Tan de Nadie

Capituló 8. Doctora Marcus

Vanessa


 

Siento el gel frío que pone la doctora sobre mi vientre y junto con ella una enorme tristeza de que no sea Ashton quien está sentado a mi lado en este momento.


 

-Señora Ronaldi cuantas semanas tiene según sus cuentas de embarazo?

-tengo 26, pero no he tenido un ultrasonido desde mi semana 12.

-Perfecto, veremos como va este bebé, ¿Si se deja ver, quieren saber el sexo?

-Si por favor -respondo de inmediato.

-Esta bien señora


 

La dostora comienza a mover el aparato de ultrasonido sobre mi vientre y comienza a decirme acerca de la placenta, de las medidas, del líquido amniótico y sobre cosas médicas.


 

-Su bebé está muy sano señores, y tiene exactamente 26 semanas y 4 días. Su corazón es muy fuerte y van a tener un varoncito.

-Gracias -respondo y automáticamente me pongo a llorar, se que Ashton estaría igual de emocionado que yo al saber que vamos a tener un hermoso niño.

-Está todo bien Señora.

-Lo siento es la emoción.

-Por supuesto, señor le pido si nos deja a solas un momento para que su esposa pueda vestirse y sería todo por mi parte.

-Claro y muchas gracias por aceptar venír hasta aquí. -Responde Ronaldo

-Ahora si señora puede ir a vestirse.

-Doctora tengo una pregunta para usted.

-Si claro dígame.

-De donde conoce usted a mi esposo. No quiero ser entrometida, pero no es usual que el traiga nadie a casa.

-La verdad señora es la primera vez que lo veo, me mandaron una solicitud al hospital para saber si era posible que hiciera una consulta y chequeo a dimicilio, envíe todos los requerimientos necesarios para poder hacerlo y acepte venir dado a eso.

-Entiendo, ¿Entonces usted no había tenido trato con el con anterioridad?

-No, se lo aseguro.


 

Siento un gran alivio al escucharla, y mi mente corre en decirle que me ayude, pero no se como hacerlo o si debo confiar en ella.

Siento las lagrimas correr por mis mejillas nuevamente y sin control.


 

-Señora se siente usted mal, ¿quiere que llame a su esposo?

-No, por favor. - la tomó de la mano instintivamente. - Necesito ayuda y aquí nadie puede hacerlo.

-¿A que se refiere?

-Este señor no es mi esposo, me tiene aquí a la fuerza desde hace casi 7 semanas

-¿Está usted bromeando? ¿El parece amarla mucho?, ha pagado mucho para que yo esté aquí.

-El está obsesionado conmigo y no se por que, ya había intentado secuestrarme antes pero eso es una larga historia, puedo darle un número de teléfono y puede usted informar donde estoy para que vengan a rescatarme por favor, el quiere hacerle osar por padre de mi hijo y que yo sea su esposa a la fuerza. Se lo suplico ayúdeme.

-Señora, esto es muy arriesgado, no se si podría hacerlo.

-Es la única persona que puede ayudarme, no quiero estar con el, ¿usted estaría feliz con alguien que la tiene a la fuerza?

-Por supuesto que no, peor señora no se si podré lograrlo. Pero lo intentaré.  Deme el numero, lo anotaré de una forma que parezca parte de mi informe en este archivo.


 

Le doy el número a toda prisa y me visto de inmediato. Escucho que tocan la puerta y se que es Rinaldi.


 

-Adelante -responde la doctora.

-Está todo bien.

-La Señora tubo un bajón de presión y tuve que ayudarla a acostarse y revisar que todo estaba bien, pero solo fue por la emoción de ver al bebe y saber que es un varoncito señor, nada de que preocuparse. Si le parece bien quiero volver mañana o pasado mañana a traerle algunos medicamentos y hacerle un chequeo de presión para asegurarnos que todo está bien.

-Lo que sea por que mi esposa y mi hijo estén bien.

-Siendo así, me despido. Le dejo saber si regreso mañana o pasado mañana. Muchas gracias por confiarme a su amada esposa y el cuidado de su bebé.

-Un placer conocerla, recuerde dejarme una copia exacta de su informe y después de eso se puede retirar.

-Claro señor, fue un placer conocerlos y nos vemos pronto.


 

Ella se va y mis esperanzas se van con ella, esperando que no se arrepienta de ayudarme.



 

Ashton
 


 

Es más de medio día y no he dejado ningún momento para comer nada. El apetito lo he perdido y el sueño aún no vuelve. Solo intento seguir vivo por ellos, para encontrarlos.

 

Recibo a un cliente y trato de ser lo más breve posible, últimamente no quiero estar con personas a mi alrededor por largo rato.

 

Mi teléfono suena y es un número que no reconozco, ¿será acaso Vanessa?


 

-Hola, Ashton Ramston

-Hola señor, habla la doctora Marcus en Roma. Se que usted no me conoce y la verdad no se que esté pasando, solo le llamo por que conocí el día de hoy a Vanessa Rinaldi y me pido ayuda, no se si ese sea el apellido de ella pues me dijo que necesita ayuda. Y no se que más decir en este momento.

 

La escucho nerviosa, y queriendo hablar de una manera muy rápida y con falta de aire.
 

-Doctora, me dice que vio a Vanessa hoy, me puede decir en donde por favor. Ella es lo prometida y madre de nuestro futuro bebé, fue secuestrara y no sabemos nada de ella.


 

-Me llevaron a una casa a la afueras de roma le hizo la revisión ginecológica y un ultrasonido para llevarle el conteo prenatal. Al terminar la sesión la señora me dijo esto mismo que y dicho usted y me pidió que llamara a este número para informar donde está y que la ayuden.

-Deme por favor todos los datos del lugar donde la tienen.

-Ese es el problema señor, que yo fui recogida en el Hospital y llevada hasta el lugar, no se la dirección. Solo se como llegar más o menos pero no l dirección exacta. Le dije que volvería mañana o pasado a verla y ellos vendrán a recogerme de nuevo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.