Relatado por Ashton
Estoy esperando que Vanessa salga de la ducha, quiero al igual que ella tomar una y descansar a su lado, el viaje ha sido agotador, pues el solo pensar que no llegaría a tiempo antes de que alguien le hiciera daño me estaba volviendo loco. Todo el viaje no pare de darle vueltas a muchos asuntos, viajar con un nudo así tan grande en tu interior no es agradable.
Me recuesto un poco en la cama para esperarla y sin darme cuenta me quedo dormido, despierto cuando escucho el susurro de la voz de mi hermosa, abro los ojos un poco, quiero verla, ella está viéndome fijamente y no hago más que imaginarme una vida con ella.
Me siento al borde de la cama y la atraigo así mí, abrazo sus caderas y pongo mi frente en un pecho, siento su respiración y escucho su corazón muy de cerca. Es realmente agradable esta sensación que quiero grabarla en mi cabeza.
En un instante sin darme cuenta me besa, por fin mi bella me besa a mí, estoy en éxtasis, por que ahora puedo comprobar realmente que ella siente algo más grande por de lo que está dispuesta a aceptar. No parare hasta que me acepte por completo.
Se disculpa brevemente por despertarme y le hago una pequeña broma al respecto, ella no se imagina cuantas veces estoy dispuesto a despertar si es con ella cerca.
Le doy un beso en los labios y camino a tomar una ducha. Estoy aquí pensando en todo lo que quisiera hacer con ella, pero dejo que el agua calmé toda esta intensidad, no quiero orillarla a nada, quero que todo sea espontaneo tanto como ese beso que me dio.
Salgo y ella está casi quedándose dormida, me acomodo a su lado y la rodeo con mis brazos, siento el aroma de su cabello muy cerca y el aroma a Vanessa que me apasiona tanto. Es increíble que este en este momento aquí, con la mujer que amo. Pronto se queda dormida y me tomo mi tiempo para verla, sentirla, quiero guardar este momento por siempre.
Despierto por la mañana y siento que ella está mirándome, abro los ojos y le hago un guiño coqueto, ella sonríe tan alegremente que el solo verla borra cualquier mal que pueda pasar por mi cabeza. La abrazo mas fuerte y hundo mi frente en su pecho, es tan agradable estar en sus brazos que quiero disfrutar de este momento, no hay prisas, no hay obstáculo, solo somo los dos.
Le digo que quiero despertar así cada mañana y ella hace algo que no esperaba, bromea un poco al respecto que comienzo a reír como un chiquillo y le hago cosquillas para que ella ría una vez más, me gusta tanto verla sonreír, es tan dulce, tan bella.
Me pongo sobre ella y la beso, esta vez con gran intensidad y deseo, ella es todo lo que quiero, es ella a la que mi corazón anhelaba sin siquiera saberlo. Comienzo a rozar mis manos por su cuerpo y ella se arquea un poco, sé que desea esto tanto como yo, pero no quiero pasar a menos que ella lo permita.
Le doy la vuelta dejándola a ella al mando, quiero que sea ella quien me deje seguir o me lo impida. Paso mis manos por su espalda y siento su respiración un tanto agitada como la mía, solo somos deseo ardiente. Si ella hace algún movimiento mas no podre detenerme, aunque ella quiera, me tiene vuelto loco a cada minuto.
Un momento después se detiene y corre al baño, y no hago más que darme la vuelta en la cama y respirar el perfume de la almohada, no puedo decirle nada, ella es quien decidirá cuando y como será esto si se llega a dar y aunque mi cuerpo me pide que la busque, mi mente sabe que aún no está lista para esto.
Me quedo recostado boca abajo por un buen rato, cuando escucho que sale del baño, pero yo no me muevo.
-¿Estas molesto por lo que paso hace un momento?
Si estoy molesto, en absoluto. No quiero que este conmigo a menos que ella lo desee tanto como yo.
-No, ¿Por qué debería de estarlo?
-Se que no debí dejar que esto pasare a ese límite, perdón.
-No hay nada que perdonar, te esperare el tiempo que sea necesario. Cuando te dije que te amo no mentía. Quien ama sabe esperar.
-Gracias. ¿puedes estar a mi lado cuando tenga que declarar?
-Por supuesto hermosa.
Ambos nos duchamos por nuestro lado y nos vestimos para bajar a comer algo antes de que lleguen los oficiales para tomar la declaración de Vanessa.
Ella se nota tensa, un tanto nerviosa, temerosa, no se es una mescla de todo a mi parecer.
La tomo de la mano para darle un poco de seguridad, ella no esta sola, nunca lo estará mientras yo esté vivo.
-Vanessa, todo saldrá bien. En unas horas estaremos saliendo a Mónaco para que estés más tranquila.
-Gracias, no quiero recordar todo lo que pase ayer.
Entiendo que se sienta así, no debió ser agradable estar con un sujeto fuera de sus cabales.
Quisiera poder hacer algo más, pero no me es posible, más que darle todo mi apoyo y amor.
Llegan los oficiales y la señora Lexter les dice que pasen al despacho para que tengamos privacidad.
-Gracias por haberme salvado ayer, realmente no sabía si saldría de esa situación.
-Señorita ese es nuestro trabajo, tenemos mucho tiempo siguiéndole los pasos a Rinaldi y siempre se nos escapa. No sabíamos que fuera capaz de secuestrar a alguien ya que todos sus delitos son de otra índole. Por favor, relátenos el día de ayer.
-Después de la última reunión que tuvimos le deje saber a Rinaldi que no me quedaría mas en el hotel, sino que saldría esa misma noche a Mónaco, no vi nada inusual en el hasta ese momento.Estaba en una llamada con el Señor Rinaldi que es quien está aquí presente a mi lado.(Hago una pequeña reverencia con la cabeza) cuando escuché la puerta, vi por la mirilla, pero no se veía a nadie. Abrí y en ese instante entro Rinaldi junto con dos hombres y comenzó a forcejear conmigo, diciendo que no me iría a ningún sitio, que estaba enamorado de mí, me puse tan nerviosa y con miedo que comencé a hiperventilarme hasta desmayar. Desperté en la habitación de Rinaldi.