–Hola - dijo pacíficamente, abrí los ojos, a mi lado estaba Julián, el viento le revolvía el cabello, estaba descalzo, tenía los pantalones doblados y las manos en los bolsillos, él miraba hacia el horizonte. Hablaba tranquilamente. Me quedé mirándolo por unos instantes hasta que por fin respondí.
–Ritsu: Hola.
–Julián: ¿Cómo has estado?
–Ritsu: Bien.
–Julián: Me alegro.
–Ritsu: Gracias, pero, ¿Cómo es que estás aquí?
–Hoy decidí estar con ustedes. Aneth vendrá en la noche, ahora estoy solo.
– Oh... Ella vendrá...
–Julián: Ritsu, se que ella no te ha tratado bien, por eso te pido disculpas en su nombre - a fin de cuentas, si te preocupas por ella.
–Ritsu: No tienes de qué disculparte, después de todo, ella es quien lo ha hecho.
–Rica: ¡Chicos! - grita y agita la mano para hacernos ir a dónde ellos están.
–Ritsu: Nos llaman.
Me alejé de su lado y me dirigí hacia ellos, sabía que Julián no tenía la culpa, pero cuando recordaba que él sólo se quedaba aun lado sin hacer nada; no quiero verlo. Me aleje de él cada vez que se acercaba, nunca lo había visto acercarse tanto, no entendía por qué lo hacía, pareciera como si solo le gustara jugar conmigo...
–Julián: Lewis, ¿Tienes mi llave?
–Lewis: Sí, aquí tienes - la cuarta llave, era de él...
–Ray: Julián le pido a Lewis y a los demás que no te dijeran nada - me susurró, entonces, ya todos sabían que él vendría...
Me alegra tener a Ray de compañero y más ahora que sé que Julián y su novia nos harán compañía.
–Yato: ¿Quién tiene hambre? - dice rompiendo la tensión del momento.
–¡Yo! - dicen todos.
Nos dirigimos a un pequeño puesto de comida, había muchos mariscos, todos ordenamos y comimos, al terminar, eran eso de las nueve de la noche, regresamos al hotel.
Subimos a nuestras habitaciones.
–¡Hasta que llegas! ¡¿Sabes cuánto tiempo llevo esperándote aquí?! - todos saben quién es sin siquiera voltear a verla.
–Ray: Vamos Ritsu, entremos - me susurra y me mete a la habitación haciendo caso omiso de la presencia de Aneth. Todos los demás hacen lo mismo, en el pasillo solamente se quedan él y ella.
Una vez dentro de la habitación, Ray comenzó a hablar.
–Ray: Lewis ya sabía que él vendría con ella, por eso repartió las habitaciones así, pensó que soy al que más confianza tienes, por lo cual sería más cómodo para ti.
–Ritsu: No se equivocó, eres al que más confianza le tengo, Ray.
–Ray: Bueno, te digo lo mismo. Toma un baño, hablaremos de ese asunto después de eso.
Cómo Ray dijo, tomé una ducha, después él lo hizo, en un par de minutos, ambos estábamos sentados en nuestras respectivas camas.
–Ray: Bien, explícame ¿Cómo está eso de que te vas a Corea?
–Ritsu: Minho vino por mí, el asunto por el que vine a México ya se ha resuelto, por lo que no tiene caso que siga aquí.
–¿Cuando te vas?
–Este Lunes.
–¡¿Qué?! ¿Tan pronto?
–Ritsu: Sí - el rostro de Ray cambió drásticamente - no sé cómo decirles a los demás lo que está pasando, Ray. No sé qué hacer...
–Ray: Ritsu, no sé... Que decirte... No creí que te fueras tan pronto... Pero yo te ayudaré a decirles si así lo quieres, cuando estés listo... - su voz se notaba decaída.
–Ritsu: Sí - no pude decirle la otra idea que rondaba en mi cabeza, sentía que no era el momento.
–Ritsu: Creo que ya deberíamos dormir.
–Ray: Pero, Ritsu...
–Ritsu: Ray - Lo interrumpo - necesito dormir un poco, no he dormido en casi tres días seguidos...
–Ray: Está bien.
Me acomodé en la cama, fue solo una pequeña mentira, claramente, no pude dormir esa noche.
Al día siguiente, el desayuno llegó a la habitación y, junto con él, un mensaje de hyung.
*Mensaje*
Ritsu, me iré a un hotel cerca del aeropuerto, cuando regreses, ve a este hotel *inserto dirección* posiblemente no me encuentres ahí, pero quédate esa noche, el lunes nos iremos a primera hora y, necesito que estés lo más cerca posible. No empaque ninguna de tus cosas, por lo que debes llegar mucho antes para que puedas hacerlo tú. El Lunes, no me verás en el aeropuerto, si no, hasta que entres al avión, ahí dentro estaré esperándote, regreses conmigo o no, yo ese día me iré a Corea, espero que cumplas con el acuerdo y no dejes que tus sentimientos te dominen y hagas la locura de quedarte aquí, te comprendo totalmente, se que es difícil decir adiós, pero Ritsu, tienes un deber que cumplir, por tu hermana, por ti mismo, el día en el que serás libre se acerca, no lo dejes ir por sentimientos de apego a las personas.