–Jinhe: Ritsu, vámonos, nos están esperando.
–Ritsu: Ya voy, iré en mi auto.
–Jinhe: ¿Aah? Minho nos espera en el suyo, debemos llegar como una familia, apresúrate, vendrás con nosotros.
–Ritsu: Bien, bien.
Terminé de arreglarme, salimos de la casa y entramos al auto, Minho estaba ahí.
–Jinhe: Bien, ¿todo listo? Tenemos regalos, comida, combustible, dinero... ¡Ritsu! - volteó a verme - Bien, bien, tiene buena apariencia, me gusta - dijo con una sonrisa.
–Minho: *sonrisa burlona.
–Ritsu: Hermana, cálmate, es sólo una cena.
–Jinhe: No, no, vamos a conocer la familia de tu novio, no es sólo una cena, tiene que salir bien, dar una buena impresión.
–Ritsu: La madre de Julián no es tan mala, relájate.
–Jinhe: llegamos tarde, vámonos.
–Ritsu: *suspiro*
–Minho: Jinhe, relájate un poco, el que debería estar nervioso es Ristu, mira que presentarte a ti como su hermana es signo de peligro jajaja.
–Jinhe: ¡Oye! *Pequeño golpe.
–Ritsu: jajajajaja.
–Jinhe: ¿Tú también? Jajaja, bueno, tienen razón, necesito relajarme.
–Minho: Bien.
Condujo hasta la casa de Julián, llegamos, tocamos el timbre.
*Susurros*
–¡Son ellos!
–Sí, deben ser ellos.
–¡Ay! que nervios.
–Mamá, relájate.
–Sí, sí, ve a abrir, no los dejes esperando.
La puerta se abrió, Julián apareció detrás de ella, tenía una sonrisa en el rostro, todos los días se veía hermoso, pero esa noche hizo resaltar su belleza.
–Julián: Adelante, pasen.
–Jinhe: Gracias.
Entramos.
–Jinhe: Buenas noches, señora.
–Ritsu y Minho: Buenas noches.
–Madre: Hola, buenas noches, pasen, pasen, el comedor está por aquí.
–Ritsu: Hemos traído unos obsequios.
–Madre: ¡Oh! No debieron molestarse.
–Jinhe: ¡Oh no! No fue una molestia, es un gusto.
–Madre: Gracias por su consideración. Julián, lleva al joven Ritsu a dejar los obsequios.
–Julián: Ritsu, por aquí.
–Madre: Síganme, los llevaré al comedor.
Minho y mi hermana siguieron a la madre de Julián.
–Julián: Por aquí, déjalos ahí, debajo del árbol.
Dejé los regalos justo donde me dijo.
–Ritsu: Lamento todo esto, mi hermana es un poco...
–Julián: Sí, sí, te entiendo, igual lamento todo esto, mi mamá también es un poco... - ambos nos miramos.
–Ambos: jajajajajajaja
–Ritsu: estamos de acuerdo, pero, tu madre no ha hecho nada escandaloso.
–Julián: No has visto el comedor... Jajaja *risa nerviosa*
–Julián: Vamos.
–Ritsu: Espera - le agarré la mano y tiré de ella, él regresó y lo abracé - te ves hermoso - le di un beso en la frente, ví como su cara se volvió roja.
–Julián: Aaah, qué cosas dices... - intentaba ocultar su rostro.
–Ritsu: Hay que volver.
Comencé a caminar, él esperó un momento, luego me siguió. Llegamos a la cocina.
Estaba totalmente repleta de comida, diferentes variedades de pollo, vino, postres, ahora entiendo lo que Julián quiso decir.
Quedé perplejo.
–Julián: Te dije - me susurró.
–Madre: Adelante chicos, siéntense.
Tomamos asiento, Julián junto a su madre y yo junto a mi hermana, uno frente al otro.
–Jinhe: Le estaba contando a su madre la vez que creíste que papá vestido de Santa Claus era un ladrón y llamaste a la policía, todo el vecindario se alarmó y salió dispuesto a encontrar al supuesto ladrón.
–Julián: ¿Enserio hiciste eso?
–Ritsu: Sólo tenía seis años - dije en mi defensa.
–Julián: Eso es tierno *risa cariñosa.
Me ruboricé.
–Madre: Julián era travieso también, una vez, cuando quería bañarlo, salió corriendo del baño sin ropa intentando huir, había vistas en la sala, todos vieron al niño corriendo desnudo por la casa, cuando él se dio cuenta regresó al baño y comenzó a llorar. Fue tan tierno.
–Ritsu: jajaja, ¿Enserio hiciste eso? *Sonrisa burlona.
–Julián: Mamáaaa *berrinche* solo tenía cinco años. - me miró.