Tama

1 Un día normal

Era tan linda tenía un bello rostro, casi parecía una diosa o un ángel, sus ojos eran lo más lindo que he podido ver, no pensarías que un color purpura sea capaz de existir si no lo veías por ti mismo, su cabello rizado y muy amarillo, su piel tan blanca como la luna.

-No cruces.

-¿Porque estas tan triste?...que no cruce. Cruzar.

Me desperté muy alterada sentía que me faltaba el aire estaba temblando del miedo.

-Qué hora es?

Me desperté faltaban dos minutos para entrar a clase hoy definitivamente llegaría tarde, mi madre olvido despertarme de nuevo.

-¡¡Mama, no me levantaste!!.

Me cambie lo más rápido que pude, tome mis libros y corrí a la cocina, no había nada más que una carta sobre la mesa del comedor.

-Mama, de seguro ya se fue, esto es.

 

Hija me tuve que ir a un viaje de negocios cuídate, volveré en dos meses

En cuanto pueda te enviare lo de los gastos de la casa

Con amor tu madre.

 

-Siempre hace lo mismo, ni siquiera se despidió como se debe, soy la única que vive aquí o que ni sus cosas están aquí solo se la pasa de viaje.

Volví a ver el reloj y corrí lo más rápido que pude, logre entrar, pero no lo lograría si se trataba de mi profesor de historias, ya toda la clase estaba dentro, intente escabullirme pero mi torpeza me delato.

-Señorita puede ir a la rectoría por su reporte semanal, acaso no se cansa de causar problemas.

-Lo siento.

Estaba muy distraída por el sueño de esta mañana incluso no quería entrar a sus clase, pero ya que, en cuanto regrese de rectoría, me senté en mi lugar y dormí un poco más.

-Hey¿estas bien? y esa, esa cara.

-Mi madre se fue de nuevo de viaje.

La castaña de grandes ojos caramelo, cabello lacio y muy largo, incluso con una figura que cualquiera deseara se acercó a mí, era la chica más popular del instituto y la única que me hablaba de mi salón.

Mi mejor amiga Ori.

-Eri mira que ya es receso quieres ir por algo de comer.

-Si me muero de hambre, aunque no traje suficiente dinero.

-Descuida te invito.

-Gracias por eso te amo mi Ori, deberás eres mi ángel guardián.

-Que dices.

Cuando regresábamos por un pasillo, vi un extraño pájaro en el barandal del lugar, era blanco y tenía plumas extrañas en la cabeza, era muy feo, comencé a verlo y acercarme a él despacio.

-Que haces Eri.

-No ves es un pájaro extraño.

-De que hablas no hay nada hay deja de hacer eso jajá, te ves extraña.

-No te burles en serio que no ves o me estás jugando una broma.

-Ya vamos deja de jugar sí, no hay nada hay o al menos yo no lo veo.

Acaso fue mi imaginación incluso salió volando.

-Enserio no lo viste tenía unas cosas raras en la cabeza y unos ojos como botones.

-Que dices Eri te afecto el no dormir de seguro.

-Oye hablo enserio, tal vez debas revisar tus anteojos.

-Jajaja en serio que eres el colmo, mejor vamos al curso que tengo que decirte algo importante.

-De acuerdo.

Ori era una chica muy amable y dulce, enserio no creo que sea mi mejor amiga la conozco desde hace tres años, aunque solo nos falta un año para graduarnos, además me ayuda en los examentes y su cabello es envidiable, me siento orgullosa de ser la mejor amiga de la chica más linda del instituto.

-Pero quien tenemos aquí.

Una rubia de raíces muy oscuras nos detuvo, ella tenía sus horribles pudientes rojos puestos y un maquillaje sobre cargado, nos fastidiaba a las dos el solo ver a una abominación como ella.

-Que quieres Lorena.

-O dulce princesa, contigo nada es con esta con la que tengo cuentas.

-Pues Eri es mi amiga así que también me interesa.

-Lo lamento princesa pero es personal, tiene que ver con su padre.

-Ori puedes adelantarte, no pasara nada

Lorena solo disfruta el molestarme, actuaba en grupo nunca era capaz de hacer algo sola, se sentía la reina por que la acompañaban sus amigas, pero siempre que tenía que ver con algo personal lo hacía, porque aunque  odie el cómo es, no podía negar que éramos hermanas.

Cuando íbamos a un lugar más alejado, comencé a ver algo extraño en los arbustos, talvez Ori tenia razón estoy viendo cosas, había como unas burbujas a mi alrededor con ojos.

-Bien señorita es mejor que me digas donde está.

-Que.

-El viejo no ha ido a casa más de un mes de seguro esta con ustedes.

-Papa el ni siquiera ha llamado.

-Mierda , si lo ves es mejor que le digas que deposite el dinero que es nuestro, así que hay te ves perdedora.

Me empujo y caí al suelo esta era la últimas vez que me trataría así, ya me canse de esto, me levante muy molesta.

-Espera solo era eso, una amenaza por dinero.

-Eso a ti que idiota.

-Pero por que siempre eres mala conmigo.

-No lo sé porque me caes mal no es porque te odio.



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En el texto hay: seres magicos, tragedias, amor aventura fantastico

Editado: 22.05.2019

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