Tan solo Tú por siempre.

25.

 


- No Bella... No digas esas cosas- Ella estaba realmente decepcionada. Sabía que lo que le dijera poco iba a ayudar pero me rompía el corazón verla llorar de esa forma. La abracé y ella no me apartó aunque en el fondo estaba deseando con todas sus fuerzas solo no haberme conocido nunca.

- Entiendo que estás enojada, tienes toda la razón debi contarte antes, solo que no fue fácil. La primera vez que nos vimos, cuando tropezaste conmigo en la universidad, fue horrible para mí, estaba decidido a huir de ti porque me hacía daño verte. Era una sensación horrible, no quería acercarme a ti en principio, pero tampoco dejábamos de encontrarnos, tantas veces, en todos lados. Y tú insisitiste y yo no pude o no quise hacer nada para evitar quererte- Estaba siendo sincero pero eso no iba a servir ahora. Ella estaba ofuscada por la forma en la que le presentaron las cosas, también estaba muy ebria. Dejo de llorar y se apartó de mí.

-Es todo, Mylas Blake. Después de esto no quiero escucharte, mucho menos verte, simplemente se acabó - ella iba irse. Y yo no iba a quedarme sentado lamentandome porque aunque había cometido el error de no hablarle de Ayra y explicarle la situación. Nunca le había mentido con respecto a lo que sentía. Fui honesto en esa parte y ella necesitaba saberlo.

- ¿Entonces lo dejamos así de fácil? ¿mis explicaciones no valen? ¿ni merezco una oportunidad? ¿ni lo que siento tampoco importa?- La sostuve de un brazo para evitar que se fuera. Ella se quejo. 
- Lo siento - me disculpe porque tal vez fui muy brusco.

- ¡Que Mierda! Esta era mi primera relación seria y duró un día, tengo mala suerte o como dice mi hermano, simplemente estoy maldita- Ella pareció ignorar todo lo que le dijo, porque lo que me había respondido no tenía coherencia.

Me agarré la cabeza, que puto día de mierda. Suspiré hondo mirando a Bella  tambalearse mientras buscaba su abrigo, creo que era parte del proceso. La cague, lo descubrió, esta era la parte del drama, donde la chica se iba afligida y el chico la perseguía. Tenía que hacer bien mi número, no iba a permitir que estuviéramos separados por culpa de las intrigas de otros. Ella necesitaba expresarse y yo tenía que tener amor y paciencia para solventar la situación. Para que me perdonará y me entendiera.

- Auch- Se quejo nuevamente de dolor pero esta vez al levantar el brazo cuando se estaba poniendo el abrigo. - Maldito Juanito, estoy harta de ti también -   exclamó y yo me reí porque no entendia a que venía su hermano problemático al caso.

De repente ella colocó sus manos a un lado de su abdomen como si le doliera algo. Me  acerque de imediato. - ¿Que te paso? dejame ver - ella me empujó y volvió a colocar sus manos en el mismo lugar.

-No te acerques, estoy bien y me iré ahora- Respete su decisión aunque de verdad no iba a dejarla ir, solo le estaba dando espacio. Una mujer molesta y ebria era un peligro inmenso.

Ella dio tres pasos hacía delante, quito sus manos del lugar donde estaba haciendo presión y comenzó a sudar temblorosa al ver la sangre en sus manos.

- ¡¿Pero que mierda hiciste Isabella?! - Me acerque a impactado de ver tanta sangre en el costado de mi camisa blanca. Estaba bastante confundido. Ella no respondió, así que le levanté la camisa para mirar, tenía una cura muy mal hecha en un corte poco profundo de al menos 4 cm. -¿ Que es esto? ¿es tu faceta suicida? ¿O eres una loca psicótica?-Estaba tan enojado que ni siquiera me fije que estaba gritandole. Ella tenía los ojos cerrados mientras temblaba sin parar.

-No seas idiota sólo has que pare, limpia la sangre no puedo verla... Maldita fobia tengo que superarla- La sente el mueble, y ella se quito el abrigo sin abrir los ojos.

-También la camisa - Le dije enojado.

- ¿Estas disfrutando la vista doctor? - Bromeó pero estaba demasiado estresado que no me causó ninguna gracia.

- Deja de decir estupideces. Es evidente que estas borracha por eso no sientes tanto dolor, de otra forma estarías llorando- Le limpie las manos y ella por fin abrió los ojos para mirarme. De inmediato se le cristalizo la mirada.

- Pero eso no es cierto, estoy borracha y aun me duele mucho el corazón - Suspiré con pesadez y me levanté del mueble no quería volver al mismo tema justo en este momento.

-Aun esta abierta la herida, si te mueves de ahí volverá a salir mucha sangre. Voy por unas cosas para limpiarla, y después iremos al hospital porque necesitas sutura y antibióticos- Ella se levantó impulsivamente.

-¡NO! al hospital no por favor-

-¿Pero que te acabo de decir? - Volví enojado al ver que todo mi esfuerzo se había ido a la mierda y estaba sangrando nuevamente. Hice presión suavemente en la herida con su camisa para detener el sangrado . - ¿Por qué hiciste esta estupidez? es peligroso, es tonto, y te quedará una horrible cicatriz. Debemos ir al hospital -

- ¡Dije que NO iré!- Ella me miró fijamente a los ojos. Me costó un segundo comprenderlo todo, ella no quería ir porque  sabía que le harían preguntas que ella no quería responder.

- ¿Fue tu hermano? -Ella Volteo la mirada para confirmar mis sospechas. - Voy a hundir a esa rata de cañería, llamaré ahora mismo a la policía- Eso había sido la gota que desbordó el vaso. Él la golpeaba todo el rato y a ella parecía no importarle. Pero esta vez no iba a dejarlo pasar, se había excedido por mucho.

- No, es que tu no entiendes. Es mi culpa, yo tuve una buena vida mientras el vivió siempre en la miseria. No pudo ir ni a la escuela, sufrió tantas cosas terribles, que ni tú ni nadie se las imagina... mientras que yo  lo tuve todo, hasta el amor de mi madre y ahora la herencia de mis abuelos. El tiene derecho a odiarme porque sencillamente le arrebate todo- Ella comenzó a llorar descontroladamente. No podía creer que ella se estuviera culpando de cosas que no pudo controlar. Nada de eso había sido su culpa.  La abracé

-Maldita tequila, me pone sentimental. Recuerdame no beberla más - Dijo recuperando el aliento me separé de ella quien se recostó sutilmente en el mueble. Aproveché para buscar los implementos y limpiar la herida. No me tarde tanto en regresar. Limpié la herida y ella ni siquiera se quejó. Le puse un curetaje momentáneo. Y le entregue otro suéter.




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