El viento soplaba fuerte, era frío, las olas se escuchaban chocar unas contra otras a lo lejos y, ahí estaba yo, parado sobre la densa arena, contemplando a mis amigos divertirse, no pensaba renunciar nunca a esa sensación de felicidad y tranquilidad.
Las horas pasaron rápidamente, eran cerca de las once de la noche.
–Yato: ¡Hora de cenar!
Todos concuerdan con él, buscamos un lugar cercano, esta vez es para llevar, el hotel tiene una pequeña terraza, cenaremos ahí está noche.
Caminamos de vuelta al hotel, todos estaban felices, el día fue magnífico, ya no estaba preocupado por regresar, por lo que disfrutaba más tranquilo el ambiente.
Después de unos minutos llegamos, se formaron en círculo y todos comenzamos a comer, Julián y Aneth se sentaron en lugares separados, por lo que para mí, era una señal de que algo andaba mal entre ellos, sé que está mal, pero esa sensación me emocionaba, Aneth era muy mala, no sé si con Julián era así, pero espero que no le haya hecho nada...
–Rica: ¡Ronda de preguntas! - dijo mientras sacaba una botella de la bolsa.
–Julián: ¡Hace mucho no jugábamos la ronda de preguntas!
–Ray: Bien, vamos a jugar.
Todos formaron un círculo, a excepción de Aneth, la tratamos de incluir pero nos ignoró totalmente.
–Rica: Bien, al que le caiga, se le hará una pregunta y tiene que responder con la verdad.
–Okey.
Giro un par de veces, dándole a Ray dos veces, Sam una, Rica una, hasta que llegó el turno de Julián, la botella le tocó a él, Rica hizo la pregunta.
–Rica: ¿Quién te gusta? Julián.
–Sam: Rica - le dió un pequeño golpe con el codo - su novia está presente - susurró.
–Rica: No me importa, es imposible que a Julián le guste esa víbora - le devolvió el susurro - y bien, Julián, ¡dinos!
–Julián: Bueno, yo... - su mirada se desvío por unos segundos hacia mi lugar, comenzó a mirarme, cuando eso sucedió, mi corazón comenzó a palpitar tan fuerte que casi podía escuchar su latido, tal vez fue una casualidad, pero para mí, significaba tal vez, que yo también le gustó a él...
– Julián: Eso es obvio Rica, mi novia es la que me gusta, si no, no estaría con ella.
Todos se quedaron mirándolo, lo cual me dió a entender que no era el único que se había dado cuenta y, a pesar de que él dijo eso, yo aún seguía pensado que había una pequeña posibilidad de que le gustara...
Faltan pocos minutos para la media noche.
–Lewis: Bueno, me iré a dormir.
–Yato: Lewis, Pronto será tu cumpleaños y ¡¿quieres dormir?!
–Lewis: Sí, mañana será un día cansado, quiero descansar bien - sonrió y subió a su habitación. Yato lo siguió.
–Sam: Lewis tiene razón, hay que dormir, Vamos Rica.
Las dos subieron a su habitación.
–Ritsu: Nosotros igual, Ray.
–Ray: Sí, vamos, nos vemos.
Al poco rato Julián subió y, mucho después, lo hizo Aneth. Ellos dos han estado raros toda la noche.
*En la habitación de Lewis*
–Yato: Lewis ¿No que ibas a dormir? ¿Qué haces leyendo?
–Lewis: No tengo sueño, solo subí porque si no lo hacía, nadie lo hubiese hecho y, quería descansar, estoy descansando.
–Yato: ¡Pero ya se estaba poniendo interesante!
–Lewis: Duerme ya.
–Yato: Sí, sí, eso haré.
*En el cuarto de Ritsu*
Agradezco a Lewis por haber subido, era como si hubiera leído mi mente, quería estar a solas con Ray para contarle mi nuevo plan.
–Ritsu: Ray...
–Ray: ¿Si? - el se encontraba empacando la ropa que usará mañana.
–Ritsu: No... No me iré a Corea de nuevo.
Ray soltó la ropa que tenía en las manos y miró a verme con brusquedad, tenía los ojos abiertos, solo me miraba desconcertado.
–Ray: ¿Qué dices?
–Ritsu: he decidido quedarme. No me iré...
–Ray: ¿Cómo puedes decir eso? ¿Estás seguro? esa es una gran decisión que puede cambiarte la vida, ¿Lo entiendes verdad?
–Ritsu: Sí, lo entiendo, pero no puedo irme.
–Ritsu...
–Ray - lo interrumpo - ya lo decidí.
Él se queda callado, sólo me mira.
–Ritsu: Ray, hay otra cosa que quiero decirte.
–Dime.
–No quiero ilusionarme, pero sé que no soy el único que lo ha notado, en base a eso, he decidido decirle lo que siento a Julián.