Tan sólo tú

Capítulo 5 - lo mejor de mi vida

Fran

La mañana había sido intensa, ese beso con lu después a tenerla toda la noche en mi cama, haberla desnudado y recorrido con la mirada, me tildaran de morboso pero tuve que hacerlo después de que vomitara toda su ropa, era perfecta, tal como la recordaba, pero ahora ya con su cuerpo tomando la forma de toda una mujer, debo confesar que me podía el deseo de tocarla, pero si algún día sucede debe ser cuando ella esté consciente de lo que va  a suceder.

No soy un santo, inicié  hace un año mi vida sexual, el ambiente donde me desenvuelvo no es el más sano,  pero evitó el alcohol y las drogas, pero no puedo evitar unas buenas curvas. 

  • - Hermano ya es hora - anunciaban los chicos en el vestidor - hoy es nuestro día.
  • - Hoy es nuestro día  - asegure, debíamos ganar - -después de agradecer a Dios salimos a la cancha donde una multitud nos aplaudía, y justo en el graderío estaba ella, mi Lu.

El partido fue lo mejor, duro pero logramos nuestro objetivo, cada gol que realizaba la miraba y ella sonreía, por todos los demonios está niña me volvía loco. 

Al terminar nos dirigimos a los vestidores, luego de una mini celebración en la cancha, una vez listo pensaba buscarla y aclarar todo lo de la mañana.

  • - Fran -- no lo podía creer, estaba frente a mí la razón de mi último sueño húmedo, perfecta con ese vestido, aunque los silbidos de mis compañeros me molestaron mucho.
  • - Que se supone que estas haciendo -- dije molesto agarrandola del brazo y tirando de ella hasta fuera de la sala de estar que por suerte estaba vacía.
  • - Que te pasa, que te crees, primero me llevas a tu departamento, me besas  y ahora que tratas así.
  • - No ves como te desnudan mis compañeros, como se te ocurre -- iba a morir con esta mujer.
  • -No es para tanto, deja el drama -- lo dice  mirándome con una media sonrisa.
  • Y no me pude resistir más, la tomé por sorpresa y la encerré entre mi cuerpo y la puerta, besándola de una forma salvaje sus carnosos labios, eran tan adictivos su besos, su cuerpo, mi mano recorría su espalda desnuda y mi amiguito empezó a despertar.
  • - Que te pasa -- lo dice enojada soltandose de mi agarre.
  • - Dime que no sientes el mismo deseo, porque tu cuerpo dice lo contrario.
  • - Lo que me molesta es que no tuvieras la dignidad de decirme quién eras, me engañaste -- estaba furiosa, pero me encantaba.
  • - No te engañé, nunca preguntaste mi nombre que es otra cosa -- era la verdad -- además no es mi culpa que tengas mala memoria.
  • - Te fuiste sin decir adiós, pensé que tan mal te caía que habías decidido no volver, nunca más supimos de ti - su voz se le quebró.
  • - la circunstancia me obligaron, además yo creí que me odiabas, Lu eramos tan chicos, que creí era un juego de niños, nuestros pocos encuentros todos un desastre.
  • - Nunca te odié, bueno si un poco, pero tus ojos me atraparon, y ahora llegas así como si nada y robas mi primer beso tal ladrón -- me mira con sus ojos hermosos pero vidriosos.
  • -- Sabía que era el primero - sus besos inexpertos y su cuerpo la delataron -- Lu, mi Lu, no sabes lo duro que fue marcharme y todo lo que me tocó vivir. Nunca me caíste mal, toda tú me cautivo, desde el primer día.
  •  

Las palabras sobraban cuando podíamos aprovechar el tiempo en darnos cariño, sus labios acabarían conmigo.

  • - Siempre has sido tú -- aseguré besando sus mejillas donde rodaban sus lágrimas -- no llores, lamento haber sido el ladrón de tu primer beso, pero no me arrepiento.
  • - Lloro porque todo esto parece un sueño, también siempre has sido tú, soñé con este momento por años.
  •  

No lo podía creer, todo esto en verdad parecía un sueño, un hermoso sueño. 

 

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