George se quedó a dormir en el palacio, pero en la habitación de huéspedes, a la mañana siguiente ya estaba preparando mis maletas para regresar con él.
-Entonces, ¿si te vas mi niña? - pregunta la reina acercándose a mí.
-Sí, encontré al amor de mi vida y he decidido no dejarlo pasar- digo mientras cierro la última maleta.
-No sabes cuándo feliz me siento porque mis niños ya hayan crecido y abierto sus alas.
-Si, sé que te dejaremos sola, pero así es crecer.
- ¿Y cuándo se casan?
- ¿Casarnos?, Aún no lo hemos decidido, primero quiero conocerlo mejor.
-Quiero que se casen primero– dice, ya que no le agrada la idea de que me vaya a vivir una vez más con él.
-Y si habla con él– propongo.
-Ya regreso- dice y sale de la habitación.
Me doy un baño para estar lista en cuanto George me diga que nos vamos. Me pongo unos jeans con unos tenis, mi blusa de cuadros, muy casual para salir.
Después de un rato decido ir a buscar a George, y en el pasillo encentró a Beltrán.
-Beltrán, ¿ha visto a la reina y a George?
-La esperan en el jardín.
Salgo por la puerta principal y a la derecha está el enorme jardín, a lo lejos veo a la reina y a George sentados en la jardinera. Me acerco a ellos y veo como la Reina se para y se despide de George.
-Los espero- dice y toma mi hombro para darme un beso en la frente.
- ¿Todo bien? - pregunto a George.
-Si, toma asiento- apuntando a la banca -Te amo Chelsea- su mirada es tan sincera, sus palabras tan perfectas.
- ¿Estás seguro? – pregunto mientras una de mis cejas se levanta a modo de asombro.
-Me has hecho entender el significado del amor, tal vez antes creí estar enamorado, pero ahora sé que quiero que seas mi futuro, así como eres mi presente, enterré mi pasado cuando decidí venir por ti- sostiene mi mano.
-George- lo miro sin parpadear.
-Chelsea Const, eres el amor de mi vida- se inca y mis ojos se abren más de lo normal y mi corazón se acelera.
- ¿Te quieres casar conmigo? - y saca un anillo que muestra en una caja azul.
- ¿Estás seguro? – bromeo.
- ¿Que? – me mira confundido.
-Es broma, claro que si acepto casarme contigo- me pone el anillo en el dedo y me abraza terminando con un beso.
- ¿Cuándo nos casamos? - pregunta.
-Vamos al registro civil ahora mismo- propongo al sonreír. Corremos al castillo y nos detenemos ante la reina.
- ¿Entonces? – pregunta mientras nos mira con duda.
-Nos vamos a casar- digo mientras muestro mi anillo.
-Mi niña felicidades- me abraza y sostiene la mano de George - ¿Y cuándo se casan?
-Queremos hacerlo hoy mismo por el civil- dice George con una emoción en sus ojos.
-No, como crees, tenemos que hacer una fiesta- dice mientras se acerca al teléfono.
-Pero- dice George.
-Todo lo haremos aquí-interrumpe y nos toma de las manos - yo preparare todo, bueno tu estarás conmigo-dice señalándome.
- ¿En un mes? - pregunta dudoso George.
-Más o menos en dos, ya que las siguientes 2 semanas estaré de viaje.
-Puedo traer a Grecia a que me ayude en lo que regresas a suplirla en la cafetería- propongo dando unos pequeños brincos.
- ¿Entonces no regresas conmigo? - pregunta triste.
-Los fines de semana me iré a quedar contigo, pero si nos ayuda con la boda es mejor- digo entusiasmada.
-Tienes razón- responde George.
-Entonces te quedas mi niña, y que venga su hermana a ayudarte en lo que regreso del viaje.
-Por supuesto- afirma George.
La reina nos deja solos y George habla con Grecia por teléfono.
- ¿Grecia como estas? solo marco para decirte que me voy a casar con Chelsea-escucho sus palabras de entusiasmo con Grecia.
Cuelgan el teléfono, decido que acompañare a George ya que Grecia no sabrá llegar y ese es el pretexto que le doy a la reina.
-Con mucho cuidado- nos advierte.
-Claro que sí.
Cuando salimos del palacio, miro a George concentrado en la carretera.
- ¿Por qué tan serio el hombre? – pregunto mientras tomo su hombro.
-No puedo creer que me casare con la mejor mujer que he podido conocer- dice sonrojado.
-Y yo me casare con el hombre más sexy y de trasero sensual- contesto pícaramente.
Estaciona el auto cerca un árbol grande y se abalanza sobre mí, es increíble esta atracción de deseo que sentimos el uno por el otro, me hace el amor en el carro, aun es increíble que no podamos resistirnos ante nosotros mismos. Después de acomodarnos la ropa y seguir con el camino saco de mis jeans un collar.
Editado: 01.04.2021