Ayra me agarro con las manos en la masa. No pensé que saldría tan rápido de la ducha. Ella suele demorarse bastante tiempo. Le mostre el sobre y le pregunté si eso era lo que ocultaba. Ella solo me dijo - Ábrelo - No parecía molesta por haberme puesto a revisar sus cosas.
Abrí el sobre y saqué el documento, sentí alivio al ver que era una carta de Cassie para Ayra, obviamente sentí curiosidad pero no iba a leerla con ella ahi. Talvez si hubiese estado solo lo hubiera echo. Así que sin mucha opción la cerre y se la entregue.
-Lo siento - Dije, estaba avergonzado. Ella solo me miraba no se si aliviada. - Después yo soy la infantil, sal de aquí Mylas necesitas dormir - dijo y yo me rei, tal vez era cierto.
Me despedí de ella con un beso fugaz y me fui a mi habitación con el rabo entre las piernas. Tal vez ella tenía razón y yo estaba loco y paranóico. O tal vez no, y en realidad ella me estaba ocultando algo.
Fuese lo que fuera, lo iba a saber de todos modos. Ya en mi cama tome el celular y le mande un mensaje a Alabama - Procede, quiero hacerlo - Ella respondio de inmediato - Genial estoy muy emocionada, mas tarde nos reunimos en el centro de la cuidad. Tenemos pocos días, y necesitas un Anillo -
Sonreí como un idiota de solo pensar en la posibilidad real de despertar junto a Ayra todos los días de mi vida sin sentir el miedo que tengo ahora de que desaparezca. Mi celular volvió a sonar -Borra los mensajes o arruinaras todo - Alabama me conocía perfectamente. Tenía toda la razón. Borre los mensajes de inmediato y me dormir con el teléfono en la mano como un auténtico tonto.
La mañana transcurrió rápido. O eso sentí porque mi madre no dejaba de hacer tanto ruido que no conseguí dormir casi nada. Me Desperté como zombie y a pesar de que tomé una ducha para agarrar fuerzas, el. cansancioy el sueño no parecian escaparse de mi cuerpo.
Salí de mi habitación y fui a prepararme un café. Me sorprendi al ver la casa patas arriba, mi madre estaba sacando todos los adornos de navidad que mi padre tenía. Mientras mi padre estaba en el sillón intentando no perder la cordura y refugiándose en su libro.
- Raquel en serio enloqueciste, tienes una orquesta montada aquí es imposible dormir, leer o incluso cargar con tanto ruido - Le dije enojado y mi padre soltó una carcajada. Ella de inmediato me lanzó una bambalinas directo en la cabeza. Tenía tan buena puntería que debió jugar baseball. Hubiera sido una gran pitcher. Me queje de dolor y me cubrí porque ella estaba enfurecida realizando un ataque con cada bola de navidad que encontraba cerca.
- Mamá, vas a matarme - Me queje y ella continuaba.
- Yo no se en que me equivoque contigo para que me faltes el respeto de esa forma, crees que soy tu hermana? pues no querido soy tu madre, Yo te parí, soporte un dolor equivalente a 20 huesos rotos y aun así eres cruel con tu madre, debi darte mas zapatazos y tal vez fueras mas educado- Dijo y ahí estaba como siempre exagerando. También era buena actriz. Mi mamá era un diamante en bruto de verdad era muy talentosa y polifacética.
Gracias a Dios Ayra despertó - Que está pasando? - Cuestionó adormecida y mi madre paro su ataque de lluvia de bambalinas.
- Ay que alegría que despertaste, no se como soportas a Mylas, es horrible- Dijo Raquel dirigiéndose a Ayra que al ver todos los adornos enloquecia de la emoción.
-Mylas es un tonto deberías ignorarlo, últimamente está mas infantil que nunca a los 13 era mas maduro que ahorita con 18- Dijo y mi madre soltó una carcajada maliciosa, mi padre también se burló.
-Que te pasa? - Le dije enojado y ella me ignoro.
- Estan poniendo la navidad, que alegría, hay tantas cosas! Yo voy ayudarte Raquel - Dijo corriendo hacia donde estaba mi madre quien se emocionaba tanto como ella.
-Genial, gracias por ignorarme voy a salir - Dije bebiendo mi café rápidamente y ninguna de las dos me presto ni. un poco de atención atención. - okey- Dije mientras tomaba mi abrigo.
-Cuidate Mylas, hoy hay nevada abrigate bien - Dijo mi Padre y ambas voltearon al mismo tiempo y al unísono dijeron - a dónde vas? - voltee los ojos eran muy parecidas las dos.
-Al centro - No quería dar detalles.
-Con quien vas? - Dijo Ayra con su sensor de celos activo. Mi madre alzó la ceja le gustaba la intriga.
-Con Alabama - Dije, preferi no mentir porque después ella se iba a enterar y el drama sería peor. Su cara fue poesía pura. La de mi madre una obra.
-Bien, usa condon no queremos otra sorpresita de navidad - Dijo y yo la mire mal, mi padre soltó una carcajada y mi madre miraba nerviosa quería detenerme pero Ayra la agarro por el brazo y ella entendio su mensaje.
- Mejor me voy- estaba enojado. Pero no iba a caer en su juego. Quería discutir para hacerme sentir culpable y que me quedara en casa - Trae bambalinas azules- grito mi madre y yo cerre la puerta. Solo quería huir del lugar.
Conduje hasta el punto de encuentro donde había quedado con Alabama era una lujosa joyería. Por fortuna tenía bastantes ahorros pero estaba seguro que todos se irían en el anillo. Este era probablemente el lugar más caro de la cuidad.
-Entramos! - Dijo después de saludarme y yo asentí con nerviosismo. No se si era normal pero la verdad es que sentía hasta calor y eso que la temperatura estaba a - 2 grados.
Adentro del lugar una señora muy amable nos atendió. Nos dio la bienvenida y enseguida pensó que éramos pareja. Alabama en seguida lo negó y aclaró que era el hada madrina de la boda. La señora se disculpo y nos sonrió amablemente. Momento después nos mostró muchísimo modelos diferentes de anillos. Alabama por supuesto eligió el que tenía la piedra mas grande y exuberante pero yo me negue con la cabeza porque Ayra no visualizaba a Ayra con ese anillo. Ni con ninguno de los que la amable señora nos había mostrado.