Tan solo Tú por siempre.

22.

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-¿Estas seguro?- Me causó desilusión que me respondiera con una interrogante.

-¿Por qué lo dudas? ¿Crees que es muy rápido? - Solté también mis dudas.

- No creo que el tiempo tenga  mucho que ver. Una vez me dijiste que parezco ser de las cursis que creen en el destino y, ¿ que crees? acertaste; Desde que te vi sentí que tú eres mi destino Mylas Blake-

- ¿Entonces por que razón estas arruinando mi propuesta romántica? -

- Porque tengo miedo a que yo no sea el tuyo -

-No te entiendo Isabella si sientes que yo soy tu destino, ¿por que razón tú no has de ser el mío? - Estaba confundido, sus palabras parecía un acertijo.

- Porque seamos realistas aunque se que te gustó, es evidente que tu corazón está ocupado por alguien más. No soy una perdedora, ni una mujer con baja autoestima pero me aterra llegar al punto de amarte  profundo, y que después aparezca la madre de Jade y tú me hagas a un lado - Su miedo era valido. Ella no sabía nada de Ayra.

Teníamos que hablar de eso, pero no era ahora el momento indicado. Me acerque y le coloque el cabello detrás de su oreja. Ella parecía estar asustada porque estaba algo temblorosa. Tomé su rostro con mis manos y mirándola fijamente a los ojos le dije

- Tengo razones muy fuertes para no creer en el destino y me aterra volver a aferrarme a esas cosas. De hecho confíeso que lo que me pasó fue tan grande que mi vida se detuvo. Había guardado mi corazón y mi alma en un cajón, hasta que tú apareciste y lo cambiaste todo, para bien... Y fue fácil Bella, se te hizo fácil quererme y a mi dejarte hacerlo, quererte a ti también lo es. ¿La razón? No la se, pero si tu crees que es el destino, entonces te preguntaré nuevamente ¿Quieres ser mi destino  Isabella ? -

- Si-  Ella lo dijo muy bajito.

-  ¿Si que? - Sabía a lo que se refería pero quería alimentar mi ego dejando que ella lo repitiera y lo confirmara. Ella se apartó de mí incrédula.

- Si quiero ser tu novia, quiero ser también tu destino Mylas Blake - Me regocijo escucharla. Sonreí y la besé corta y juguetonamente. Ella aun tenía sus rosas en la mano.

-Auch- Se quejo de dolor cuando una de las espinas se incrustó en su dedo. Casi se desmaya cuando vio la sangre salir de su dedo. - has que pare por favor, siento que voy a morir si veo más sangre -

- Como voy a ayudarte si no sueltas las flores - se aferró mas las rosas.

-No quiero, es la primera vez que alguien roba flores para mi - Ella tenía los ojos cerrados mientras respiraba agitadamente. Realmente la sangre le causaba mucha ansiedad. Ella iba a tener muchos problemas para terminar la carrera si no superaba esta fobia.

Abrí la puerta del auto y coloque las flores en la. parte de atrás. Ella se sento en el asiento de copiloto intentando mantener la calma. Luego estiró su dedo chorreando de sangre típico de una pequeña cortada escándalosa.  Abrí la guantera del auto y saqué unos pañuelos de papel de esos que usas cuando tienes un resfriado, y lo coloque en la herida haciendo presión para que la sangre dejara de salir. Cuando paro, entonces coloque una bandita de dibujos que evidentemente era de Jade.

-Listo - Dije y ella abrió por fin los ojos.

- Me gustas tanto - Me dijo mirando la bandita y yo la miraba a ella.

-Y tu a mí - Le contesté para después besarla.

-¿Es como la 5 vez que me besas? -

-No lo se Isabella, solo se que a partir de ahora no tienes que contar más - La besé nuevame. Poco tiempo después nos fuimos a casa.

***************

Desperté aturdido por el ruido del despertador. Vi la hora, ya eran las 8 am. Estaba tan adormecido que me costó caer en cuenta de que Bella no estaba en la cama. Estaba casi seguro de que nos habíamos ido a dormir juntos. Digo casi porque apenas llegamos a casa recuerdo que nos recostamos en la cama a conversar de el día tan agitado que ambos tuvimos y de repente ya no me recuerdo de mas nada. Era evidente que me había quedado dormido porque ni siquiera me había cambiado la ropa.

-¡Que mierda! - Exclame porque se sintió estúpido quedarme dormido de esa manera, pudimos hacer tantas cosas y desaproveche el momento. Bella entró de repente causando que brincara del sobresalto.

- Buenos dias Mylas Blake- Dijo ella  parada en la entrada de la habitación con una Pijama roja bastante provocativa. Trague saliva y volví a pensar en porque mierda me quedé dormido de esa forma.

- ¡Buenos días! Anoche no recuerdo en qué momento me dormí. Lo siento si te deje hablando sola - Eso fue tan patético como lo de anoche. Bella se burló de mi cara de perdedor.

- No solo me dejaste hablando sola, me estabas explicando como usar tu secadora y de repente dejaste de hablar. Mi ropa continua toda mojada solo tengo esto y evidentemente no puedo salir así, creo que no voy a poder ir hoy a clases -

- Lo siento mucho ¿quieres que te preste ropa? -

-No puedo salir con tu ropa a clases, desilusionare a mis fanáticos - Alcé una ceja ante su incómodo comentario.

-¿Cuáles fanáticos Isabella? ¿Vas a estudiar o a otras cosas? - Le dije mientras me levantaba enojado de la cama en dirección al baño para ducharme. Cerré la puerta de un portazo. Y comencé a quitarme la ropa, ella me había puesto sin duda de mal humor. Abrí la ducha y me eché un baño con agua fría y me meti sin pensarlo. Tenía que apresurarme en ir a buscar a Jade a casa de mi madre para llevarla a la escuela.

Me arreglé con mucha rapidez: camisa blanca, jean clásico y tenis blancos. Medio peine mi cabello y me coloque perfume. Me veía bien, solo el golpe del ojo no tenía remedio. Hoy estaba peor. Se veía terrible.

Tomé mi teléfono, mi bata blanca y mi mochila. Supongo que Bella estaba en la sala porque la habitación estaba vacía. Me sorprendi de verla arreglada esperando en la sala. Llevaba puesta una de mis camisas de cuadros café ajustada con un cinturón negro que combinaban con una botas de tacon del mismo color. Tenía una trenza muy bonita en el cabello y poquitisimo maquillaje. Se veía muy hermosa, estaba anonadado, contemplandola como un tonto.




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