Tal vez, si vuelvo a renacer.

Capitulo 20: Noticia (Parte 2).

— Ella, Ritsu... Acaba, acaba de fallecer... — esas últimas palabras me dieron de lleno, mis piernas ya no pudieron soportar mi peso y caí al suelo, mis manos temblaban, no podía articular alguna palabra — lo siento, no pude protegerla, Ritsu, lo siento — continúo diciendo entre lágrimas.

— ¿Qué clase de broma es está? Hyung, vamos, hablale, dile que la estoy esperando, hyung, llámala, debe estar cansada por la investigación — dije mientras mi voz temblaba.

— ¡Ritsu! — Gritó él y ni cuerpo tembló por completo — ¡No es ninguna broma, Jinhe, se ha ido! — Continuó. Podía escucharlo llorar del otro lado.

— No... ¡No! ¿Por qué?... ¿Por qué? ¡¡¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE?!! ¡tuviste que esperar a que ella... ¿Por qué?... — una nube de emociones se apoderó de mi cuerpo, sentí que caía en un agujero sin final.

— Iba a decirte, ella me pidió que no lo hiciera, dijo que no quería preocuparte, debido a que no puedes volver a Corea, no quiso preocuparte... Ella sabía cómo te sentirías sabiendo que no podías hacer nada, por eso me pidió que no te dijera. — Ya no quería escucharlo.

— ¡Minho! Si tú hermana estuviera muriendo ¿No querías que te lo dijeran? — dije con rabia, con la mano en mi pecho mientras me encogía en el piso.

— Ritsu...

— Apenas hablé con ella hace tres días, ella estaba bien, ella estaba feliz, estaba viva y de un día a otro me dices que está muerta, ¡¿En serio quieres que crea eso?! — es impresionante la manera en que las cosas, las personas, los momentos, se esfuman de la nada.

— Ritsu... Tran-...

— ¡No! No te atrevas a decirme que me tranquilice. — Grité.

*Mientras tanto en la fiesta*

— Sam: ¿A dónde fue Ritsu? Hace mucho que se marchó.

— Yato: ¿creen que ya se haya ido?

— Ray: No, Ritsu no es del tipo de persona que se va sin decir nada, además, estaba atendiendo una llamada.

— Rica: Pero ya ha pasado mucho desde eso, yo creo que hay que buscarlo.

— Sam: Opino lo mismo. Para estar seguros de que la serpiente no le inserto su veneno.

Mientras tanto, la lluvia comenzó a caer despacio y poco a poco comenzó a aumentar su intensidad.

— Lewis: ¡Hay que entrar! — todos salieron corriendo en dirección a la casa.

— Ray: Ritsu no tiene paraguas, ya es muy de noche y dudo que una llamada dure tanto.

— Lewis: Ray tiene razón, hay que ir a buscarlo. Algo anda mal.

— Yato: La lluvia es muy fuerte.

— Rica: Oigan y, no será que está con Julián.

— Ray: Lo dudo.

— Lewis: Vayamos a ver.

Caminaron entre la gente que se resguardaba de la lluvia hasta que encontraron a Julián en medio de la multitud.

— Ray: Julián, ¿Está contigo Ritsu?

— Julián: No, ¿No está con ustedes?

— Lewis: No, hace mucho salió a atender una llamada y no ha vuelto, por aquí cerca no hay lugares donde pasar la lluvia.

— Sam: Tampoco tiene un paraguas. Está lloviendo tan fuerte, sin paraguas, no es normal que no haya vuelto.

Narra Julián.

En ese momento una preocupación invadió mi interior, no sabía por qué, pero tenía un mal presentimiento. Era imposible que Ritsu se fuera sin avisarle a los chicos que se iría y no importaba cuanto Ritsu amara la lluvia, con esta intensidad hubiera entrado con el resto. Tenía que encontrarlo ahora.

— Julián: Hay que ir a buscarlo ahora.

— Ray: Todos estamos de acuerdo, nosotros iremos, pero tú, ¿No tendrás problemas? — dijo mientras miraba a Aneth que se acercaba por detrás mío.

— Julián: No me importa Aneth, vamos a buscarlo. Ya. — ni siquiera yo mismo creía que había dicho eso, pero mi cuerpo ya se estaba moviendo lejos de mi novia, lejos de la fiesta. Desesperados todos se dirigieron en su búsqueda.

*De nuevo con Ritsu*

Narra Ritsu.

La lluvia comenzó a caer, mi cuerpo arrodillado en el piso comenzó a empaparse, el agua era fría, podía sentir como entraba por mi piel y tocaba mis huesos.

— Ritsu: No... No te atrevas a decirme que me calme — dije con voz temblorosa, mientras sentía como ese nudo en la garganta me ahogaba la voz, cada vez podía respirar menos.

— Minho: Ritsu, escúchame, ella quería que tú...

— Cállate... ¡Cállate! ¡No te atrevas... ¡No te atrevas a decirme de nuevo que ella está muerta! — no podía controlarme, nunca le había gritado a Hyung, pero estaba molesto, estaba triste, solo quería poder gritar y salir corriendo hasta quedarme sin aliento.

— Ritsu, escúchame.




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