–Lewis: ¿Sólo eso decía?
–Ray: ¿Esta vez sí tenía escrito algo?
–Julián: sí - esa carta me preocupaba, pero no pensaba que sería tan malo.
–Lewis: ¿Te das cuenta? Hay que llamar a la policía, Julián, estás en peligro.
–Ray: Sí, Lewis tiene razón, esto ya no es solo un juego.
–Julián: No, no es necesario, no pasará nada, después de un tiempo se cansará y dejará de acosarme.
–Ray: Pero Julián...
–Julián: Ray, por favor, ¿Si? No es necesario.
–Lewis: Bien, pero dile a Yun.
–Julián: No, no quiero preocuparlo con cosas como esa, no es nada importante, como ya les dije antes, de seguro se cansará y se irá.
–Ray: ¡Julián! ¿Cómo no va a ser nada? - Ray levantó la voz, yo y Lewis le hicimos señas para que la bajara un poco - acabaste en el hospital por ese golpe que te dió, ¿Y dices que no es nada? - dijo susurrando.
–Lewis: Julián, creo que Ray tiene razón, decirle a Yun no está de más.
–Julián: Bueno, está bien, si eso los hace sentir más tranquilos, le diré.
–Ray: Bien, nosotros ya tenemos que irnos.
–Julián: Si, nos vemos.
Ray y Lewis salieron de la cafetería, yo solo podía pensar en cómo decirle a Yun lo que pasó, estaba feliz por la reconciliación que no quería arruinarlo con esas cosas, aunque, en lo personal si tenía miedo.
Me regresé a mi casa, una vez ahí, lo llamé para explicarle.
–Yun: ¿Que pasa?
–Julián: Tengo que hablar contigo sobre algo.
–Yun: ¿Necesitas que vaya a tu casa? Salgo para allá.
–Julián: ¿Ah? ¡No!, No es necesario - quería verlo, pero sabía que estaba ocupado, no le pediré que venga si se que tiene responsabilidades que atender - podemos hablarlo así.
–Yun: ¿Seguro que no quieres que vaya?
–Julián: Sí, seguro.
Hablamos y le expliqué lo que pasó, él se quedó en silencio por unos instantes.
–Yun: ¿Siempre te siguen cuando vuelves a casa? - dijo por fin.
–Julián: Sí...
–Yun: Llamaré a la policía, guardas la carta, ¿verdad?
–Julián: ¿Qué? ¡No! No lo hagas, no es necesario, sólo tengo que volver más temprano a casa, no es necesario engrandecer el problema, es nada mas una persona jugando bromas, después de un tiempo se dará cuenta que no está obteniendo resultados y lo dejará, no llames a la policía, te lo pido.
Él se quedó en silencio. Después añadió.
–Yun: Bien, no lo haré, pero cada vez que regreses a casa, lo harás conmigo, yo te llevaré de vuelta ¿Si? No importa si son las dos de la madrugada, llámame, si estás de acuerdo con esto, está bien.
–Julián: No es necesario, pero si eso te hace estar tranquilo, está bien.
–Yun: Bien.
–Julián: Bueno, te dejo, sé que estás muy ocupado.
–Yun: Está bien, nos vemos mañana, pasaré por ti para ir a la universidad.
–Julián: Bien, nos vemos.
Colgué el teléfono, los últimos sucesos me han dejado agotado, no quiero engrandecer más la situación, espero a ver tomado la decisión correcta, pensé en ese momento, no sabía cuánto me iba a arrepentir de no haberlo denunciado.
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Al siguiente día, Yun pasó por mi como acordamos, su auto se estacionó fuera de mi casa.
–Julián: Lamento la demora.
–Yun: Entra.
Abrí la puerta trasera del vehículo, estaba Yuang ahí.
–Yuang: Lo siento, está ocupado, tú vas ahí - señaló el asiento del copiloto.
Abrí la puerta y entré al auto, nos dirigimos a la universidad. Yuang era diferente de cuando hablamos, ahora era más tierno y sociable, como si no hubiese rastro del Yuang de esa tarde.
Llegamos, Yun salió del auto y abrió ambas puertas.
–Yuang: Gracias Hyung, iré a clases y, no es necesario que me esperes para regresar, tengo una cita con unos amigos.
–Yun: Bien, no vemos.
–Yuang: Nos vemos en casa Yun, nos vemos Julián - dijo con una tierna sonrisa en su rostro.
–Yun: entremos.
Caminamos hacia la entrada, como siempre, ahí estaba Lewis y Ray, nos vieron.
–Ray: ¡Yun! ¡Julián!
–Lewis: Hola chicos.
–Julián y Yun: Hola.
–Ray: Oigan, después iremos por un café, ¿quieren ir?
–Yun: Bueno, está bien para mi.
–Julián: Por mi también - necesito distraerme un poco, además, hace mucho no salimos los cuatro juntos.