuando creí que los rumores ya se habían ido, comprobé que no era así, es sorprendente, considerando el tiempo que tengo con Aneth.
Algunos chicos aún creían que a mí me gustaba otro chico ¿Qué importa si es verdad o no? No puedo dejar que ellos se enteren, o al menos que lo confirmen, tengo que fingir ser el novio perfecto de la chica popular. Aunque esto tiene ventajas después de todo, algunos de mis compañeros me respetan más y me volví más popular que antes, todo a costa de abandonar a Ritsu unos meses... lo digo como si no importara, pero si no me importara, no hubiese ido a buscarlo ese día de navidad.
Inclusive si me costara admitirlo, lo extraño. Ritsu era el chico con el que me sentía tranquilo y seguro, podía hablar con él como con nadie, ser yo sin miedo a generar conflictos o burlas. Él me daba esa seguridad.
Por un tiempo desde que me distancie de él seguí observándolo ser él, Yato se le había pegado como garrapata y de cierta forma eso no me gustaba. Es decir, ¿cuál era la necesidad de tenerlo tan cerca?
La noche de navidad yo no pude resistirme y fui a buscarlo, claramente no le dije nada a Aneth o iba a enloquecer tanto... pero esa noche me sentí feliz después de tanto tiempo y sin querer terminé tocándole el rostro. Algo muy en lo profundo de mi quería hacer mas que solo tocarle el rostro y busqué formas de tener contacto con él, pero siempre me daba esquivas. Incluso ahora solo podía pensar en como la estaría pasando después de estar casi un año solo en un país extranjero...
— ¡Oye! Te estoy hablando — dijo mi novia interrumpiendo mis pensamientos.
— ¿Qué pasa? respondí cansado.
— Te dije que me trajeras agua hace cinco minutos.
— ¡Ah! Lo siento, ya no hay — pronuncié mientras me alejaba
— ¿A dónde vas? Recuerda que sin mi estás perdido Sato — odiaba admitirlo, pero tenía razón.
Me di la vuelta y regresé con ella, no hizo más que ignorame debido a su molestia, pero igual debía quedarme si quería mantener esta farsa y no solo eso, también debía fingir estar divirtiéndome. A veces me preguntó, ¿Qué harías tú? Ritsu, pero después despierto y me doy cuenta que no soy tu.
Narra Ritsu
Mi situación sentimental no es la mejor, creí que con el tiempo mis sentimientos por Julián cambiarían una vez los aceptara tal y como dijo Ray, pero no fue así, sin embargo, tengo otras cosas por las cuales preocuparme, mi situación legal en mi país, por ejemplo.
— Contesta... — digo mientras sostengo el teléfono pegado a mis oídos.
— ¿Bueno?
— ¡Jinhe!
— ¿Ritsu? Tanto tiempo ha pasado desde la última vez que hablamos — Era cierto, ella no había llamado desde hace meses.
— ¿Cómo estas? ¿Cómo está todo ahí?
— ¡Estoy bien! ¡Te tengo buenas noticias! — su voz se escuchaba tan feliz que logró contagiarme dicha felicidad.
— ¿Qué? ¿Cuáles noticias? ¡Dime!
— Ritsy, hemos encontrado un testigo ocular y ha aceptado atestiguar a tu favor, también he reunido pistas clave que pueden llevarme al sospechoso.
— Pero... Jinhe, pistas clave que delanten al sospechoso... Tener eso en casa ¿No te pone en peligro?
— No te preocupes Ritsu, nadie lo sabe, lo revelaré directamente en la corte.
— ¿Estas segura?...
— No te preocupes, ¿Si? lo tengo bajo control, en el siguiente juicio todo se sabrá, saldrá a la luz tu inocencia y podrás volver por fin a Corea.
No pude evitar sentirme feliz por dichas noticias, en verdad quería regresar y poder abrazarla, la extrañaba tanto. Ahora, después de medio año, mi situación tiene un buen futuro en mi país natal, aunque aún falta más tiempo para la corte, cuando eso suceda, tendré que volver a Corea y veré de nuevo a mi hermana y a Hyung.
Mientras tanto aquí las cosas no van tan bien, creí que él y yo volveríamos a hablar como antes, pero después de diciembre sólo se me acercó para pedirme la tarea y yo no puedo rechazarlo, después de todo es mi amigo y sé, que lo que está haciendo lo hace con un propósito.
Mientras tanto, la escuela avanza tranquilamente, los chicos ya comenzaron a planear el próximo viaje, se acerca el cumpleaños de Lewis y muy probablemente Julián vaya y que también no lleve a su novia, lo que significa que hay posibilidades de que él y yo hablemos como antes, eso emociona. No puedo hacer más que esperar a que él me hable, es lamentable, pero esos pequeños momentos en los cual él se acerca, significan mucho para mí.