Tan solo Tú por siempre.

1.

1 año después de la muerte de Ayra. 

 

!Jade, sal de ahí ahora mismo! ¿Serias tan amable de dejar de hacerme perder más tiempo?- exclame un poco obstinado mientras golpeaba la puerta del baño.

- déjame en paz Mylas, sabes que no necesito ir a la escuela!- contesto haciendo berrinche mientras yo suspiraba tratando de mantener la calma. 

Esta era la segunda vez que lo intentaba con Jade y si no corría bien los Miller iban a quitármela, ya estaba advertido. 

Les contaré lo que paso, los primeros 6 meses después de la muerte de Ayra fuero terribles para mí. Sentí que el día que ella se fue de este mundo, mi vida se había acabado con la de ella. Y como si Ayra supiera que yo no iba a ser capaz de continuar sin ella entonces me dejó a Jade para que me levantará. Su vida me devolvía la vida. Pero sus berrinches me la volvían a quitar. Tenía tan poca paciencia para cuidarla y tanta inexperiencia para dar respuesta a tantas de sus necesidades que tuve que ceder y enviarla a Beufort con los Miller. Duró 6 meses con ellos y como mi  vida volvió a caer completamente en él abismo de la depresión los Miller me la entregaron nuevamente con la condición de que si no funcionaba me la quitarían nuevamente y de forma definitiva. No quería eso. Quería estar con ella, y también se lo había prometido a Ayra. Entonces aquí estaba yo intentándolo por segunda vez, con mi testaruda princesa que ya tenía casi 5 años. 

- Todos los niños necesitan ir a la escuela, podrás jugar, aprender cosas nuevas y socializar. Te hacen falta unos cuantos amigos- le dije, soltando una risita que lo que hizo fue empeorar su temperamento. Era un pequeño dragón igual que su madre. 

- No necesito aprender todo eso ya me lo sé. Te recuerdo que es la tercera escuela a la que voy en un año, con tu inestabilidad Mylas no me da tiempo de hacer amigos, además me basta con Aristóteles, el señor teddy, la tía Cassie, los abuelos y bueno talvez contigo, aún no decido si somos amigos – afirmo destruyendo cada uno de mis argumentos. 

- Aristóteles? - Dije con cara de confusión, porque mierda estaba leyendo esos libros que mi padre leía. volví a tocarle la puerta pero ella comenzó Cantar y me ignoró por completo.

-Creo que se te olvida quien es el padre aquí. Abre la puerta de una vez por todas. Dices que soy inestable, pues estoy intentando cambiarlo. Necesito terminar la universidad, también necesito trabajar o es que acaso no ves la nevera vacía? Como crees que se llena?- conteste exasperado estaba agotado de esta guerra con ella todas las mañanas. Y a pesar de que en el fondo sabía que Jade tenía razón que era completamente inestable, yo estaba tratando con todas mis fuerzas cambiarlo. 

 Cualquiera que me escuche pensara que mis palabras hacia mi pequeña hija de casi 5 años son muy crudas. Pero a decir verdad, Jade no es una niña común. Digo no es que haya algo mal en ella, solo es que tienen una mente muy avanzada para su edad. En una de las 3 escuelas a la que fue, la maestra quedo impactada al conocerla. Dijo que era una niña con un alto coeficiente intelectual. Charles se emocionó tanto que le planeó todo el futuro en un segundo y yo me enoje. Ella había pasado por tanto, que yo solo deseo que se dedique a jugar y ser una niña feliz. 

Aun así, siempre supe que había algo diferente en ella. Desde que la conocí y me ofreció su oso para calmar mi tristeza en el hospital supe que ella era muy inteligente. 

Cassie también me contó que aprendió a hablar a muy temprana edad. Desde los tres años puede leer y comprender con perfección lo que lee. Tal vez porque Ayra le compraba muchos cuentos y películas de Disney. 

- no quiero ir a la escuela, llévame a trabajar contigo Mylas por favor! Si los dos trabajamos, la nevera se llenara más rápido ¿no crees?- me dijo sin abrir la puerta y yo solo decidía que lo mejor era sentarme a esperar que cediera. 

-  Me llevaran a prisión por poner a trabajar a una niña. de 4 años, Supongo que ese es tu plan para poder librarte de mí. – conteste aun desde el suelo llevando mis manos a la cabeza. Era demasiado tarde, llegaría tarde a la clase de anatomía.

-Mylas Baker cuantas veces te diré que tengo 4  años y medio, que tipo de padre eres? - contesto con su pequeña voz de sabelotodo.

- Uno que quiere que su hija vaya a la escuela como una niña normal, para que el pueda ir a la clase de anatomía, y terminar el infinito 3 años de la universidad, Uno que necesita otro trabajo para que pueda comprar todo lo que su hija necesita para crecer sana y fuerte. Uno que pueda pagar la renta para que el señor William no nos amenace por millonésima vez que nos echara a la calle como perros, y no tener que pedir ayuda a tus abuelos- dije resignado mientras ella cedía abriendo el seguro de la puerta, y yo como el clon del corre  caminos no desaprovechaba la ocasión para abrirla y entrar con rapidez.

Y allí estaba ella sentada en el suelo con su tutu rosa encima de su pantalón negro, y con su camisa verde que hacía que sus intensos ojos del mismo color resaltaran. Su cabello rubio, igual que el mio lucia muy despeinado y su cara era todo un poema que expresaba resignación y al mismo tiempo molestia.

- Tu ganas Mylas, si te hace un poco más feliz yo voy a ir a la escuela- me contesto mientras suspiraba y yo sonreía al verla colocar cara de seria. Ella sin duda alguna era perfecta. Me enamoraba cada día cuando la miraba. Era ver a Ayra hasta en temperamento. 

- ven aquí, y dale un abrazo al inestable Mylas!- le dije sonriéndole con orgullo y al instante ella corría a mis brazos. 

Y después de unos cuantos minutos de paz y amor. La guerra nuevamente comenzó cuando tome el cepillo y la atraje hacia mi para poder peinarla. Ella realmente lo odiaba al principio, se quejaba todo el tiempo, pero al final quedaba enamorada de las trenzas que le hacía. Tuve que ver muchos tutoriales en YouTube para aprender. 




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