Talking To The Moon

¿Esperanzas?

- ya lo enviaron al manicomio, la verdad fue muy satisfactorio verlo en un estado tan deplorable – se escuchaban sus carcajadas por toda la casa.

Era triste notar la poca empatía que sentía Ryan por su propio gemelo, pero no era algo solucionable, sucedía lo mismo con el resto de sus hermanos. Incluso Tristan conservaba un poco de empatía, en especial al momento de mantener a Rebecca lejos de esas risas y comentarios. Talvez ella sea la menor, pero su hermana era la más sensible en estos temas familiares. Incluso cuando se trata de Aiden.

Ambos mantienen una relación especial, este mismo en ciertas ocasiones consideraba más a Rebecca que a Ryan como su gemela. Talvez esto arruinó la poca empatía que Ryan compartía hacia su hermano.

*

Hace unos días que no veía a Aiden. Fui a un campamento y él al estar enfermo no pudo ir. Me preocupaba saber qué podría pasar con él asique le pedí que se quedara. Cuando volví del campamento no lo encontré, fui hasta el trabajo de mi padre para preguntarle donde se encontraba.

- ¿Aiden? Se fue a otro campamento cuando mejoró, no quería que se aburriera en sus vacaciones asique se fue con Rebecca.

No me alteré, ya estaba acostumbrado a que ellos dos anduvieran juntos. Me molesta, pero suelo controlarlo. Aunque, a veces me sobrepase, esta vez era algo comprensible.

Cuando ambos volvieron me incomodaban bastante, se la pasaban juntos, se contaban secretos, se reían de la nada como si las paredes contaran chistes. Intentaba acercarme a ellos, pero resultaba en vano, siempre que preguntaba de que hablaban decían lo mismo: “nada, nada, es algo del campamento”. No dudo que lo fuera, pero, ¿tanto les costaría contarme?

Cada vez me enfurecía más, se reían en mi cara, ya no me hablaban, era agotador y molesto el cómo actuaban. Fue agotador hasta que decidí enfrentarlos.

- Aiden, ¿podemos hablar? – tartamudee de los nervios, él ni siquiera se volteó a verme. En ese mismo instante terminé agarrándolo de los pelos, lanzándolo al suelo y quedándome encima de su estómago.

- ¡¿Qué haces Ryan?! ¡Salí de encima mío! – forcejeaba intentando tirarme, lo cual resultó en vano.

Ahí me di cuenta que estaba forzando algo incapaz de lograr, no podría cambiar sus actitudes, y obligarlo sería inútil. Me levanté y simplemente me fui a nuestro cuarto, el cual dejo de serlo. Agarré todas mis cosas y me fui a un cuarto abandonado y vacío, lo dejé en condiciones y se volvió solo mío.

*

La sonrisa y risas de Ryan desaparecieron apenas se introdujo a las penumbras de su habitación, con brusquedad y rabia golpeó una de las paredes de su cuarto: una pared llena de fotos de Aiden y Rebecca, manchadas de asco, destrucción y violencia. Se tiró en su cama solamente para seguir maldiciendo a ese joven que alguna vez consideró como su hermano, en especial como su gemelo.

- qué pena que aun con tantas cosas malas que pasaste con él, sigas “intentando ayudarlo”.

Tristan se encontraba dentro se la habitación, rompiendo las reglas de su padre.

- y que pena que tengas que entrar a escondidas a mi cuarto solo para farfullar tonterías.

- al menos no tengo que fingir que siento aprecio o empatía por Aiden, pero tú tampoco necesitas hacerlo, ¿verdad?

- yo no finjo nada.

- entonces ¿Por qué no me ayudas con mi plan?

A Ryan la idea de la destrucción de ese primitivo planeta no le simpatizaba, aunque tampoco sentía lastima por ello. Si sentía una hermosa sensación al imaginarse a su gemelo totalmente destruido al haber fracasado en su apuesta. Volteó su mirada hacia su hermana, y con una sonrisa de oreja a oreja le contestó.

- y ¿En que tendría que ayudarte?

- Aiden no debe cumplir los 100 días, el manicomio ayuda, pero no por mucho. Tenemos que pensar en qué hacer cuando salga.

- ya se me ocurrirá algo, por mientras seremos aliados.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.