Tal vez, si vuelvo a renacer.

Capitulo 26: Reencuentro inesperado. 

Me mantuve mirándolo de lejos y me pregunté el porqué me importaba tanto lo que pensara de mi, ni siquiera me importaba lo que Lewis o Ray e incluso Yato que ha sido mi mejor amigo desde siempre... ni siquiera me importaba lo que él pensara de mi, pero en serio, no quería a Ritsu tuviese una imagen negativa sobre mi persona.
Él hablaba mucho con Yato desde que entró al salón y Yato se le había vuelto a pegar como chicle.

— Hombre, me alegra verte — dijo Yato mientras le chocaba los puños.

— Gracias — Respondió Ritsu sonriendo. Segundos después el profesor inició con su clase y todos hicieron silencio.

° ° ° ° °

La hora del almuerzo llegó, Yato y Ritsu se dirigen al mismo lugar, yo solo pude observar como se alejaban.
Desde hace un tiempo dejé de ir con mi grupo de amigos, ahora me quedaba con Aneth y su bola de secuaces que la seguían como si ella fuese Chanel Oberlin y el resto miembros de Kappa Kappa Tau.

Únicamente podía ver a mi amigo y a Ritsu alejarse.

Narra Ritsu.

Llevo asistiendo a esta escuela por un año y nunca la había sentido tan desconocida, es como si viniera aquí por primera vez, Yato y yo nos dirigimos a almorzar con los chicos. Desde lejos puede verlos, no es necesario estar cerca como para notar lo sorprendidos que estaban al verme.

— Rica: ¡TU! — Gritó mientras se ponía de rodillas.

— Sam: No puedo creerlo... — en efecto, se notaba que no podía creerlo.

— Ray: ¡Ritsu! Cómo... Es bueno verte de nuevo — dijo mientras sonreía.

— Lewis: Bienvenido, Ritsu.

— Ritsu: Chicos, estoy de vuelta... — es una sensación un poco extraña, verlos a todos sonreír al verme y dramáticamente ver a Rica llorando, es casi imposible no sonreír, todos estaban aquí, menos... Una persona.

Tomamos asiento de nuevo y comenzamos a hablar de lo que ha estado pasando últimamente en la escuela, es fin de curso, vamos en tercer año de preparatoria a un paso de ir a la universidad, no lo había dicho antes, pero todos están estudiando y esforzándose por pasar su examen de ingreso a la universidad.

— Yato: Como saben, ya casi es fin de curso, estas son las últimas tareas, después vienen los exámenes y nos despediremos de esta escuela.

— Rica: Cállate callate — dijo con un suspiro — ni lo digas, extrañaré esta escuela, es aquí donde los conocí — Rica se veía bastante melancólica, yo apenas llevo un año con ellos y aún así no quiero irme, los extrañaré. Espero que el juicio tarde un poco en llegar, quiero estar más tiempo con ellos.

— Ray: Y con el fin de curso, ¿saben que otro viene?

— Lewis: Ray, shhh — dijo en voz baja.

— Ray: El cumpleaños de mi hermoso novio — soltó Ray abrazando a Lewis. Por su parte, Lewis se sonrojó tanto que pensé que iba a convertirse en una mancha de jugo de tómate.

— Sam: Lewis, ni te esfuerces, ya lo sabemos ¿Crees que se nos va a olvidar?

— Yato: ¡Nuestro querido! ¡Tierno! Y ¡Dedicado Lewis! ¡Cumple su mayoría de edad! — dijo alzando la voz y haciendo ademanes.

— Lewis: Shh, Yato, no grites — Lewis le hacía señas para que vuelva a sentarse.

— Ray: jajaja, esta vez no te nos escapas.

— Lewis: Bien, bien, ustedes ganan.

— Sam: Y bien ¿Qué se hará? Que si antes faltaban meses, ahora faltan semanas.

Los chicos estaban tan animados que terminaron por contagiarme su entusiasmo. Al final de cuentas, tener un grupo de apoyo cuando estamos en ruinas nos ayuda a reconstruirnos.

— Ray: ¡Lo vemos en el grupo! Hay que ir a clases — dijo cuando la campana que indicaba el fin del receso sonó, con ello, todos se fueron a sus salones.

Los módulos pasaron rápido y sin darme cuenta, ya era la última hora. El aula estaba alborotada, era hora de tutorías y como somos alumnos de tercer año apunto de graduarse de la preparatoria, nos dió el módulo para organizar parte de la clausura. Todos daban sus opiniones de dónde querían ir o que querían hacer. Al final ganó un viaje a la playa, en medio otoño. Espero que sea buena idea.

— ¿?: ¡Chicos! ¡Pasaremos para ver quienes confirman para ir y, así, sacar el presupuesto! — dijo con completo liderazgo la jefa de grupo.

— ¿?: Hey tu — se escuchó a mis espaldas — ¡Oye! Te estoy hablando — replicó.

— Ah siento — dije de forma automática, al darme la vuelta, ahí estaba él, parado detrás de... Su novia — ¿Qué se te ofrece? Aneth.

— Aneth: ¿Irás?

— ¿Disculpa? — pregunté aun no captando a que se refería.

— Qué si irás al viaje, no es necesario que vayas, pero igual se te está contando porque eres miembro del salón.

— Bueno yo... — sus palabras eran tan duras y frías, lo miraba de reojo para ver si intercedia, pero solo se quedó mirando.




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