15. La llamada

El celular de Grecia suena y no responde a la primera.

- ¿Quién es? - pregunta George desde la cocina.

-Nadie- contesta ella un poco nerviosa.

Vuelve a sonar y George se acerca para arrebatarle el teléfono -Si diga- contesta - ¿Qué quieres Chloe? – pregunta.

Ambas damos un salto del sofá e intenta Grecia arrebatarle el teléfono.

- ¿De qué fotos hablas? – se escucha la voz de George cuando voltea a nosotros.

Nos quedamos viéndonos al escuchar su pregunta. Al fin logra arrebatárselo. Y se retira a su recamara.

- ¿Que te dijo? - pregunto inquieta acercándome a él.

-Que si ya había visto unas fotos- dice desconcertado. -Sabes a que fotos se refiere.

-No tengo ni la menor idea- digo mientras lo abrazo.

Le intento cambiar la plática -Mañana es el día de la caridad, sé que cierras, pero no se hace nada especial, ¿qué se hace en el restaurante? – pregunto.

-Lo había olvidado, sabes doy comida gratis, hago algo especial para las pocas personas que no tienen un sustento- se levanta en ese momento -tendré que ir a hacer unas compras- y se dirige a su cuarto.

Corro a la habitación de Grecia, y miro que aun habla por teléfono.

-Ya deja de molestarnos- dice furiosa y cuelga el teléfono.

- ¿Que paso? -pregunto mientras cierro la puerta detrás de mí.

-Tal parece que no quiere ver a George feliz, y menos contigo- dice echando un vistazo afuera de la habitación.

- ¿Porque lo dices?

- ¿Que paso el día de su ceremonia de compromiso? – pregunta mirándome fijamente.

-Chicas, saldré por las compras, necesitare mucha ayuda para mañana, así que descansen- dice George retirándose de la habitación.

-Te contare todo- le digo, así que le cuento todo lo que paso en la ceremonia, hasta le confieso del beso que hubo entre Alexander y yo, pero no me juzga, cuando le digo lo de George y Chloe su expresión cambia.

- ¿Pero porque Alexander se quiere casar con ella? – pregunta confundida.

-Su padre le dijo que Chloe está enferma y que su deseo es verla feliz- confieso las palabras del alcalde.

- ¿Chloe? enferma de que- dice sin pensarlo.

-No lo sé, solo eso me confeso Alexander cuando vino a verme.

-Está mintiendo, ella es más sana que yo.

Nos miramos fijamente, y suspiramos sin saber que hacer.

-No diremos nada- le tomo de la mano.

- ¿Por qué?

-Si Chloe no se casa, vendrá por George y yo no quiero eso- confieso con un suspiro profundo -y temo correr con Alexander.

- ¿Aun sientes algo por él? – pregunta.

-No lo sé, cuando estoy con George, todo es perfecto, en serio solo ha sido un mes, pero me ha hecho sentir increíble, saca lo mejor de mí, y Alexander sé que solo es un amor de mi adolescencia, alguien que siempre querré y que es una debilidad ante mi- digo agachando la mirada.

-No diré nada, entiendo por lo que pasas- dice dándome un abrazo de amistad.

-Vamos a preparar la cena- propongo.

-Mañana vendrán a traer las invitaciones- dice mientras nos acercamos a la cocina.

- ¿Qué no es el próximo sábado? – pregunto mientras recojo unas cosas de la alacena.

-Tal parece que no, Chloe me dijo que mañana están por acá.

-Pero es día caritativo, no creo que dejen todo por venir, a mí me dijo Alexander que hasta el sábado.

-Está bien- dice mientras recoge unos trastes para preparar pizza de pepperoni.

En ese momento suena mi teléfono, lo tomo y veo Llama entrante de Alexander.

-Diga- siento mi voz un poco nerviosa.

-Chels, necesito hablar contigo- escucho su voz un poco apagada.

-Se que Chloe nos siguió hace rato.

- ¿De qué hablas? – pregunta confundido.

- Chloe nos siguió y tomo fotos sé que te chantajeara con algo- digo mientras regreso al sofá.

-No puede ser- se escucha preocupado.

-Pero, si no es por eso, dime a que se debe tu llamada- trato de ser cortante con él.

-Chloe me acaba de decir que está embarazada.

-Que- digo mientras me levanto rápido del sofá - pero tú me dijiste que aún no han hecho nada- recuerdo lo que me confeso.

-Es por eso estoy desconcertado, ¿sabes si ha visto a George? – pregunta.

- ¿De qué hablas? – pregunto desconcertada -Como se te ocurre pensar en eso- le contesto enojada, pero por dentro me muero de que exista una posibilidad.

-Ya no sé qué pensar, todos aquí están felices por la noticia.

-Sabes que tal vez me mentiste- le digo mientras voy camino a la habitación -es muy probable que si estuviste con ella.