Tan solo Tú

34.Desperdida

 

No quise hacer escándalos, preferí que habláramos el tema en privado asi que cuando la fiesta terminó. Pero me sentí realmente muy incómodo con su actitud.

- Y entonces, porque tienes esa cara de angustia? -  pregunté mientras ella se ponía su pijama navideña que mi. madre le había regalado.

- No tiene nada que ver con lo que piensas que es, de verdad estoy feliz porque entraste a la facultad de medicina, siempre fue tu sueño - Dijo besándome pero algo no estaba convenciendome.

- Es por la distancia? Después de la boda obviamente viviremos aquí, ya no estaremos mas separados - Dije y ella sonrió pero estaba triste. Me sentí mal, tal vez no había recibido respuesta se ninguna universidad.

- No te preocupes por el futuro después nos organizamos mejor, porque no me abrazas y dormirmos juntos. Entre un rato tengo que ir al aeropuerto de regreso a Inglaterra y voy a extrañarte demasiado - Dijo y mi corazón se rompió, supe que esa era la razón por la que estaba triste. No porque había entrado a la universidad, me sentí idiota, agradecí a Dios por no haber abierto la boca la hubiera cágado.

Ella se durmió de inmediato en mi pecho y yo no pude conciliar el sueño el resto de la noche o madrugada. Sería un día difícil sin duda alguna. Su alarma sonó y ni hizo falta la verdad. Hice el desayuno y lo tomamos junto a Cassie quien viajaría con ella. Luego yo mismo las lleve al aeropuerto.

Había tanta nieve que costó mucho conducir hasta al aeropuerto. Ellas estaban sobre la hora. Llegamos tan justos de tiempo que no hubo mucho chance de nada. Ellas hicieron el check in casi que en cuestiones de minutos. Y de la misma forma nos despedimos, Cassie me dio un abrazo grande, y Ayra me dio el beso mas amargo de mi vida. Para después irse corriendo.

-No estés triste, nos vemos pronto te amo, te llamaré al llegar - Grito a lo lejos sonriendo pero sabía que ella realmente lo que quería era llorar.

Vi la puerta de embarque cerrarse y me descompuse. Algo no se sentía bien. Se sentía como la primera vez que se fue pero peor. Llamé a Nolan para que viniera por mi no creí que pudiera manejar en estas condiciones, pero no contesto nunca el teléfono. No quería llamar a mis padres y no quería molestar Alabama pero al final tuve que hacerlo. Ella contestó de inmediato - Puedes arrastrarme a casa? Ayra volvió a Londres y estoy dando vergüenza en el aeropuerto -

-Por que estás siendo tan dramático? van a casarse dejala resolver sus cosas y tu resuelve las tuyas. Calmate, compra un café y espérame tranquilo, iré en táxi- Dijo y me colgó la llamada.

Ella tenía razón porque estaba siendo tan dramático. En serio estaba actuando como un estúpido. Hice lo que me dijo, fui a Starbucks y me compre un café. Me sente a beberlo con calma. Ayra me mando un selfie junto a Cassie - "despegando, cambia la cara puedo verte desde aquí, la gente va a pensar que te abandone" -

Le envié una del café - exactamente eso están pensando, buen viaje - Conteste y ella me envió un par de besitos. Sonreí, estaba más tranquilo.

Alabama apareció, ella venía con su pijama navideña,  su abrigo rojo y sus botas de nieve. Parecía recién levantada, morí de la risa al verla y no fui el único, un niño la miró y comenzó a reírse de ella en su cara. Y adivinen cual fue su repuesta le mostró el dedo grosero. El niño abrió los ojos como plato y paro su risa. Ella le saco la lengua y sonrió victoriosa.  Yo solo me burlaba. No odiaba a los niños pero no le gustaban ni un poco. Decía que no quería tener hijos jamás. Yo siempre le contestaba que estaba loca.

- En serio te ves horrible -  Dijo entregándome una bolsa de chocolates.

- Tu te ves horrible, no ea para nada tu estilo - Dije tomando los Chocolates y haciendo Alusión a su ropa.

- Es mi estilo navideño, Comete los chocolates en una de esas cursis películas de amor que la gente como tu ve, la protagonistas dijo que el chocolate ponía feliz a la gente-  

- Y tu también las ves, porque de otra forma no lo supieras - alegue y ella encogió koa hombros.

- Mi madre me obligó, no tuve elección. Ay Dios tenemos que correr ahora - Dijo viendo al niño de quien se había burlado acercarse con sus padres que parecían enojados. Los dos comenzamos a correr muertos de la risa hasta perderlos de vista.

Llegamos a donde estaba mi auto estacionado. Y ambos comenzamos a recuperar el aliento.

- Te lo dije los niños son horribles - Dijo montandose en el auto y encendiendo el motor yo la seguí.

-Gracias- Le dije y ella me sonrió. - Por todo - agregue, ya no me sentía triste. Había recuperado las fuerzas.

- De nada, para eso están los amigos, espero nunca estar en una situación tan cursi y complicada como la tuya pero si algún día lo estoy no dudes que te cobraré el favor - Dijo mientras conducía

- Y yo iré con gusto a tu rescate - Dije comiendome los chocolates estaban muy buenos.

- Mas te vale- Dijo ella

- Oye donde los comprastes están muy buenos - Dije - Es la caca de Muñeco de nieve que me regalo tu novia- Dijo y yo solté una carcajada.

- Los necesitas mas que yo, además odio el chocolate. Me quedo con el collar me gusto mas el rubí. En serio tiene buen gusto, es toda bella, si fuese hombre también estuviera babeando por ella -

-Y si se consigue alguien por allá y cancela la boda? - De repente sentí miedo de eso.

-Y si dejas de ser tan idiota como para no confiar en ella- Dijo golpeandome me lo merecía.

-Solo sigue haciendo tus cosas, y manténganse en contacto. Su amor es fuerte. Todo estará bien.

 

 




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